Lluïsa Moret (1965) tiene muy claro cuál es el camino que tiene que seguir Sant Boi. La recuperación económica y social de la pandemia, con un carácter sostenible y desde un compromiso colaborativo, es un objetivo central para el municipio. En esa voluntad se enmarca el rescate de los sectores económicos más golpeados por el coronavirus, como la automoción. La alcaldesa destaca la vital importancia que tiene para su municipio y su comarca, el Baix Llobregat, así como para la globalidad del entorno metropolitano. En este sentido, se desmarca de la teniente de alcalde de Ecología y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, quien no dudó en desear la desaparición de esta industria en los momentos más duros de la pandemia.

Sant Boi ha aprobado un presupuesto para 2021 de 88 millones de euros. ¿Cuáles son las prioridades durante este año y el presente mandato?

Las previsiones y estrategias previstas se han tenido que adaptar por el Covid. Hemos incorporado medidas vinculadas a mitigar los impactos de la pandemia en nuestra ciudad. Los crecimientos más significativos en nuestro presupuesto están centrados en atender a las personas, hay un gran paquete de mejora vinculado a las políticas de derechos sociales. El otro paquete importante es la reactivación económica, el plan Reactivem Sant Boi, poniendo el énfasis en acompañar a aquellos sectores más impactados. El tercer elemento fundamental es garantizar la calidad en el espacio público, la limpieza diaria, el verde urbano... Aquellos elementos que hacen una ciudad cálida que mantenga el bienestar. También es importante reactivar el estado de ánimo de nuestros ciudadanos.

¿Cuál es la situación sanitaria de la ciudad?

Nuestro sector sanitario es el metropolitano sur. En cuanto a datos epidemiológicos, estamos en la franja intermedia, en un crecimiento sostenido que no nos sitúa en el máximo riesgo. En Sant Boi nos ayuda tener el Hospital General de Sant Joan de Déu, que durante los primeros meses de la pandemia ha jugado un papel estratégico en la atención y la asistencia sanitaria. Es un gran hospital que nunca ha estado desbordado, ha podido crecer internamente.

¿Cuáles son los principales problemas de movilidad en Sant Boi?

Arrastramos problemas históricos. En el Baix Llobregat hay que incorporar la zona Delta, en la que Sant Boi es la puerta de entrada. Dentro de la comarca ha sido una zona infradotada respecto a aspectos vinculados a la movilidad, tanto en la perspectiva del transporte público como de la de grandes vías que nos conectaran mejor con los ejes vertebradores. Sant Boi está pagando, desde 1992, una carencia histórica: el Nus del Baix Llobregat. Se dejó una rotonda provisional, y llevamos 27 años así. Es una reivindicación histórica que, con el actual Gobierno, se está reconduciendo en el punto en que se quedó afectada, especialmente en las entradas y salidas de Sant Boi. Junto a los ayuntamientos de Viladecans, Gavà y Castelldefels hemos reivindicado una línea de Rodalies soterrada que tenía que vincular Castelldefels con Cornellà, el metro del Delta. En el Baix Llobregat estamos muy bien conectados con Barcelona, pero entre nosotros no.

A finales del pasado año se añadieron nuevos tramos de carril bus en el municipio, como los agregados en la Ronda Sant Ramon. ¿Qué ha motivado este incremento?

Formamos parte del Área Metropolitana, y hay una política consensuada con los 36 municipios para apostar por la movilidad sostenible. Una de las medidas es potenciar el transporte público y mejorar sus frecuencias y conexión. Una parte muy importante de este transporte es la red de buses metropolitanos, internos, intraurbanos e interurbanos. Tenemos una gran red de buses. Para mejorar frecuencia y rapidez, hemos tenido este convenio con el AMB, que ha sido una mejora progresiva. En 2019 se aprobó la creación de dos líneas exprés. También la L79, que nos conecta con la Diagonal, así como la mejora del parque de autobuses de la ciudad con vehículos híbridos y eléctricos. Nuestra vía rápida es la Ronda Sant Ramon, por lo que se acordó crear este carril bus, que responde a ese compromiso metropolitano. Es una vía con gran afluencia de vehículos de entrada y salida a la ciudad, sobre todo en horas punta, por lo que estamos trabajando para hacer compatible ese carril bus con el uso cotidiano de otro tipo de vehículos. Hay que mejorar la conexión con los polígonos industriales, como lo estamos haciendo con Barcelona y otros municipios. El carril bus no es una cuestión de Sant Boi, es un compromiso con el Área Metropolitana que se está haciendo en otros municipios para potenciar el transporte público.

La Zona de Bajas Emisiones está en vigor en Barcelona y en municipios metropolitanos como Esplugues y Cornellà. ¿Sant Boi valora sumarse a esta medida?

Hace años tomamos unas medidas que ahora están incorporando otros municipios, relativas a la pacificación de la movilidad. Teníamos claro que la movilidad tenía que ayudar a poner en el centro a los peatones, y pacificamos el centro histórico de nuestra ciudad. Hace 10 años ya identificamos zonas 30, zonas 20 y zonas 10, para compatibilizar con el transporte público y la bicicleta. Jerarquizamos los diferentes modelos de movilidad. El primero era moverse a pie, por lo que había que hacer una red de entornos urbanos agradables para este tipo de movilidad. Después, el modelo de vehículos urbanos sostenibles como la bicicleta, con la red de carriles bici y las zonas 10 y 20. Luego, la potenciación del transporte público y, finalmente, el vehículo privado. Cuando se concretó la Zona de Bajas Emisiones, nosotros ya teníamos todo este plan hecho. En estos momentos, Sant Boi es una de las ciudades con mejor calidad del aire, a lo que también nos ayuda nuestro entorno natural.

Carril bus de la Ronda Sant Ramon / AJ SANT BOI



El pasado mes de diciembre, Sant Boi estrenó una fotolinera para la recarga de vehículos eléctricos. ¿Es una pista del futuro de la movilidad en la localidad?

Sí, en Sant Boi y en todos sitios. Hace una semana visitamos la fábrica Silence, quienes hablan de vehículos urbanos sostenibles. Nuestros polígonos industriales también han aglutinado iniciativas vinculadas a esta transformación del sector de la automoción. La automoción es absolutamente trascendental en Sant Boi y en el entorno metropolitano, sobre todo en el Baix Llobregat. Hemos visto el impacto de Nissan y el papel que juega Seat y otras empresas. En ese proceso de transformación del sector, Sant Boi tiene un papel importante. Somos el punto de referencia del Área Metropolitana Sur de los concesionarios de todas las marcas, y de la red de talleres y asistencia técnica de los vehículos. Eso quiere decir que, con esta red, estamos potenciando la comercialización de los vehículos sostenibles. Entendemos que es el presente. Hay que dotar la ciudad de infraestructuras que ayuden a que los ciudadanos que hagan una apuesta por adquirir un vehículo híbrido o eléctrico tengan opciones para hacer recargas rápidas. Es una transición, tenemos muchos ciudadanos que tienen estos vehículos y son el objeto de su trabajo, como los transportistas. Es un sector muy importante y muy impactado por el covid, tenemos que acompañarles. Hay una gran oportunidad de mercado en comercializar de forma progresiva otro tipo de vehículos, y Sant Boi está bien posicionada.

Está recalcando la importancia de la industria de la automoción en Sant Boi. ¿Cómo se quedó cuando escuchó que Janet Sanz deseaba la desaparición de la industria automovilística en plena pandemia?

Tenemos que ser prudentes en los relatos. La narrativa de la movilidad sostenible es muy importante, e insisto en la transición. Si queremos ser útiles a la ciudadanía y a estos procesos, tenemos que impulsarlos desde la progresión. Tenemos muchos ciudadanos con los que tenemos que trabajar la concienciación y el acceso a este tipo de vehículos, por lo que son importantes las políticas de beneficios fiscales, pero no nos tenemos que engañar. Es un sector económico que genera mucho empleo, hay que acompañarles en su reconversión. Pero esa reconversión no es de 0 a 100. Hay mensajes que seguramente tienen una voluntad positiva, pero hay que calcular la narrativa, porque en lugar de ser beneficiosa puede generar rechazo y resistencias.

Barcelona cobrará por los puntos de recarga. ¿Cuál es la postura de Sant Boi en esta cuestión?

Estamos en proceso de transición. En estos momentos la recarga es gratuita, a medida que veamos que el uso se amplía, valoraremos un precio público. De momento, la voluntad es promover, por lo que intentamos que haya los menores obstáculos posibles.

Hay ciudadanos de Barcelona que, entonces, pueden venir a recargar sus vehículos a Sant Boi y otros municipios del Baix Llobregat.

Somos la gran Barcelona. Pero si detectamos que es así, la cuestión se tendrá que abordar en el AMB.

¿Cuáles son las infraestructuras de las que carece el municipio?

Sant Boi tiene una red de servicios bien dotada. En estos momentos, una reivindicación importante acordada con el Servei Català de Salut es el desdoblamiento del CAP Montclar, uno de los más antiguos que da respuesta a un barrio con mucha población. Atiende a 32.000 personas, está sobredimensionado, y sus instalaciones necesitan una renovación. El Ayuntamiento ha cedido un suelo en la plaza Mercè Rodoreda al Departament de Salut para la nueva ABS de Marianao. Otro elemento pendiente es el sector Caserna-Endesa. Sant Boi tiene un cuartel militar, el de Santa Eulàlia, en el que durante la obligatoriedad del Servicio Militar ciudadanos de toda España venían a hacer la mili al municipio. Ahora, la infraestructura tiene 10 hectáreas en la centralidad urbana de la ciudad, a las que se suman otras seis de una subcentral eléctrica que estaba al lado. 16 hectáreas que nos hacen de frontera. Hay una reivindicación al Ministerio de Defensa, de quien es la titularidad, para recuperar este espacio y ganarlo a la ciudad desde perspectivas diferentes. En estos momentos, estamos retomando las negociaciones con el Ministerio, es un gran objetivo de ciudad. Le hemos llamado Distrito Z, seremos referentes en generar un modelo de desarrollo urbano sostenible que es la creación de un centro de ciudad. Normalmente, las ciudades crecen del centro a la periferia, pero nosotros tenemos el centro por recuperar. Además, aplicaremos elementos de innovación de todo tipo.

Lluïsa Moret, en su despacho / RP



¿Cuáles son los principales problemas de incivismo e inseguridad que sufre Sant Boi?

No tenemos episodios singulares y significativos en Sant Boi. Participamos de conductas incívicas muy vinculadas al mal uso del espacio público. Esto genera problemas de convivencia y calidad del espacio público, con temas como los excrementos de los animales de compañía y los botellones de los jóvenes. Estamos reforzando los servicios públicos que tienen que velar por la calidad de dicho espacio, pero también la concienciación, incluso con sanciones, en aquellos casos que no se puedan resolver de otra manera. Nos hemos dotado de una red importante de zonas de recreo para perros para mitigar uno de los elementos que genera más malestar, la tenencia responsable de animales de compañía. Con el Covid, algunos aspectos se han agravado.

¿Los índices de conductas incívicas son superiores a la media en algún barrio de la ciudad?

Tenemos una red de regidores de proximidad, distribuidos por todos los barrios. No hay un barrio que destaque con conductas más incívicas. Es verdad que las características físicas de cada barrio les confieren unas singularidades distintas. No hay las mismas realidades en el centro antiguo que en los barrios de montaña. No tenemos datos significativos de que el incivismo sea mucho más significativo en un barrio.

La Plataforma Defensa dels Béns Comuns de Sant Boi se ha mostrado especialmente crítica con los planes de urbanismo del Gobierno municipal, llegando a calificarlos de “especulación”. ¿El municipio tiene un problema de vivienda?

Todos los municipios del Área Metropolitana tenemos un problema de vivienda. Una carencia del país es no tener un parque público de vivienda de alquiler asequible, lo que dificulta los procesos de emancipación de los jóvenes y los de acceso a una vivienda digna de familias con recursos más limitados. Los municipios tenemos pocas competencias, pero hay que mejorar la oferta de vivienda con estas características. Desde el ayuntamiento hemos cedido suelo público a las instituciones referentes para la construcción y oferta asequible de venta o alquiler a los ciudadanos de Sant Boi. Pero entendemos que no es suficiente, y estamos apostando por la generación de nuevas promociones. No solamente es construir, también es rehabilitar, por lo que tenemos políticas de rehabilitación de vivienda vacía. El urbanismo se asocia automáticamente a especulación, hay que hacer pedagogía. El urbanismo tiene una voluntad de poner orden en las ciudades. La voluntad del organismo metropolitano y local, es generar ciudades en condiciones humanas y dar respuesta al gran reto pendiente de la vivienda.

La multinacional Eurofins, compradora de la empresa Premium Lab, ha advertido sobre su voluntad de trasladar su actividad fuera de Cataluña. ¿Cree que se podrá evitar y salvar los empleos de los vecinos del municipio?

Hace un mes estuvimos reunidos con representantes del comité de empresa de Premium Lab, y les ofrecimos nuestro apoyo y capacidad de acción por si podíamos revertir esta intencionalidad. La empresa quiere trasladar el servicio de laboratorio. Nos hemos ofrecido para acompañar al comité y a los trabajadores para que esta realidad se pueda revertir. Creo que es difícil, la multinacional está muy decidida, pero haremos lo posible para que no sea así. Premium Lab es una empresa referente en nuestra ciudad, que también responde a la estrategia de ciudad vinculada al ámbito de la salud. Aporta un valor muy importante, con puestos de trabajo muy especializados y vinculados a la investigación y a las funciones de laboratorio. Haremos lo posible para que no se deslocalice.

¿Qué papel debe jugar Sant Boi en el Baix Llobregat y en el AMB?

Estamos trabajando desde hace años en nuestra estrategia de ciudad para mantener el liderazgo en el ámbito de la salud. En Sant Boi, un 20% de la población activa trabaja en el sector sanitario y sociosanitario. Acumulamos una red de servicios vinculados a la salud mental, la salud general y los entornos sociosanitarios. Nos posiciona bien, nos entronca con nuestras raíces, con las instituciones psiquiátricas de nuestra ciudad, que han evolucionado y son referentes a nivel internacional. Tenemos una buena noticia que nos comunicaba recientemente Sant Joan de Déu, que es el traslado a Sant Boi de la escuela universitaria de enfermería. Queremos ser líderes con aquellos activos que nos singularizan, como la salud. Además de la lógica asistencial, tenemos una mirada global de la salud que también tiene que ver con la sostenibilidad. Sant Boi aglutina todo el continuo de salud. La Fundación Gasol, con sede en Sant Boi, es referente y pionera en la prevención de la obesidad infantil. Las escuelas de Sant Boi han participado en estudios científicos en este sentido. También hemos hecho un esfuerzo importantísimo en la preservación de nuestro entorno natural, un elemento de calidad del aire y de vida.

Trofeos deportivos logrados por los equipos de rugby y béisbol de Sant Boi / RP



Usted ha reivindicado la Barcelona metropolitana. ¿Barcelona tiene esa mirada?

Barcelona va adquiriendo esta mirada metropolitana progresivamente. Es necesaria y le beneficia. Barcelona ha sufrido varias transformaciones a lo largo de su historia, la última fue la que vino de la mano de las olimpiadas. A partir de ahí, y con la creación del AMB, llega la nueva transformación de Barcelona. Una mirada global, en la que nos tenemos que beneficiar mutuamente desde la utilidad conjunta. La mirada metropolitana es necesaria si queremos mantener ese liderazgo cosmopolita entre las metrópolis más importantes del mundo.

Ha hablado de los hermanos Gasol. Hábleme del rugby. ¿Qué significa para Sant Boi?

Un elemento identitario y cohesionador. En 2021 celebramos el centenario del rugby. La Unió Esportiva Santboiana es el club degano, la cuna del rugby. El primer sitio de España donde se jugó a rugby fue en Sant Boi y, desde aquí, se generaron las federaciones española y catalana. Baldiri Aleu, ese veterinario santboiano que fue a estudiar a Toulouse y cuando llegó a su casa había aprendido a jugar a rugby, empezó a crear con sus amigos el club que ahora nos identifica.

¿Por qué es un elemento cohesionador?

El deporte tiene esa cualidad, los clubs tienen la vocación de generar identidad y representar a un colectivo y unos valores. El entorno metropolitano se identifica más con otros deportes. Nosotros tenemos dos deportes singulares: el rugby y el béisbol. Somos subcampeones de Europa de béisbol, que llegó a Sant Boi de una forma similar. El barrio de Camps Blancs acogió a parte de las 32.000 personas que procedían del barraquismo de Montjuïc. Una de esas familias aprendió a jugar al béisbol en el Puerto de Barcelona, donde unos marineros americanos le enseñaron a jugar. Cuando llegaron a Sant Boi, crearon el club de béisbol. Esto se convierte en un elemento singular identitario de Sant Boi. En el caso de la Unió Esportiva Santboiana, generaciones de santboianos han jugado a rugby. El club ha dado mucha importancia a la base. Ahora también tenemos un equipo femenino de primer nivel. Además, siempre ha participado en los grandes eventos de ciudad.

¿Cuáles son los principales retos de futuro de Sant Boi?

Creemos firmemente en el modelo de las agendas urbanas, que se va a basar en el modelo de la sostenibilidad económica, social y ambiental. Hay que reactivar nuestra ciudad, consolidando los sectores que están generando más desarrollo e impulso a nuestra ciudad y preservar nuestro entorno natural. Y mejorar el bienestar de nuestros ciudadanos. Siempre hemos querido generar modelos y ser referentes desde el compromiso colaborativo, porque eso significa ponernos metas que nos hacen mejorar. Sant Boi son todas aquellas iniciativas económicas y sociales que están en la ciudad.

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