Una decena de conversaciones en Fondo arrojan una preocupación común: los habituales robos en la calle. Es el principal problema de seguridad que perciben los vecinos del barrio más poblado (16.974 habitantes en 2018) de Santa Coloma de Gramenet, a su vez, la segunda ciudad catalana con más densidad de población (120.443 vecinos), solo superada por l’Hospitalet de Llobregat.

Un grupo vecinal de denuncia creado en las redes sociales durante el estado de alarma refleja con claridad el goteo incesante de robos, peleas y agresiones. Los incidentes, de menor o mayor gravedad, son diarios. Durante la mañana de este miércoles, 27 de enero, se han producido dos peleas, según explica Fidel Sánchez, presidente de la Agrupación de Vecinos de Fondo, sentado en un banco de la calle de Mossèn Jacint Verdaguer. Además, un hombre ha robado en un supermercado y durante su huida ha agredido a un agente de la Policía Local, relata. Enfrente del establecimiento, tres coches policiales aparcados.

DEGRADACIÓN

Miguel Padilla, vecino de Fondo y regidor del grupo municipal Ciutadans (principal partido de la oposición),  denuncia la “degradación” de la zona en los últimos años. “¡En los años 80 este era uno de los mejores barrios de Santa Coloma!”, señala. La mañana avanza más o menos con tranquilidad y por la tarde, con la caída del sol, aumenta la sensación de inseguridad de un vecindario cansado de los hurtos y robos. “Han aumentado mucho. De noche hay gente que por aquí ni pasa. Tienen miedo”, cuenta Chafik, trabajador de un restaurante de la céntrica plaza.

Dos coches de la Guardia Urbana de Badalona enfrente del mercado / G.A



La plaza del Rellotge, que en su día acogió numerosas relojerías, es el epicentro de un barrio bullicioso, con muchas tiendas y donde conviven decenas de nacionalidades. Aquí viven 3.141 vecinos de origen chino, el 41% de los inmigrantes del barrio, y que definen una zona que en su día llegó a apodarse como el Chinatown de Barcelona. La población de origen extranjero en total es del 26,2%. 

MULTIREINCIDENCIA

Padilla sitúa en el centro el principal problema: la multirreincidencia de los ladrones que protagonizan tirones de bolsos y hurtos, en ocasiones subidos en patinetes eléctricos. Lo explica Marina Fernández, dueña de un bar en la Rambla de Fondo. “A mí me da miedo salir con el bolso. Conozco a un grupo de mujeres que se reúnen cada día a las seis de la mañana para ir a trabajar y bajar juntas al metro”. 

Algunos bares representan puntos calientes de conflicto y de peleas. En las redes sociales, los vecinos relacionan estos hechos con el trapicheo que tiene lugar en algunos establecimientos. La prostitución también es un problema que denuncian algunos vecinos. Varias mujeres captan clientes cerca de la salida de la escuela Virgen de las Nieves.

Fuentes policiales del municipio barcelonés respaldan la versión de los vecinos y hablan de robos diarios en el barrio. "Actúan en grupillos y se dispersan muy rápidamente. En los últimos años los robos son continuos", relata un miembro de un cuerpo policial. Recientemente se cometen hurtos en furgonetas de mensajería a las que rompen el candado. Fidel también relata robos frecuentes en vehículos de reparto que abastecen a los establecimientos.

JÓVENES EXTRANJEROS

Said, peluquero de origen marroquí instalado en el barrio desde hace 30 años, conoce a algunos de los ladrones que actúan en la zona. Asegura que son jóvenes extranjeros que llevan relativamente poco en Cataluña. Algunos okupan y no tienen trabajo ni oficio. A veces les da comida y consejos para que se aparten de la delincuencia a la que acuden, dice, por necesidad. "La mayoría se arrepiente", comenta este hombre, que lamenta que los responsables del ayuntamiento no se acerquen al lugar para conocer la situación de estos chicos.

La plaza del Rellotge de Santa Coloma / G.A



La plantilla de la Policía Local está formada por 88 agentes, algunos en tareas administrativas. Se trata de uno de las ratios de policías por cada 1.000 habitantes más bajas de Cataluña. Desde Ciutadans achacan esta situación a la Generalitat, pero también acusan al consistorio de inacción. "No se han convocado las plazas necesarias teniendo en cuenta las jubilaciones. Parlón (la alcaldesa) no le ha dado prioridad, ha evitado este debate", señala Dimas Gragera, jefe de la oposición en el consistorio y muy crítico con la gestión de la edil socialista Núria Parlón. Padilla, compañero de partido, pide más presencia policial para evitar que la zona se convierta en un "gueto".

UN BARRIO SIN AUTOESTIMA

Este verano, en un contexto de oleada de robos y un aumento de percepción de la inseguridad, el gobierno municipal creó la Unidad de Apoyo e Intervención Rápida (USIR). Son siete agentes que, en la práctica, no aumentan la plantilla, según explican desde el partido naranja. Gragera emplaza al Ayuntamiento a dar "mensajes claros" contra los delincuentes multirreincidentes y propone que la administración se persone en los casos judiciales contra estas personas. También pide que su partido pueda participar en las juntas locales de Seguridad, así como los vecinos, y la instalación de cámaras de videovigilancia.

Fondo no es un lugar con un tejido asociativo fuerte. Sí tiene dos asociaciones vecinales y otras en agrupadas en el Centre Cívic. Padilla cree que el barrio tiene un "problema de autoestima". Las redes sociales han conseguido una organización vecinal que en verano se materializó con una manifestación contra la delincuencia. "Hay que conseguir que el barrio cree una comunidad", apunta Padilla. ¿"Y eso como se hace?", pregunta el dueño de un bar en el barrio Latino, pegado a Fondo. "Pues pisando más el barrio", se responde a sí mismo este restaurador, aludiendo a los regidores municipales.

PERSECUCIONES POLICIALES

Existe un problema añadido en la tarea de la policía a la hora de perseguir a los delincuentes. Santa Coloma delimita con Badalona y la delimitación física no existe. Cruzando una calle el paseante cambia de municipio. Durante la pandemia ambos ayuntamientos firmaron un acuerdo temporal que permite a los cuerpos policiales actuar en ambas ciudades si la circunstancia lo requiere. Cs pide un convenio definitivo para consolidar esta colaboración.

Noticias relacionadas