Llegó a La Mina desde las barracas del Camp de la Bota. Desde hace más de veinte años, Paqui Perona ayuda a las gitanas a encontrar trabajos dignos. Hija y hermana de activistas gitanos, rechaza “el feminismo hegemónico de la élite blanca que presume de sus éxitos pese a las pérdidas que ha supuesto a la sociedad”. Más progresista que las feminoides que viven del cuento, les reprocha que “la felicidad de las mujeres gitanas no radica en el mercado de trabajo, en la competitividad y el consumismo”.
El Día Internacional del Pueblo Gitano se inauguró en La Mina una calle dedicada a su padre y acudieron muchos vecinos. Al contrario del acto oficial en el Parlament, “donde no pusieron ni la bandera gitana”, protesta. Cuando llegó al barrio, la mayoría de gitanas eran analfabetas. La generación siguiente ya acabó la ESO. Pero payas que nunca han pisado una comunidad gitana se extrañan de que las gitanas “no se sientan identificadas con el sistema y se adaptan malamente”.
Gracias a personas como Paqui Perona, las gitanas se reconocen en su himno. Se titula Gelem, gelem y significa: anduve, anduve. Comienza con la estrofa: “Anduve, anduve por largos caminos. Encontré afortunados romà. Ay romà ¿de dónde venís con las tiendas y los niños hambrientos?” Y acaba con a que grita: “¡Arriba Gitanos! Ahora es el momento. Venid conmigo los romà del mundo. La cara morena y los ojos oscuros, me gustan tanto como las uvas negras”. Baxtaló to divés. Thaj śel berśa te dyives, brotomuchí Paqui. (Que tengas un feliz día y que cien años vivas, prima Paqui).