El ruido que emana de la Central Térmica de Ciclo Combinado de Sant Adrià de Besòs --perteneciente a Endesa-- imposibilita el día a día de los residentes de distintos barrios del municipio. Numerosas imágenes y vídeos cedidos a Metrópoli demuestran los molestos sonidos que afectan principalmente a los vecinos de La Catalana. Algunos de ellos han denunciado a este medio estos "episodios puntuales": "No hay un patrón, pero cada cierto tiempo ocurre. Más de 70 decibelios al día", denuncia Julien, que se compró un piso en la calle Jardí del Pessebre Vivent el pasado abril.
"Nos han vendido la moto", explica, indignado, el chico, que asegura que la inmobiliaria AQ Acentor, con una oficina en el mismo barrio de La Catalana, no les advirtió de ninguno de los actuales problemas de la zona: uno de ellos, esta contaminación acústica.
"VIENE DE LARGO"
José Caparrós, otro vecino de La Catalana desde hace 11 años, apunta a este digital que el tema de los ruidos "viene de largo" y que, además, esto no solo les afecta a ellos: "Los que vivan en Sant Joan Baptista o en La Mina también tienen que notarlo". Él no lo sufre tan de lleno como Julien porque, en su caso, la construcción de más bloques delante del suyo bloquea el ruido.
Aún así, corrobora la versión de Julien: "Son muchas veces las que, de golpe y porrazo, aparecen ruidos en la central que duran horas y horas y siempre indican que es un fallo de alguna válvula o algún sistema de alerta averiado".
DIVERSAS AVERÍAS
En efecto, este medio ha podido confirmar que la respuesta del Ayuntamiento ante las numerosas quejas de los vecinos de la zona suele ser la misma: "Durante la semana han habido más ruidos de lo habitual porque han ido solucionando varias averías", es uno de los mensajes que el gobierno municipal le hizo llegar al grupo en uno de los molestos episodios de ruido.
Endesa es la propietaria de la Central Térmica de Ciclo Combinado de Sant Adrià de Besòs.
MEDIDORES DE RUIDO
Airenet también mantiene una guerra abierta en este aspecto. La plataforma critica el compromiso al que Endesa se sometió hace ahora dos años: "La compañía se comprometió, en diciembre de 2020, a realizar un estudio de ruidos que no hizo", explica Silvina Frucella, portavoz. ¿Cuál fue el siguiente paso? Presentar una denuncia ante la Guardia Civil. Sin embargo, tampoco se pudo llevar a cabo, ya que necesitaban "mediciones oficiales".
La alcaldesa Filo Cañete les aseguró a este grupo de vecinos en diciembre de 2021, el año pasado, que instalaría un sonómetro que funcionaría un mes. "Supuestamente lo hizo, pero meses más tarde, Ruth Soto dijo que esa medición no era oficial". Un proceso que la regidora socialista de Área Sostenible tumbó, lo que ha desconcertado a los vecinos, que no acaban de entender el porqué. "Es un incumplimiento tras otro porque Endesa sigue aturdiendo con sus ruidos. Algo grave, ya que la normativa de ruidos es municipal, no depende de nadie más", ha denunciado Silvina.
NUEVOS SILENCIADORES
Por su parte, la propietaria de la central comunicó este mes de julio que, en el último trimestre del año, instalaría nuevos silenciadores de última generación para "reducir la emisión de sonidos".
"Los equipos conseguirán, cuando se pongan en marcha los grupos térmicos, niveles sonoros finales compatibles con los máximos requerimientos que la normativa actual establece para las nuevas instalaciones", reza el comunicado, que está subido en la página web del consistorio.
DISTINTOS COLORES
Además del ruido, los residentes también manifiestan su inquietud ante los vapores que las torres de la central desprenden, de "colores" diversos. Visibles ya no solo desde las viviendas del barrio, sino también desde la playa del Fòrum, que se encuentra justo a los pies tanto de la central como de Tersa.
El "olor a vómito" también es algo con lo que conviven los vecinos como Julien: "Nos sentimos impotentes", comenta el vecino, al que le explicaron en una ocasión que este olor era consecuencia de unos productos químicos que se destinaban a los camiones de la empresa.