Las familias de los fallecidos en el incendio de Santa Coloma de Gramanet del pasado 4 de mayo claman justicia. El fuego, dicen, fue provocado. ¿Por quién? Es algo que los Mossos d'Esquadra todavía están investigando, cuatro meses después de la tragedia. Aunque la policía catalana no ha revelado más detalles de la investigación porque está "bajo secreto de sumario", los parientes aseguran que se utilizó acelerante para prender fuego a unos muebles y botes de pintura que llevaban días en la entrada, a la espera de ser recogidos por una brigada del Ayuntamiento.
El edificio, ubicado en el número 23 de la calle Sant Joaquim, fue pasto de las llamas a primera hora de la mañana y dejó a tres fallecidos en el acto: tres compañeros que convivían en habitaciones alquiladas en el tercer piso.
"ERAN MUY QUERIDOS"
El suceso tomó otra dimensión al ser un bloque okupado. En una de las viviendas vivía un hombre que, días antes, fue detenido por proferir amenazas a algunos vecinos. El individuo era la manzana de la discordia de la zona, tal y como confirmaron en su día los residentes a este digital. Ocasionaba peleas y numerosos problemas de convivencia.
Por el contrario, los fallecidos "eran muy queridos", tal y como explican sus familiares. "Los vecinos dejaron muchas muestras de cariño y notas de pésame en el lugar".
"PAGABAN SU ALQUILER"
La alcaldesa Núria Parlon aseguró en aquella ocasión que la situación de todos los pisos se había regularizado, excepto una, la del conflictivo okupa. ¿Y la de los fallecidos? En teoría, en la vivienda vivían un joven con su mujer y sus hijos, pero no era así. El hombre enarbolaba este discurso para beneficiarse de un alquiler social. Lo que en realidad hacía era realquilar las habitaciones a cinco personas, cuatro de las cuales fueron las víctimas mortales del incendio. "La agencia no tenía ni idea de esto", explican los familiares. Un engaño, por lo tanto, que permitía al hombre pagar un alquiler más bajo.
Son estos familiares los que aclaran la situación habitacional de los fallecidos, en un intento de desvincularlos de la okupación. "El chico que les alquilaba las habitaciones sí que había sido okupa hace años, pero ya no lo era", explican.
HERMANOS GEORGIANOS
En algunos medios se apuntó que dos de los fallecidos eran unos hermanos de nacionalidad georgiana que se encontraban de visita en uno de los pisos para celebrar el anuncio de boda de unos amigos. Sin embargo, los hermanos vivían allí, tal y como aseguran sus consanguíneos a Metrópoli. Los jóvenes, de 21 y 27 años, llevaban apenas tres semanas en Santa Coloma. Se habían trasladado desde su país natal para montar un negocio.
En Georgia abrieron Bikecity.Ge, un servicio de motos. Aunque la clientela era numerosa, decidieron mudarse por algunos problemas de seguridad. Mantenían una buena relación con sus compañeros de piso, un hombre de 36 años, que también murió, y una pareja latina. La joven, de 21 años, fue la cuarta víctima mortal.
"LA ESCALERA ERA UNA CHIMENEA"
Los cuatro fallecidos intentaron huir de las llamas, lo que fue decisivo para perder la vida. Al abrir la puerta de la vivienda para descender las escaleras del bloque hacia la calle, se sentenciaron. El resto de inquilinos del edificio sobrevivieron porque permanecieron en sus casas con las puertas cerradas.
Los parientes que se desplazaron hasta el lugar de los hechos han relatado la descripción que los Bomberos que extinguieron el fuego les proporcionaron: "La escalera parecía una chimenea".
JUSTICIA
Con los indicios de los que disponen los familiares y lo poco que la investigación de los Mossos ha revelado, los parientes claman justicia y que "quien lo ha hecho que lo pague".
"Rogamo que no se difundan falsos rumores provocados por personas que no se han molestado en dar sus condolencias y que solo buscan ensuciar la memoria de los fallecidos. Murieron personas, jóvenes, que un día se levantaron para ir a trabajar y les sorprendió un incendio", han comunicado a este medio.