Los vecinos y vecinas del barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs esperan celebrar las fiestas del barrio con cierta "normalidad", aunque los últimos acontecimientos no inviten a ello. En menos de un mes, dos homicidios. Uno por una reyerta entre familias. El otro, por una discusión en materia de vivienda: los propietarios de un piso de la calle de Levante realquilaban una de las habitaciones a una pareja. El chico, italiano, acabó muerto por una pelea con el hijo de los dueños.
Las fiestas populares ya se pospusieron con el primer crimen: se iban a celebrar el fin de semana del 23, 24 y 25 de septiembre, pero la muerte de Kiko unos días antes hizo que la Asociación de Vecinos reculase por respeto a los familiares.
CLIMA CALMADO
Los residentes del barrio hacen de las desgracias una oportunidad para reforzarse como comunidad. Las fuentes vecinales consultadas por Metrópoli han expresado que están "tranquilos, como siempre". No les preocupa el escenario festivo. Por el contrario, creen que la celebración es necesaria para "calmar los ánimos".
Las fiestas de La Mina darán comienzo este viernes, 14 de octubre, y se alargarán hasta el domingo 16.
UN HOMBRE APUÑALADO
El homicidio del pasado sábado, 8 de octubre, sorprendía al vecindario. El suceso tenía lugar de madrugada, en el interior de un piso. Este medio lo avanzó en exclusiva y, sobre las 09:00 horas, todavía había gente que no se había enterado del crimen. La presencia policial horas después también era nula por la zona.
En un principio se apuntó a que la fallecida era una mujer, pero los Mossos aclararon que el muerto era un hombre de nacionalidad italiana. Los dueños del piso, colombianos, realquilaban la habitación al italiano, de 48 años y con antecedentes, y a su pareja, pero el hijo de los propietarios se presentó en la vivienda a altas horas de la madrugada para discutir de ciertos asuntos. En la refriega, el joven asestó una puñalada mortal a la víctima.
DESCALZO Y CON MANCHAS DE SANGRE
Fuentes vecinales han apuntado a este medio que la misma noche vieron a un hombre, presumiblemente el autor del crimen, caminando por la calle ensangrentado y descalzo. A los residentes les extrañó, pero todavía les sorprendió más a los agentes que acudieron al lugar, que también se lo cruzaron.
El grupo de homicidios de la región policial metropolitana norte de los Mossos detuvo el pasado sábado a dos personas acusadas de participar en el asesinato.
MÁS PRESENCIA POLICIAL
La alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete, pidió más presencia policial de los Mossos a raíz del homicidio de Kiko, que fue tiroteado en la calle Rosalía de Castro por una plaza de aparcamiento.
Con este segundo suceso, la alcaldesa ha recalcado su petición: "Continuo reclamando más presencia policial de orden público y más actuaciones judiciales". Cañete ha instado, en la línea de la Asociación de Vecinos, a recuperar la normalidad para que los vecinos puedan vivir "con tranquilidad y dignidad en el barrio".