Los familiares de los cuatro fallecidos en el trágico incendio de Santa Coloma de Gramenet del pasado mayo respiran un poco más tranquilos. Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado miércoles, 14 de diciembre, al presunto autor del fuego que acabó con la vida de los inquilinos del cuarto piso del edificio de la calle Sant Joaquim.
"Todo apunta a que es él", han explicado los familiares de las víctimas a Metrópoli. Se trata de O.B.K., un hombre de origen marroquí al que las cámaras de seguridad de la calle grabaron en la zona del incendio la noche del 4 de mayo.
EN LIBERTAD PROVISIONAL
Los indicios, como han explicado los familiares de los fallecidos a este medio, son claros: O.B.K. tiene diversos antecedentes penales por okupación y por prenderle fuego a contenedores. Según ha explicado la policía catalana, el hombre pasó a disposición judicial la semana pasada, pero no ingresó en prisión porque "faltan pruebas contundentes". Por lo tanto, actualmente se encuentra en libertad provisional.
La triangulación de su teléfono móvil y las imágenes registradas aclaran que el hombre estuvo aquella noche en la zona donde también hubo, simultáneamente, un segundo incendio en otro edificio cercano en el que, hace años, provocó algunos destrozos.
TOXICÓMANO y OKUPA
Ante la pregunta de si el autor del incendio tenía algún tipo de relación con los fallecidos, los familiares no han sabido responder. "En teoría, no hay nada que los relacione", han detallado. "Lo que sabemos es que es toxicómano y también tiene síntomas de esquizofrenia". Además, en mayo, O.B.K. okupaba una asociación del barrio de Les Oliveres, también en Santa Coloma. Un conjunto de indicios que señalan al hombre, al que se le ha retirado el pasaporte para que no salga del país.
El secreto de sumario ya se ha levantado, pero la policía todavía trabaja para acabar de acotar la investigación en torno al acusado.
DESCARTADO UN VECINO
La certeza del crimen ha desviado el ojo del huracán de Cristian, el vecino del bajo del edificio quemado sobre el que pesaban multitud de sospechas. Cristian era un okupa muy conflictivo que había tenido gran cantidad de peleas y problemas con el vecindario de la calle Sant Joaquim.
De hecho, unos días antes del trágico suceso, la Policía Local lo detuvo por amenazar a unos residentes con un cuchillo.
CUATRO VÍCTIMAS MORTALES
El fuego acabó con la vida de cuatro personas: tres de ellas, unos hermanos georgianos y un hombre de 36 años murieron en el acto y la cuarta víctima, una joven de 27 años, falleció al cabo de meses en el hospital.
Todos eran residentes del cuarto piso y vivían en habitaciones realquiladas.