A quirófano tras recibir un brutal puñetazo de un portero en Castelldefels
El agresor le perpetró un golpe a un joven de 26 años dejándole el pómulo totalmente fracturado
6 enero, 2023 00:00Noticias relacionadas
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Los Mossos d'Esquadra investigan la agresión a un joven por parte de un portero de Castelldefels la noche de fin de año. Según ha podido saber Metrópoli, el ataque se perpetró en el exterior de la discoteca Morena, una sala de ocio nocturno ubicada en la calle 11 del número 29 de este municipio del Baix Llobregat. Los hechos –que tuvieron lugar en Nochevieja alrededor de las 07:00 horas de la mañana– fueron presenciados por varios testigos.
Al salir de la discoteca, el portero, apodado Ricky –que esa noche no estaba de servicio– se paró en la misma calle para pedir un cigarro al grupo de amigos de este joven. Sus acompañantes se lo dieron y al momento el grupo se dispersó. En ese instante –según relatan varios testigos– fue cuando el individuo aprovechó para propinarle el brutal puñetazo que le rompió el pómulo al joven. El chico –completamente noqueado– se desplomó en el suelo de la calle: "Sólo veía sangre y más sangre", apuntan los testigos que le vieron caer. Tras el golpe, los allí presentes aseguran que el agresor se quedó "tan tranquilo" hasta que decidió irse a pie a ritmo calmado con un acompañante. Minutos después de esta agresión la policía se desplazó al lugar de los hechos y el agredido formalizó su denuncia.
SIN MOTIVO APARENTE
Varios testimonios explican sorprendidos a este medio que nadie lo vio venir. Aseguran que no oyeron ninguna discusión previa y que tanto al joven como a los acompañantes "les pilló por sorpresa la situación". Algunas de las personas que vieron lo que pasó todavía no logran descifrar el porqué: "Nos quedamos todos muy sorprendidos, nos giramos un momento y al segundo le vimos tendido en el suelo con mucha sangre, no había un motivo aparente" relatan. Uno de los chicos que presenció la agresión asegura que segundos después de que Ricky le propinase el puñetazo se dirigió a él y le chilló: "Y tú no me mires así que al final te voy reventar a ti también", explica aún incrédulo con lo sucedido.
Fuentes cercanas a los hechos apuntan que el agresor –de complexión alta y morena– estuvo toda la noche con una actitud "altiva y maleducada". Varias chicas que estuvieron dentro de la discoteca explican que se dirigía a ellas sin respeto y con comentarios muy machistas: "Me preguntó si tenía novio y me propuso acabar la noche con él en varias ocasiones", recuerda una de las presentes. Personas cercanas a la investigación aseguran que este portero –que trabaja actualmente en varios locales nocturnos de Castelldefels– tiene antecedentes por agresiones similares. Sin embargo, la investigación de la policía catalana continúa en curso, por lo que no han trascendido más detalles al respecto.
EL JOVEN, A QUIRÓFANO
El chico de 26 años tuvo que ser desplazado al hospital de Bellvitge después de recibir el puñetazo. La contusión le provocó afectaciones visibles en la zona del ojo y del pómulo. Aunque el hinchazón bajó a medida que pasaron las horas, el cirujano confirmó un mal diagnóstico: una fractura de pómulo. Como consecuencia del golpe, el joven tendrá que someterse a una cirugía maxilofacial para restablecer el hueso fracturado.
Algunos testimonios confirman que fue un único golpe pero que fue directo a la mandíbula: "Este agresor no debería trabajar de cara al público, no transmite ningún tipo de seguridad. Su agresividad ha enviado a quirófano a un chico con un sólo golpe, es peligroso", explican atemorizados. Aunque los hechos sucedieron en una calle aledaña a la discoteca mencionada, esta sala de ocio nocturno ha sido escenario de varias peleas. Un espacio que está en el punto de mira de la policía por su alto grado de conflictividad.
LA DISCOTECA, AL MARGEN DEL CONFLICTO
Los propietarios de la sala Morena se han puesto en contacto con Metrópoli para puntualizar que el agresor no trabaja como portero en esta discoteca. Aseguran que los profesionales de seguridad de esta sala tratan de hacer su trabajo "lo mejor posible" para evitar que sucedan episodios como el relatado en este artículo.
Consideran que su sala de ocio es "totalmente segura" y que los hechos violentos que puedan tener lugar son en el exterior de su local: "Lidiar con la noche y con el alcohol siempre es difícil, pero nosotros intentamos hacer nuestro trabajo lo mejor posible, dentro no tenemos ningún problema", remachan los propietarios a este medio.