Consecuencias desastrosas en el último incendio de contenedores en Sant Adrià de Besòs. No es la primera vez que los vecinos de las calles Doctor Ignasi Barraquer y Ricart, al lado del Ayuntamiento, viven un episodio de este tipo, pero el fuego de la madrugada de este viernes, 20 de enero, ha puesto en jaque a los residentes.
Lo describen a Metrópoli los vecinos del número 20 de la calle Ricart: "Vivimos en el cuarto piso y aún así la columna de fuego no nos dejaba abrir las ventanas. El aluminio ardía", narran los atemorizados residentes, que se despertaron a las 05:00 horas por la llegada de los Bomberos.
El edificio afectado por el fuego en Sant Adrià / CEDIDA
CRISTALES REVENTADOS
El fuego ha reventado los cristales del balcón, justo encima de donde se situaban los contenedores. El hollín negro ha penetrado incluso en el interior de las viviendas y ha afectado a algunos aparatos tecnológicos: "El aire no funciona y se han fundido los cables de internet. Todas las plantas se han quemado también".
La peor parte, sin duda, se la han llevado los vecinos del primer piso, que ya solicitaron en su día cambiar la ubicación de los contenedores por el temor de que el deastre se repitiese.
EL BBVA, SIN SERVICIO
Además del bloque de viviendas, el banco BBVA, que hace esquina en la calle, también se encuentra este viernes cerrado y sin poder dar servicio por la falta de conexión y los desperfectos que el incendio ha causado en el local.
Pendiente queda la evaluación de daños del seguro de cada comunidad, aunque el administrador de alguna de las fincas ya ha anunciado que inteprondrá una denuncia por acto vandálico.
El cableado de internet del edificio, fundido / CEDIDA
UN PIRÓMANO SUELTO
Uno o varios. Los Mossos d'Esquadra llevan meses detrás del autor o autores de los incendios provocados en todo Sant Adrià, pero no hay ninguna pista que los haya llevado a detener a nadie. La Policía Local también trabaja en ello.
La quema de contenedores es habitual en el municipio y también lo está siendo los últimos días en el río Besòs, donde las cañas han ardido con virulencia.