Los entresijos de la Guardia Urbana de Badalona han llegado a los juzgados. Políticos y policías se mezclan ahora en una vorágine de denuncias cruzadas que dilata todavía más en el tiempo las tan ansiadas negociaciones por unas condiciones dignas de la plantilla. Las acusaciones entre los sindicatos no cesan —aunque no suelen pasar la barrera virtual y anónima de Twitter— y los acuerdos a los que, se supone, debían llegar el cuerpo local y el Ayuntamiento todavía no se han materializado.
Este medio lo avanzó en octubre del 2022: Fiscalía investiga a los mandos de la Guardia Urbana por el cobro de unas horas de trabajo que no habrían realizado. La Plataforma Sindical Unitaria (PSU), el sindicato mayoritario en el cuerpo, fue quien destapó la, de momento, presunta irregularidad, que posteriormente se elevó a la División de Asuntos Internos (DAI) de Mossos d'Esquadra con la ayuda del regidor de Recursos Humanos, Manel Sorribas. La demanda le llegó al regidor republicano hace unos días: el Sindicat de Comandaments de les Policies Locals de Catalunya (SICPOL) se querellaba contra él por la ocultación de expedientes sancionadores de diversos agentes. Un movimiento que, aseguran desde la PSU, se trata de una "venganza".
DENUNCIA POR OCULTACIÓN DE EXPEDIENTES
Los mandos de la Urbana acusan a Sorribas de eludir su responsabilidad en la investigación de expedientes abiertos, infracciones policiales, de miembros de la plantilla. El sindicato, con Conrado Fernández, el "emperador" de Badalona, a la cabeza, asegura que la Guardia Urbana ha abierto 17 procedimientos de investigación interna desde el 2020. Solo se habrían investigado dos, recalcan, por lo que el regidor habría cometido delitos de infidelidad en la custodia de documentos y omisión del deber de perseguir delitos.
En la denuncia consta que, desde el cuerpo local, se advirtió a Recursos Humanos de la necesidad de elevar los casos a autoridades judiciales porque podían ser constitutivos de delito por parte de los agentes infractores.
"TERGIVERSADOS"
Casos, apuntan desde la PSU, que no traspasan lo "administrativo" y que los mandos han "tergiversado" de forma intencionada. Los ataques entre sindicatos son continuos y algunos agentes describen a Metrópoli el "tenso" ambiente en comisaría: "Nos intentan fiscalizar por cualquier cosa". Una situación crítica que algunos policías llevan sufriendo años, como ya denunciaron hace meses.
El polvorín a punto de estallar lleva continuamente a una parte de la plantilla a manifestarse en cada acontecimiento destacado de la ciudad: la última vez fue, a última hora, a las puertas del Badalona Centre Internacional de Negocis (BCIN), donde se realizó el sorteo de la Copa del Rey. Los agentes volvieron a gritar y a bocinar, con sombreros incluidos, pero lo cierto es que la estrategia solo genera ruido.
SORRIBAS SE DEFIENDE
Ante las acusaciones, Manel Sorribas ha salido al paso a través de un comunicado de Twitter en el que niega "rotundamente" que haya paralizado u omitido la obligación de impulsar los expedientes disciplinarios. Asegura, además, que durante este año se han incoado cinco de ellos.
Ante la "vaga encubierta" que algunos señalaron en relación a las bajas masivas del mes de noviembre, el republicano aclara que se ha solicitado la colaboración de la Generalitat para esclarecer los hechos. Con todo, el regidor de Recursos Humanos no ha contestado a las peticiones informativas de este medio.
UN DAÑO A LA CIUDADANÍA
La mala situación de la policía local repercute en una ciudadanía "harta" de la inseguridad. A pesar del ingreso en prisión del pirómano más conocido de Badalona, los últimos días se han repetido los incendios provocados en contenedores. Los atracos a comercios y asaltos a negocios también están a la orden del día.
El equipo de Rubén Guijarro, como ha afirmado en anteriores ocasiones, trabaja para llegar a algún acuerdo y ha reforzado la presencia de los Mossos d'Esquadra en el municipio.