"Más de lo mismo". El vecindario de La Catalana de Sant Adrià de Besòs sufre, desde hace meses y sin ningún tipo de alivio, las consecuencias de la Central Térmica de Ciclo Combinado que pertenece a Endesa. Los humos y la pestilencia que desprenden persisten en el ambiente, caldeado desde hace tiempo por los distintos puntos de contaminación que coinciden en el barrio: desde la de los coches hasta la de los suelos.
A los conocidos olores, en estos últimos meses se suma uno nuevo: el de "barbacoa" o "ahumado". Algunos residentes lo relacionan con la actividad del crematorio, el del Tanatori del Litoral, al que el Tribunal Supremo daba luz verde el pasado diciembre. Con todo, no hay pruebas fehacientes que lo demuestren, pero la mera posibilidad preocupa a los vecinos, castigados por la polución.
HUMO DESCONTROLADO
Un vídeo difundido en Twitter por Nestor, uno de los vecinos de La Catalana, volvía a poner sobre la mesa lo perjudicial de la central de Endesa. En las imágenes se aprecia cómo una gran columna de humo gris se dirige hacia Barcelona. "Depende para dónde sople el viento", explicó Nestor hace unos meses a Metrópoli. Una problemática que no se ha solucionado, como la de los ruidos que genera la central.
Desde la Asociación de Vecinos del barrio han observado, en la misma línea, que "cuando más humo echa la central de Tersa suele ser cuando llueve o por las noches". Un patrón que perturba el descanso de los residentes de la zona, pero también su día a día: "Parece que quieran que nos marchemos de aquí".
OLOR A "BARBACOA"
Recientemente, el mismo grupo de vecinos ha detectado un nuevo olor que penetra en sus hogares e, incluso, se impregna en ropa y toallas: el de barbacoa. "Empiezan a decir que podría ser del crematorio, ya que las fechas coinciden desde que les dieron luz verde para dicho fin", explica a este medio el portavoz de la asociación, José Caparrós.
Caparrós insiste en que esta conclusión no se ha podido comprobar, "pero podría ser posible". "Tendríamos que controlar cuando estuviesen haciendo una cremación y luego estar al lado para ver si el olor es el mismo", sugiere el de La Catalana.
SIN LUZ
La Catalana es un barrio encajado entre La Mina y Sant Joan Baptista al que hay que llegar cruzando los puentes que separan ambas orillas del río Besòs. Se encuentra a tan solo unos metros del crematorio, de la central de Tersa y también de las autopistas. Algunos de los terrenos están contaminados, como una gran parte del subsuelo adrianense. A todo ello se suma ahora otro suceso, consecuencia del vandalismo: gran parte de la zona está a oscuras.
Los vecinos han explicado a Metrópoli que alguien "ha robado las placas de todo el alumbrado del descampado" situado en frente de la central de Tersa. "Tenemos que pasear a los perros a oscuras". Un miedo que se suma, relatan, al ya existente por un grupo de "yonkis" que viven debajo del puente o que merodean por la zona.
ROBOS
Al ser un barrio sin apenas servicios, apartado del centro de Sant Adrià, La Catalana también es un objetivo de grupos de ladrones que intentan acceder a los pisos, en su mayoría de obra nueva. Los trasteros y parkings de la zona ya han sufrido robos y, desde hace meses, el vecindario se mantiene alerta ante la presencia de delincuentes, algunos ya identificados por las cámaras de seguridad de las fincas.