Prisión permanente revisable, esa es la condena que la Audiencia de Barcelona ha impuesto al asesino doble que en la noche de Reyes de 2020 asesinó a su expareja y a su hija a cuchillazos, con las que todavía convivía en la localidad de Esplugues de Llobregat aunque ya se había roto su relación sentimental.

Tras la ruptura, la pareja acordó que él abandonaría el piso, pero su expareja le dió un tiempo para que encontrara otro lugar al que irse. El tiempo pasó y, finalmente, quien fuera su novia le impuso un plazo límite para que abandonara el inmueble. El asesinato ocurrió a una semana de que venciera la fecha. Las víctimas tenían 28 y tres años. El asesino, tras llevar a cabo el crimen, alertó a emergencias explicando que había matado a su mujer e hija.

ALEVOSÍA Y ENSAÑAMIENTO

Cuando los técnicos sanitarios llegaron al piso, encontraron el cadáver de la mujer con 52 cuchilladas en el cuerpo. Tras el exámen forense, averiguaron que mató a su hija después, por lo que presenció el atroz crimen.

Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona. - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo

Tras el juicio, el jurado lo declaró culpable por unanimidad y descartaron el atenuante solicitado por la defensa, que alegó que el asesino presentaba un trastorno de personalidad esquizotípico que le hizo actuar "como si no fuera dueño de sus actos". Sin embargo, no existía informe médico que lo ratificara.

VIOLENCIA DE GÉNERO

Sin embargo, el tribunal sí le ha aplicado el agravante de violencia de género al considerar que el hombre "actuó movido por un sentimiento de superioridad y posesión a su expareja y con ánimo de despreciar a quien había sido su pareja" y de la que no aceptaba la ruptura.

El asesino ya ingresó en prisión por los dos delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, pues durante el juicio se consideró que no les dio oportunidad de defenderse y les causó un sufrimiento innecesario.

Noticias relacionadas