La problemática okupa en Badalona vuelve a estar en el punto de mira. Tan solo dos días después de la investidura de Xavier García Albiol como alcalde de la ciudad, los Mossos d'Esquadra protagonizaron este lunes un tenso desalojo en la avenida Alfonso XIII, a la altura de Pep Ventura: decenas de personas tuvieron que abandonar unos bajos que llevaban habitando de manera ilegal, por lo menos, más de un año. Sus residentes eran, en su mayoría, supervivientes del trágico incendio que se produjo en una nave del Gorg, en diciembre de 2020, que volvieron a ser desahuciados de otro espacio en enero de 2022. 

La orden policial para la desokupación se trató, con todo, del colofón final de una serie de molestias que perturbaban la paz de los vecinos: desde fiestas y música a altas horas de la noche hasta tráfico de drogas y venta ambulante.

Tensión entre policías y okupas en una nave okupada de Badalona / PABLO MIRANZO - MA

PROBLEMÁTICOS

No se trata del perfil okupa que los vecinos del municipio han sufrido, y todavía sufren, en otras partes de Badalona, como el caso del Rambo de Bufalà o el grupo de jóvenes que instaló una piscina en el terrado de un local de Montigalà. En esta ocasión, decenas de inmigrantes, con edades que oscilan entre los 30 años hasta más avanzadas, buscaron un techo en el que refugiarse tras tener que huir del fuego que arrasó su anterior "hogar", en el barrio del Gorg.

Sin embargo, el vecindario de uno y otro lugar denuncian los mismos problemas: fiestas descontroladas que acababan, por la ingesta de alcohol, con peleas en mitad de la calle, menudeo de drogas y, en ocasiones, venta ambulante. Algunos padres con hijos matriculados en los Salesians, colegio cercano a los bajos okupados, aseguran a Metrópoli que varios hombres residentes en el local se paseaban, cerveza en mano, por el barrio "increpando e insultando a la gente que pasaba, incluso a los niños". Unas agresiones verbales que, dicen, se originaban en la nave.

DISPERSIÓN A OTRAS NAVES

La actuación de este lunes se saldó con tres detenidos por los mossos, pero el resto de ocupantes se dispersó a otras zonas de Badalona. Fuentes policiales detallan a este medio que los otros dos puntos de encuentro de los supervivientes del incendio de hace tres años se reparten ahora entre la calle de Antoni Bori y Progrés, ambas vías pertenecientes también al barrio del Gorg.

Ya en el polémico desalojo del año pasado, en el que el ahora alcalde recibió algún que otro puntapié, una parte de los desokupados reclamaban vivienda, papeles y trabajo. Se desvinculaban así de la actividad delictiva a la que una gran parte del vecindario los relacionaba.

Uno de los okupas de la nave de Badalona levantando los brazos durante el desalojo / PABLO MIRANZO

MANO DURA

Con todo, la acción policial ha sido aplaudida por una gran parte de la ciudadanía, que se alegra de la aplicación de medidas tan "contundentes" para frenar la sensación de inseguridad de algunas zonas de Badalona.

Albiol, en su discurso de investidura del pasado sábado, ya adelantó que la limpieza y la seguridad serán las prioridades de su equipo de gobierno, aunque todavía está por ver qué acciones concretas tomará el alcalde para enderezar el rumbo de la cuarta ciudad de Catalunya.

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