Xavier García Albiol (Badalona, 1967) ha experimentado un cambio. Tiene cara de alcalde, traje de alcalde. Después de intentarlo, y de haberlo sido durante un breve periodo, García Albiol es alcalde de Badalona y podrá gobernar con mayoría absoluta. Es la respuesta a años de esfuerzo, pero es también un reto y una responsabilidad. Lo que haga o lo que deje de hacer se atribuirá de forma exclusiva a él. Y la tarea que tiene por delante es ingente. En esta entrevista con Metrópoli entra de lleno en la cuestión pendiente de la seguridad, con barrios como Sant Roc, con una situación que no duda en calificar de “tercermundista”, porque el 40% de los jóvenes en edad escolar no van a clase. Reclama responsabilidad a las familias, y ayuda, también, a la Generalitat para que, de forma conjunta, se resuelva un problema estructural y enquistado. Pero el alcalde de Badalona también se refiere a las inversiones, con una hucha municipal de 180 millones de euros, con proyectos pendientes y con la percepción de que “todo el personal del Ayuntamiento está dispuesto a ayudar”. Sin embargo, lo que afronta es de mucha envergadura, porque uno de los principales problemas de la ciudad es que su administración local no funciona. Por eso sentencia: "Me he encontrado en Badalona el Ayuntamiento más deficiente de Catalunya".
Una de las grandes asignaturas pendientes es la limpieza en las calles de Badalona. ¿En qué punto se encuentra el contrato de las basuras con el grupo FCC?
Badalona tiene un problema muy serio de limpieza y no es tanto por culpa de la compañía, que probablemente tiene que mejorar sus mecanismos, como por el hecho de que estamos funcionando con un contrato de hace 12 años. Está caducado y es obsoleto. Ello ha provocado que el servicio no sea el adecuado para las necesidades reales de la ciudad, donde la situación que nos hemos encontrado a nivel de suciedad es lamentable. Vamos a hacer una serie de modificaciones para mejorar el servicio y, paralelamente, trabajaremos en la licitación de un nuevo concurso de limpieza. La voluntad política es aumentarlo en aproximadamente un 20% o un 25% sobre el servicio que se presta actualmente.
¿Este proceso, por tanto, no se había iniciado?
No. Hace unos días firmé el contrato de confidencialidad con la empresa que tiene que redactar los pliegos de la limpieza. Le hemos exigido que acorte los plazos lo máximo posible porque Badalona no puede seguir así. Sí que es cierto que podemos ir tomando medidas para ir tapando vías de agua, medidas parche, pero el servicio de limpieza se tiene que reformular de arriba abajo con un nuevo contrato.
Otra de los grandes preocupaciones de los betulenses --que usted mismo ha explotado en campaña-- ha sido la inseguridad en las calles. ¿Cuál es la primera medida que adoptará para mejorar el clima en la ciudad?
Una de mis primeras acciones ha sido hablar con la dirección de la Guardia Urbana y con los sindicatos policiales para normalizar la situación del personal, tanto de los agentes como de la jefatura. Mi compromiso es aumentar los recursos materiales, económicos y humanos desde este mismo año. Es verdad que el procedimiento administrativo para ello es muy lento, pero, dentro de nuestras posibilidades y en función de la plantilla de la que disponemos, ahora ya estamos reformulando una serie de servicios para dar una mejor prestación al ciudadano. En estas tres semanas como alcalde hemos puesto en evidencia algunas de nuestras prioridades, como acabar con la venta de productos falsificados y el "mercadillo de la miseria" en Sant Roc. Con las okupaciones también estamos empezando a obtener los primeros resultados. Yo, personalmente, soy optimista y tengo esperanza porque he visto una buena actitud de los agentes. Estoy convencido de que ellos tienen muy presente que tienen un alcalde y un gobierno que les apoya, cree en ellos y les va a volver a situar en el lugar que corresponde.
¿Estos cambios en el cuerpo pasan por cambiar la estructura de mandos?
Estoy en una fase de observación. Creo que todo el mundo está respondiendo muy positivamente y mi voluntad es que exista una comodidad por parte de los integrantes de la plantilla a la hora de poder trabajar y llevar a cabo los servicios. Nos estamos encontrando con situaciones que la Guardia Urbana no había vivido desde hacía mucho tiempo: los vecinos vuelven a felicitar a los agentes en según qué situaciones y eso había desaparecido. Creo que la decisión más prudente que puedo tomar por ahora es la de observar.
¿Qué es lo que fallaba exactamente dentro de la policía?
Hay tres factores que han perjudicado su rendimiento. El primero es que no ha habido hasta ahora una dirección política con prioridades claras. El segundo son las disputas internas dentro de la plantilla, algunos incluso judicializados. Por último, existe una falta de recursos humanos, materiales y económicos. Creo que estamos en condiciones de enderezar todas las cuestiones, pero reconozco que lo tenemos todo por hacer. Los procesos, además, son lentos, pero mi objetivo es acabar el mandato con 80 o 90 agentes más, lo que nos permitiría tener un ratio por habitante muy aceptable.
Respecto a las horas extra de verano que muchos agentes trabajaron y que todavía no han percibido, ¿está en su mano solucionarlo?
Sí, aquí hay un compromiso por nuestra parte para intentar encontrar una fórmula que permita que esos agentes que en agosto se les dijo que trabajaran y no se pagó porque resulta que ahora no es legal, se les recompense de alguna manera. La situación en este momento está en procedimiento judicial y lo más prudente es esperar a que haya una resolución para ver cómo se puede actuar. Pero tengo claro que cuando un trabajador, sea guardia urbano o alguien de la limpieza, hace horas, se le tiene que pagar.
¿Se plantea ampliar la actuación de la seguridad privada más allá de la custodia de edificios municipales, como ya hace?
Mi principal objetivo es tener el máximo número de agentes de Guardia Urbana en la calle y eso pasa por liberar aquellas plazas administrativas y de posiciones fijas, dentro de las circunstancias que lo permitan. A partir de aquí, estudiaré todo tipo de fórmulas. Una puede ser crear un servicio de vigilancia de empresas de seguridad, como ocurre en la Diputación de Barcelona, pero la prioridad es aumentar los efectivos, porque son los profesionales y los capacitados para actuar. Por ejemplo, en estos momentos estamos cubriendo un servicio que había desaparecido y es el control en las salidas de las discotecas donde se generaban conflictos entre la gente joven: desde atracos hasta actos de violencia sexual. Tenemos un coche de patrulla en esa zona controlando el entorno y a cuatro o cinco agentes cívicos que trabajan por la noche.
¿Estos agentes cívicos son los famosos serenos?
Sí, pero replanteados. El modelo de sereno que se anunció en un principio me parecía una auténtica temeridad porque no se puede dejar a las 04:00 horas de la madrugada en determinadas zonas de la ciudad a dos personas con una experiencia mínima a la hora de resolver conflictos sociales. Era un peligro. En Santa Coloma de Gramenet los serenos van de la mano de su Policía Local, pero ahora en Badalona nuestra Guardia Urbana no puede responsabilizarse de estas personas. Hemos hecho un replanteamiento acertado y los conflictos en zonas de ocio en las últimas semanas han disminuido.
Habla de determinadas zonas. Por ejemplo, en Sant Roc hay una cuestión en la que el Ayuntamiento puede presionar, si no actuar directamente, y es que el 40% de los chicos en edad de escolarización no van a clase.
Es una tragedia como sociedad que se permita que haya un 40% de absentismo escolar en un barrio con problemas de desestructuración social y delincuencial. Esto demuestra que aquellas medidas bienintencionadas que se han adoptado hasta ahora no han funcionado y debe haber un replanteamiento de las políticas públicas, más allá de lo que le corresponde directamente al Ayuntamiento de Badalona. Por este motivo me reuní hace diez días con el conseller de Drets Socials, Carles Campuzano, y le trasladé la necesidad de reactivar el Consorcio Badalona Sud que engloba también Artigues y El Remei. Hace falta una labor social, pero también educativa y de justicia, lo que compete directamente a Interior. También hay otra cuestión que el Govern no comparte, pero yo defiendo desde el convencimiento, y es que los padres que permiten estas situaciones deberían tener algún tipo de consecuencia. No es admisible que en el año 2023 un padre o una madre permita que su hijo en edad de escolarización no vaya a clase. Es tercermundista.
¿Tratará de atajar los conflictos existentes entre familias en el barrio de Sant Roc?
Este es otro problema global más complejo, de un ámbito más de tradiciones concretas. Lo que es evidente, bajo mi punto de vista, es que la justicia y la ley es para todo el mundo. No puede haber un colectivo en concreto que vaya al margen y al que se le permita tener sus propias normas. Al final no se sabe bien quién acaba impartiendo la justicia en base a no se sabe tampoco qué tradiciones. Me parece bien que cada uno tenga sus costumbres, pero si hay un chico que provoca un acto de agresión sexual, este tiene que ser consecuente y recibir un castigo. Unas medidas correctoras que se aplican en el estado de derecho, no las que impone un familiar o una persona con autoridad en el barrio.
Usted, como ciudadano, ¿cree que es seguro caminar por Sant Roc?
En Sant Roc viven hombres y mujeres excelentes que no se merecen sufrir esta estigmatización ni los problemas de convivencia e incivismo que provocan una parte de las personas que viven ahí. Lo que no voy a hacer es esconder la cabeza debajo del ala. Hay que hablar claro: hay alguna calle, como por ejemplo Alfons XII, donde no es seguro caminar a según qué horas. Soy consciente de que hay problemas y tengo el absoluto convencimiento de que durante la legislatura corregiremos una parte importante en cuanto a la convivencia, el incivismo y la delincuencia.
En el polígono Badalona Sud se han realizado diferentes operaciones contra la producción y venta de material falsificado. Fuentes policiales lo atribuyen a una suerte de mafia china, perfectamente organizada. ¿Hay algún plan de usos para la zona?
Me parece interesante que la comunidad china se haya instalado en Badalona y es motivo de orgullo que haya una actividad económica muy dinámica, pero estas naves, igual que las otras, tienen que respetar las ordenanzas municipales. Tanto con los vados como con las normas de limpieza de su entorno y creo que podemos hacer una labor didáctica para enderezar la situación en un tiempo prudencial. Por otra parte, a la que tengamos constancia de que se está comercializando con producto falsificado, el Ayuntamiento lo comunicará inmediatamente a la Guardia Civil, que es la responsable de actuar frente a estas situaciones. Seremos contundentes, aunque muchos de los propietarios llevan a cabo su actividad con total normalidad.
Uno de sus grandes anuncios fue la creación de una concejalía antiokupas. ¿En qué fase se encuentra?
La concejalía contra la okupación ilegal se está estructurando con recursos técnicos, humanos y económicos y creo que en otoño estará articulada. Tendrá atención las 24 horas del día, asesoramiento y actuación jurídica por parte del consistorio frente a las okupaciones conflictivas. Sin embargo, la Guardia Urbana ya está actuando contra este problema de manera muy proactiva. En la última semana, los agentes han resuelto entre dos y tres okupaciones conflictivas.
¿Será competencia de la Unidad Omega?
Cuando esté creada, probablemente acudirán los agentes asignados por el horario: trabajarán por las tardes y las noches, por lo que serán los policías más adecuados para llevar a cabo estas actuaciones que requieren de inmediatez y respuesta a la altura de lo que esperan los vecinos. Pero cualquier agente estará capacitado para ello.
¿Empresas como Desokupa tienen cabida en Badalona? En sus redes sociales su fundador, Dani Esteve, aseguró que su empresa había actuado en Badalona.
Es una empresa que busca sus momentos estelares a nivel mediático, pero no tenemos relación ni constancia, más allá de alguna información que hemos visto en los medios de comunicación. Si ha actuado aquí es porque se les ha contratado a nivel privado, pero no me consta.
¿Es consciente de las quejas de una gran parte de la ciudadanía sobre la potencial contaminación de determinadas empresas asentadas en la ciudad?
Cuando algún vecino se queja porque tiene inquietudes sobre contaminación se le tiene que escuchar y atender. Tenemos constancia de que hay una inquietud muy seria en el barrio de El Remei con una empresa en concreto con la que el anterior gobierno no actuó como correspondía. He dado las instrucciones al departamento correspondiente para que se tomen las mediciones adecuadas para saber exactamente cuál es la situación y qué grado de contaminación existe. A partir de esta elaboración exhaustiva y fiable, actuaremos.
¿Qué otras prioridades tiene como alcalde, además de la limpieza y la seguridad?
Tengo dos prioridades que siguen un camino paralelo: por un lado, resolver los problemas inmediatos de limpieza, vía pública, seguridad, instalaciones deportivas y escolares y, por otro, tomar medidas en lo que se refiere a Ayuntamiento como administración. Me he encontrado en Badalona el Ayuntamiento más deficiente de Catalunya. Hay muchos trabajadores municipales que tienen ganas de implicarse, pero es verdad que falta personal con determinada cualificación en departamentos como el de Disciplina Urbanística, por ejemplo, donde no hay suficientes personas para tramitar determinados expedientes sancionadores. Hay otros que se han acostumbrado a limitarse a 'levantar la persiana', y eso no lo consentiremos. Las nóminas no caen del cielo. Por ello, tengo la urgente misión de enderezar el consistorio y dotarlo de más recursos humanos. Por suerte, disponemos de economía para invertir en ello.
Ha mencionado en más de una ocasión la necesidad de la figura de un gerente municipal.
Es una prioridad y ya estamos redactando nuevas fases porque las actuales habían quedado obsoletas. En septiembre u octubre esperamos contar con ello, pero el problema de Badalona es de tal magnitud que no se solucionará solo con esta figura. Hace falta la contratación de más personal para cubrir todas aquellas plazas que las podríamos contar por decenas que están vacantes para que se de un servicio adecuado y no precario.
¿Hay alguna importante inversión o proyecto en camino?
Sí, tuve una primera reunión hace unos días con el máximo responsable de los fondos europeos para España y estamos trabajando en una inversión aproximada de 35 millones de euros para tres depósitos de aguas pluviales que evitarán que la playa parezca un estercolero cuando llueve. No me preocupan tanto los proyectos como que el Ayuntamiento tenga la capacidad para tramitarlos. Aunque he de decir que desde que me apartaron de la alcaldía en 2015, el resto de partidos no ha sido capaz de conseguir una biblioteca nueva o colegios o instalaciones deportivas en condiciones. Esto nos ha llevado a tener una hucha con, aproximadamente, 180 millones de euros que destinaremos a grandes inversiones en la ciudad. Eso sí, no tengo ningún tipo de complejo en decir que, mientras engrasamos la maquinaria municipal, pediremos ayuda exterior si hace falta.
A nivel de partido, ¿tiene el PP pensado entrar en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aunque el PSC tenga mayoría absoluta?
Mi relación con Antonio Balmón ha sido de lealtad, de igual manera que con Núria Marín en la Diputación de Barcelona estos años. Espero que siga siendo así con la actual presidenta, Lluïsa Moret, y con el AMB estoy convencido de que se repetirá la experiencia positiva y de colaboración que tuve en 2020.