El ChatGPT ha llegado para quedarse y es capaz de responder a las preguntas más rocambolescas. Los más curiosos se preguntan cuándo desaparecerá Badalona y la Inteligencia Artificial ha dado una fecha muy concreta. Antes de empezar a relatar el escenario ficticio, es importante recordar que se trata de una propuesta imaginaria, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Badalona llegará a su fin el año 2078. Su trágico destino vendrá marcado por tres factores: el cambio climático, la demografía y la tensión social. La emergencia climática ha dado pie a temperaturas extremas, que se suman a lluvias torrenciales. Todo esto, con una subida del nivel del mar, que erosionará la primera línea de la costa, destrozando por completo hospitales, centros de abastecimiento e infraestructuras.
UNA BADALONA MUY FRAGMENTADA
Dentro de 55 años, la población habrá experimentado un gran crecimiento demográfico. Cada vez habrá más gente, pero menos recursos para poder cubrir todas las necesidades, dando pie a una Badalona muy vulnerable ante los desastres naturales. Hay que añadir la falta de agua potable, alimentos y las crecientes desigualdades sociales, que provocará una ciudad profundamente fragmentada.
Estas desigualdades traerán consigo un auge de la delincuencia: se organizarán grupos criminales que no dudarán en sembrar el terror para sobrevivir. El escenario apocalíptico será gradual, casi imperceptible, pero en el año 2078 ya será demasiado tarde. El cambio climático no dará tregua a los badaloneses, que verán como las temperaturas extremas arrasan con todo.
A pesar de los esfuerzos de la Guardia Urbana para evitar que la situación social explote, no se podrá hacer nada. Los delincuentes violentos tensarán aún más el escenario. La falta de acceso a servicios esenciales y la propagación de enfermedades generarán caos y desesperación entre los badaloneses, que lucharán desesperadamente para sobrevivir.
EL CAÓTICO FIN DE BADALONA
Este conjunto de fenómenos, provocará que la ciudad no pueda sostenerse, llegado a su trágico fin. Badalona no contará con ayuda internacional, ya que el mundo entero se encuentra en una situación extremadamente compleja, con unos recursos y una capacidad de ayuda muy limitada.
El relato del fin caótico de Badalona está hecho con fines imaginativos y no tiene ninguna base real. Es muy complicado saber qué va a pasar en un periodo de tiempo tan prolongado. Las desigualdades y el cambio climático están a la orden del día, pero a nivel institucional se está trabajando de manera proactiva para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y reducir la huella medioambiental.