Un grupo de enfermeros y enfermeras fuman en una pausa de sus turnos a las afueras del hospital Can Ruti de Badalona. La zona, que ya de por sí es un hervidero de gente, vibra con la multitud de pacientes y visitantes que se acercan al centro. Los allí presentes solo hablan de una cosa y es que la tensión todavía se respira en el ambiente por lo sucedido la noche del miércoles, 13 de septiembre: la pelea entre familias de etnia gitana enfrentadas que terminó en un tiroteo, según numerosos testigos, a la salida del recinto.

Los Mossos d'Esquadra lo niegan. Admiten que en la reyerta, que se inició en el quinto piso, intervinieron diversas pistolas, pero no hubo ninguna detonación. Sin embargo, lo que los trabajadores y diversos testigos han explicado a Metrópoli contradice la versión oficial. Otras fuentes policiales consultadas por este medio también chocan con la poca información facilitada por los mossos. "Yo estaba atendiendo a un paciente en la sexta planta cuando escuché los disparos en la calle", ha relatado una de las enfermeras que está realizando su descanso de la jornada laboral. "No sabría decirte cuántos, pero por lo menos unos cinco". Las compañeras la secundan: "Es verdad que dentro se sacaron las armas para amenazarse, pero no llegó a más. Fuera ya sí", ha narrado otra. Un tiroteo a las puertas del hospital más importante del Barcelonès que, afortunadamente, no causó heridos.

Exterior del hospital Can Ruti de Badalona / METRÓPOLI

ENCAÑONAMIENTO

Quienes lo iniciaron, tal y como ha podido confirmar este medio, son dos familias gitanas con historia. Fuentes cercanas al entorno de ambas han evitado hablar del motivo de la disputa, pero sí han explicado el desarrollo de la pelea. Al parecer, los familiares de unos habrían agredido a una mujer de los otros en la quinta planta. La víctima es la nuera de un hombre ingresado en el sexto piso para someterse a una operación en los próximos días. La mujer, que se había enfrentado anteriormente con ellos, acudió a una de las máquinas de café ubicada un piso por debajo cuando se encontró con los agresores: "No se sabe si la pillaron desprevenida o fue allí a propósito", han narrado las mismas fuentes.

En el encontronazo, dos mujeres retuvieron a la víctima y otro hombre comenzó a "propinarle puñetazos", según otros testigos. En ese momento, la encañonaron con una pistola y le hicieron descender las escaleras. "Vinieron los Mossos corriendo, pidiendo refuerzos, pero los disparos fueron en el exterior, no en planta", han recordado.

Una ambulancia en el exterior del hospital Can Ruti de Badalona / METRÓPOLI

UN CONFLICTO QUE VIENE "DE LEJOS"

Las fuentes policiales consultadas por Metrópoli informaron en un principio que se habían llegado a detonar hasta 12 tiros. Los Mossos, que insisten en que la situación se controló rápidamente, requisaron dos armas de fuego. Una de ellas se encontró en el armario de otra paciente. También detuvieron a tres personas, aunque necesitaron del apoyo de la Guardia Urbana y de la Policía Local de Santa Coloma de Gramenet para calmar los ánimos.

Desde la comunidad gitana han expresado su rechazo a actos tan violentos como el de este miércoles, pero se muestran esperanzados: "Aunque el conflicto venga de lejos, creo que se podrá mediar entre ambas partes para que no se vuelva a repetir", han añadido. "Por suerte no tenemos que lamentar heridos".

La entrada de urgencias a Can Ruti, en Badalona / METRÓPOLI

ABANDONO DEL HOSPITAL

Según los mismos testigos, los implicados en la multitudinaria pelea, que permanecían ingresados en el hospital, lo abandonaron tras la disputa. Está por ver si el brutal enfrentamiento traerá con él represalias o consecuencias. 

Por el momento, la normalidad en el centro sanitario continúa y no se detecta a primera vista presencia policial, aunque tras el altercado los agentes estuvieron vigilando durante horas los accesos y salidas.

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