Indignación vecinal ante la apertura de un nuevo club de cannabis en el centro de Badalona

La indignación ante la apertura de un club de cannabis en pleno centro de Badalona no cesa. Desde que en mayo se comenzaron a realizar unas obras en el local ubicado en el número 30 de la calle Maragall, en el barrio de Coll i Pujol, los vecinos de la zona se pusieron en alerta. 

Lo ha explicado a Metrópoli el representante de la Asociación de Vecinos de Coll i Pujol, Francesc Castillo, que no se conforma con la regulación de este tipo de establecimientos a la que se comprometió en el pasado pleno municipal el gobierno de Xavier García Albiol: "Han dicho que no se permitiría fumar, pero parece que el club sigue adelante y esto va para largo", ha denunciado Castillo.

Cannabis, semillas y aceites / PEXELS

COLEGIOS Y GENTE MAYOR

La calle Maragall donde, según los vecinos, está previsto que entre en funcionamiento el club cannábico es una zona frecuentada sobre todo por niños. "Tenemos la escuela Ventós i Mir cerca, la Jungfrau, un gimnasio...", ha detallado Castillo. "Estamos situados junto a varios parques y Pompeu Fabra. No es un espacio ideal para esta actividad". Una asociación que, además, también da servicio a gente mayor: "No tenemos residencias de ancianos e intentamos atender al máximo número de vecinos". Se trata, por tanto, de un ambiente familiar.

Por ello, la asociación no ve con buenos ojos la apertura de un club de estas características: "En Badalona ya hay varios clubs de cannabis. En en el barrio de Montigalà había tres y uno se cerró", ha ejemplificado Francesc.

Calle donde se ubicaría el club de cannabis de Badalona / GOOGLE MAPS

ANTIGUA COCINA FANTASMA

Aunque no se ha podido corroborar la actividad que se realizará en el local una vez abra sus puertas, una vecina del mismo bloque ha asegurado que el futuro del establecimiento será el consumo y la venta de la sustancia estupefaciente. "Fue en junio cuando nos dimos cuenta, pero al ver que sacaban tantos sacos de escombros pensábamos que era por el anterior negocio que había establecido, una cocina fantasma asiática", ha explicado Castillo. Aún así, los mismos residentes han confirmado percibir el olor a cannabis. También han denunciado que los operarios trabajen "sin permiso de obras, a persiana cerrada".

Por ahora, el grupo ha recogido 106 firmas en contra de la apertura del lugar. En agosto las presentaron al Ayuntamiento de Badalona y hace dos semanas los afectados se reunieron con la concejal Rosa Bertran para tratar el tema. Aún así, los vecinos no dudan en denunciar a los responsables si se produce la apertura tan temida.

Pancartas en contra de un club de cannabis de la calle Còrsega, en Barcelona / G.A

SE PRECINTARÁ SI INCUMPLE NORMATIVA

Por su parte, en la pasada sesión plenaria del mes de septiembre el concejal de Urbanismo, Daniel Gracia, lanzó un mensaje tranquilizador a los vecinos. Gracia aseguró que si se detectaba consumo de estupefacientes en el local lo precintarían y clausurarían ya que el uso se limitaba solo al social o de divulgación. "No les daremos la oportunidad de abrir si están al margen de la ley y el gobierno responderá con todas las herramientas jurídicas disponibles”, aseguró el regidor.

El pleno aprobó, a raíz de las denuncias vecinales, una moción para estudiar la regulación de estos clubs. La propuesta fue de ERC, que apuesta por establecer unas zonas de la ciudad adecuadas para la apertura de los negocios sin que afecte negativamente a los residentes de la zona. El grupo municipal de En Comú Podem, por su parte, ha pedido no criminalizar la actividad, que se emplea para usos terapéuticos.