Creían que la cosa no podría ser peor y se equivocaban. Los vecinos del Remei de Badalona no pueden más. "Estamos al límite", denuncian desde la Asociación de Vecinos. Los residentes tienen vetadas algunas calles del barrio y ya no se atreven a pasear por según qué zonas, especialmente cuando cae el sol.
La tensa situación que viven estos ciudadanos de Badalona lleva dilatándose meses en el tiempo. Los vecinos la han denunciado en numerosas ocasiones, pero, sin duda, la gota que ha colmado el vaso ha sido la ocupación del antiguo instituto B9. En su interior se refugian centenares de hombres, en su mayoría de origen subsahariano, que venden chatarra y trapichean con drogas. Una actividad de la que son cómplices las familias de etnia gitana que viven en la misma manzana, sobre todo en la calle Alfons XII.
ROBOS CON VIOLENCIA
Al miedo de convivir con estos grupos se ha sumado en las últimas semanas dos robos con fuerza que han desmotivado el impulso que los residentes pretendían darle al barrio, dotándolo de actividades solidarias. Tal y como confirmaron los Mossos d'Esquadra a Metrópoli, el pasado 25 de diciembre unos ladrones reventaron el local de la asociación, en la calle Primavera, y se llevaron el dinero obtenido tras organizar un mercadillo de barrio. Los autores también sustrajeron unas bicicletas.
La misma semana, un bar de la calle de Guifré pegado precisamente al edificio del antiguo instituto sufrió otro robo con fuerza.
A OSCURAS
La delincuencia no terminó con la Navidad. El 6 de enero el concejal del PP Daniel Gracia informó a través de Twitter que alguien había manipulado la caja eléctrica y sustraído una pieza en la calle Primavera. ¿Consecuencia? El barrio a oscuras. El problema se solucionó provisionalmente al día siguiente, pero los vecinos no quedaron contentos: "Estamos muy preocupados por el aumento de la delincuencia", le respondieron a Gracia por la red social. "Nos sentimos abandonados y necesitamos respuestas concretas ante esta situación", demandaban.
"HAN TOMADO LA CALLE"
Los vecinos lo cuentan a este medio, ya hastiados porque su relato no es nuevo. "Han tomado la calle y es imposible pasar por aquí". Se refieren a los grupos que campan a sus anchas por la zona e incluso prenden fogatas en algunos recovecos de la vía, ya sea para tener un foco de calor mientras beben alcohol o para quemar los cables de cobre que roban de otras partes. Los vehículos también se queman en la ya conocida como calle "crematorio", la Tardor. Pero solo los coches más usados. Los nuevos y caros están aparcados fuera de los característicos bloques de cinco plantas de Alfons XII.
Situado en pleno polígono industrial, la zona es perfecta para intentar todo tipo de ilícitos. La okupación de las casas de baja altura, muchas de ellas ya tapiadas como medida preventiva, también es algo que los vecinos intentan controlar, pero, lamentan, se les escapa de las manos.
POR DEBAJO DE LA MEDIA
Preguntado al respecto, el Ayuntamiento de Badalona rebaja la alarma. Fuentes municipales aportan que El Remei se sitúa por debajo de la media en cuanto a las intervenciones policiales que se dan en cada barrio del municipio. En total, en los últimos seis meses se han contabilizado 198 actuaciones, "muchas menos que en barrios como Bufalà por ejemplo", añaden desde el consistorio.
Por otra parte, el ayuntamiento asegura que hay una prevención programada para la zona, especialmente en los accesos al B9 y a las calles Tardor, Primavera y Alfons XII, donde se detecta una mayor actividad ilegal. La nueva unidad de la Guardia Urbana, el Grup Especial d'Intervenció Policial (GEIP), también ha reforzado el patrullaje por sus calles para evitar, dicen, okupaciones.