La Guardia Civil alerta del riesgo para la salud de la incineradora de Sant Adrià de Besòs
Los agentes detectaron anomalías en el control de temperaturas en la incineración de residuos
18 abril, 2024 19:48Agentes de la Guardia Civil que inspeccionaron la incineradora de la localidad metropolitana de Sant Adrià de Besòs han alertado ante un juez de los riesgos para la salud que implican las anomalías detectadas en las emisiones de la incineradora de Tersa.
Los agentes observaron anomalías en las temperaturas y el riesgo sanitario que suponían las emisiones cuando entraron por sorpresa, el pasado 10 de mayo de 2023. Ahora, el juzgado de Badalona investiga si la empresa cometió prácticas contrarias a la normativa ambiental, incinerando residuos sin control de temperatura.
Esta incineración de residuos sin control habría comportado, supuestamente, la emisión de compuestos contaminantes, potencialmente cancerígenos, con afectación esencialmente en los barrios de Diagonal Mar y Besòs de Barcelona, y en la localidad de Sant Adrià de Besòs.
Niveles de calor
Tersa es una empresa 100% pública, propiedad de Barcelona Serveis Municipals (BSM) al 58,6 % y del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) al 41,4 % restante.
Los dos principales investigados de la causa son el exconcejal de Emergencia Climática en el Ayuntamiento de Barcelona, expresidente de la empresa y actual diputado de Sumar en el Congreso, Eloi Badia, y el jefe de explotación de la fábrica F.R.G.
La Guardia Civil pone en duda los datos de los niveles de calor a tiempo real sobre la incineración de los desechos entre los años 2017 y 2022, y que la empresa responsable de la planta de residuos de Sant Adrià había trasladado a la Generalitat.
Además, los agentes han afirmado que, durante la entrada y registro, Tersa no quiso facilitar los datos de las mediciones de los termopares, que indican la temperatura real de los trabajos de cremación de los residuos, para determinar si era o no la correcta.
Contaminación
Tersa presuntamente emitió un exceso de contaminantes a la atmósfera con la quema reiterada de basuras a una temperatura inferior a los 850 grados centígrados, que es la apta para la descomposición de los desperdicios y que minimiza el daño a la atmósfera.