El embalse de Sau, una de las principales fuentes de agua que abastecen a Barcelona, ha mostrado signos de mejora en los últimos meses, aunque la situación sigue siendo preocupante. Este embalse, cuya capacidad máxima es de 165,26 hectómetros cúbicos, actualmente contiene 43 hectómetros cúbicos, lo que representa el 26,02% de su capacidad.
Comparado con el año pasado, cuando el embalse de Sau tenía solo 19,85 hectómetros cúbicos, es decir, el 12,01% de su capacidad máxima, el aumento en el nivel de agua es un signo positivo. Esta mejora sugiere que, aunque la sequía sigue siendo un problema en Catalunya, las condiciones han permitido una cierta recuperación en los recursos hídricos del embalse en el último año.
Baja el agua en el pantano de Sau
Sin embargo, cuando se observa la situación en una perspectiva a más largo plazo, el panorama no es tan alentador. Hace cinco años, el embalse de Sau contenía 104,35 hectómetros cúbicos de agua, lo que indica una capacidad mucho más alta que la actual. Esto demuestra que, a pesar de la mejora reciente, el nivel de agua sigue siendo significativamente inferior a la media de hace cinco años.
Un grifo en una imagen de archivo
Aún más alarmante es la comparación con la situación de hace una década. En aquel entonces, el embalse de Sau estaba a 119,98 hectómetros cúbicos, un nivel considerablemente más alto que el actual. Esta tendencia a largo plazo sugiere que la sequía y otros factores han contribuido a una disminución sostenida en la cantidad de agua disponible en el embalse de Sau.
El Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (Dogc) publicó hace dos semanas la salida del estado de emergencia 1 por sequía hidrológica del sistema Ter-Llobregat, que abastece a Barcelona y su área metropolitana y a Girona y su entorno. Con la salida de la emergencia 1 se declara la entrada en el estado de excepcionalidad por sequía, y afecta a las unidades de explotación Embalses del Llobregat, Embalses del Ter y Embalses del Ter-Llobregat.
Fase de excepcionalidad
El cambio de fase implica que se podrá disponer de una dotación de agua por habitante y día de 230 litros (en emergencia era de 200 litros), y la medida beneficia a seis millones de personas en 202 municipios de 14 comarcas catalanas.