Los mossos blindan Sant Roc ante la amenaza de un enfrentamiento entre grupos rivales en Badalona
La policía catalana lleva días patrullando la tensionada zona con ARRO y BRIMO y vigilan de cerca a un hombre gitano que estaría encabezando una ofensiva contra los okupas del antiguo instituto B9
29 mayo, 2024 23:30Noticias relacionadas
Vigilancia extrema en el barrio de Sant Roc de Badalona. Y, en concreto, a un hombre de etnia gitana que estos días está gestando una ofensiva contra el grupo de subsaharianos que lleva meses ocupando locales, naves y el antiguo instituto B9.
Según ha podido saber Metrópoli, la multitudinaria pelea del sábado de madrugada en la calle Primavera, límite con el barrio de El Remei, puso en alerta a los Mossos d'Esquadra. Como respuesta, la policía se ha desplegado con toda la maquinaria por esta tensionada zona de Badalona: un desembarco de agentes que tiene como objetivo prevenir y responder de forma eficaz a una posible guerra entre grupos.
Un instigador
Todo plan de ataque necesita una cabeza pensante y este no es diferente. Según han explicado fuentes policiales a este medio, hay un hombre que está intentando formar equipo. Lleva días reuniendo a aliados para asegurarse de asestar un fuerte golpe contra el grupo de okupas. Se trata de un vecino gitano de la calle Alfons XII.
Los mossos lo vigilan de cerca ante el posible estallido de un enfrentamiento parecido al del pasado fin de semana. La rivalidad, sin embargo, entre ambas facciones se respira en el ambiente desde hace mucho tiempo, aunque hasta ahora habían logrado convivir en una aparente armonía.
Grupos enfrentados
El contexto social es complicado. En una de las zonas más humildes del municipio, especialmente en el lateral de las vías del tranvía más cercano a la playa, quienes habitan los edificios son, principalmente, personas de etnia gitana. Nada nuevo. Pero desde hace unos años, también se han asentado estos grupos de hombres subsaharianos que han visto un filón en las naves industriales del Polígon Industrial Badalona Sud: se han adueñado de algunas de ellas, ocupándolas. Si a estas condiciones se le suma la del trapicheo de drogas y armas, se convierte en una bomba de relojería.
El antiguo instituto B9 es el espacio que alberga más inquilinos indeseados. En el interior del recinto se han levantado chozas y se cultiva marihuana. Algunos vecinos, afectados por la inseguridad que ello provoca, denuncian también prostitución y otros negocios ilícitos. Y las mismas fuentes hablan de una especie de pacto entre ambos grupos: las familias gitanas les cobrarían un alquiler a los subsaharianos a cambio de dejarles ocupar una parte de su territorio. Un extremo que no está confirmado por la policía, pero que permitía a ambos grupos hacer vidas separadas. Hasta ahora.
Incendio en unos locales ocupados
Esta especie de tregua se sustentaba en unos débiles cimientos que se vinieron, en gran parte, abajo el pasado sábado, 25 de mayo. Sobre la 01:00 horas, tal y como han relatado fuentes policiales, se originó un incendio en unos locales de la avenida del Marquès de Mont-Roig, concretamente en el número 245, junto a l'Escola Oficial d'Idiomes. El desencadenante, según las fuentes, no ha trascendido, pero todo apunta a que "los gitanos están hartos de los otros y fueron a por ellos".
A este medio le llegó la misma información: las familias le habrían prendido fuego a las pertenencias de los okupas, que decidieron un rato más tarde tomarse la justicia por su mano.
A machetazos
Horas más tarde, ya de madrugada, hubo el gran choque. Ambos grupos se enzarzaron a golpes en la calle Primavera, muy cerca del lugar del incendio, y uno de los ocupas esgrimió un machete. Los agentes de la Guardia Urbana que acudieron a calmar los ánimos acabaron magullados y golpeados. También recibieron mordiscos mientras intentaban contener a una turba de 40 vecinos que quería linchar al hombre del machete.
Intensificación de la vigilancia
El enfrentamiento no ha hecho más que reavivar las quejas de una parte de los residentes del barrio de El Remei, que llevan años asegurando que están abandonados por la administración. Viven con miedo del libre manejo de armas blancas por la zona y exigen que se actúe judicialmente con celeridad para detener las ocupaciones en el barrio.
Una sensación de inseguridad que ha hecho que la policía catalana despliegue el máximo de efectivos posibles por Sant Roc. Durante todo el fin de semana, furgonetas de la ARRO han patrullado la tensionada zona. También orden público, la BRIMO. El resto de patrullas de seguridad ciudadana han aumentado la presencia nocturna.
Presencia constante
Por su parte, preguntado por este plan de seguridad, el Ayuntamiento de Badalona asegura que desde Guardia Urbana se ha programado una semana con presencia constante de una patrulla y del Grup Especial d'Intervenció Policial (GEIP) en torno al B9. Los agentes estarán por la zona cada día desde las 19:00 horas hasta la madrugada.
Sin embargo, el consistorio no niega que la situación pueda alargarse más allá de estos siete días. En ese caso, dicen las fuentes municipales consultadas, el refuerzo policial continuará vigente.