La "entrada" a Badalona por las Tres Chimeneas ya es una amplia avenida para coches y peatones
Tras el derribo del muro de la calle de Eduard Maristany, la zona de paso hacia Sant Adrià de Besòs se ha reformado por completo con carril bici e iluminación en todo el tramo
27 junio, 2024 14:20La calle de Eduard Maristany de Badalona y Sant Adrià de Besòs "ya no da miedo". Es la valoración que el alcalde Xavier García Albiol ha hecho este jueves, 27 de junio, en una visita a este tramo completamente reformado.
El derribo del muro comenzó en febrero de este mismo año y era una reivindicación largamente demandada por los vecinos, tanto del barrio de La Mora como de cualquier otro ciudadano de Barcelona que pasease o hiciese deporte por la zona. La larga avenida era una vía de dos carriles bidireccionales estrechos, con numerosos baches en la carretera y poca o ninguna iluminación. Ahora, Eduard Maristany tiene una nueva cara.
"Es un cambio radical"
En la visita del alcalde Albiol a la calle, el dirigente ha asegurado que la remodelación supone un "cambio radical": "Ahora te apetece pasear por aquí, ya no da miedo pasar. Ha quedado espectacular, hemos puesto farolas y una serie de árboles que acompañan la avenida".
Una dignificación del entorno, ha dicho, que supone un salto cualitativo importante, especialmente en este tramo que es un punto de conexión de los vecinos que vienen de Sant Adrià o de Barcelona y una "entrada" al municipio.
"Habrá un equilibrio"
El alcalde también se ha posicionado sobre el recurso contencioso-administrativo que la entidad "Entesa per a un gran parc litoral al Besòs" presentó el 17 de junio contra el Pla Director Urbanístic (PDU) que pretende edificar viviendas en este ámbito y continuar transformando la zona: "Hay personas a las que parece que les guste que la ciudad se esté cayendo", ha opinado Albiol. "Es legítimo, pero no voy a estar en contra de cualquier medida que signifique que se pueda desarrollar una zona de manera ordenada y equilibrada".
Anchura y espacio para todos
La reforma de la calle de Eduard Maristany pone así fin a los problemas de seguridad y movilidad que hasta ahora provocaba el muro. La actuación ha incluido la ampliación de la calle, que ha pasado de nueve a 21 metros de anchura, y tiene espacio suficiente para los vehículos, los peatones y un carril bici.
Además, el semáforo que regulaba el paso en cada una de las direcciones y se eternizaba, según los vecinos, ha desaparecido.