En pie de guerra. Así se encuentran desde hace años los vecinos de Can Palmer por los “continuos episodios delictivos que protagonizan los diferentes clanes gitanos de la zona”, según denuncian los mismos. Ubicado al norte de Viladecans, se trata de un barrio con numerosos problemas de convivencia, okupación, tráfico de drogas e incivismo. “Can Palmer se ha convertido en un gueto”, señalan los vecinos, quienes también señalan su notable degradación. “Nos sentimos abandonados”, lamentan a Metrópoli.

En el barrio hay varios clanes que mueven el negocio de la droga. Esto provoca que habitualmente haya riñas, disputas y reyertas para ver quién tiene el control. “Lo que ha ocurrido en la Font de la Pólvora, en Girona, acabará pasando aquí”, augura uno de los vecinos.

Plantaciones de marihuana

Las plantaciones de marihuana en pisos, locales y naves de la zona también están a la orden del día, una práctica que mantiene a sus vecinos en vilo por el miedo a quedarse sin luz. Los casos de fraude eléctrico han proliferado en los últimos años en Can Palmer. Sin ir más lejos, en diciembre del año pasado los Mossos d’Esquadra –en coordinación con la Policía Local y Endesa– desconectaron del tendido eléctrico 14 viviendas de Ponent que utilizaban una conexión eléctrica fraudulenta. 

Esto provocó que más de 300 familias del barrio se quedaran sin luz durante varias horas en Navidad. “Los técnicos de Endesa vinieron durante la madrugada con pasamontañas para no ser identificados”, detallan los vecinos, que, por otro lado, lamentan que las desconexiones duren menos de una semana. “A los tres días vuelve a estar todo pinchado”, denuncian.

Tiroteos al aire

La noche de Sant Joan, el pasado 23 de junio, los vecinos escucharon disparos. Prueba de ello son los dos casquetes que aparecieron en la calle, en la avenida de Gavà. No es la primera vez que ocurre en el barrio, pero todo el mundo guarda silencio porque hay miedo. Para los vecinos de Can Palmer denunciar no es una opción. “Si lo haces te buscas la ruina. Te tienes que marchar del barrio”, explican a este medio.

Casquete de bala en el barrio de Can Palmer de Viladecans Cedida a Metrópoli

A principios de año, en febrero, ocurrió lo mismo. Aquella vez se lo comunicaron al Ayuntamiento de Viladecans. “Nos llamaron alarmistas y como no se encontraron los casquillos nos dijeron que seguramente fueron petardos”, señalan. Los vecinos de Can Can Palmer dicen sentirse abandonados. “Nosotros solos no podemos hacer nada; no queremos tener problemas”.

El incivismo, a la orden del día

Los pequeños incendios provocados en el barrio es otra de las preocupaciones de sus residentes. En lo que va de año se han prendido intencionadamente hasta 18 contenedores, tal como aseguran los vecinos a este medio. A mediados de junio, unos días antes de Sant Joan, un grupo de jóvenes, algunos de ellos menores, prendieron fuego de forma intencionada a unos arbustos, tal como explicó Metrópoli. Los protagonistas de esta peligrosa ‘gamberrada’ fueron ocho niños, que decidieron quemar unas cajas de cartón para tirarlas en una zona de césped con arbustos, plantas y árboles. Fuentes municipales apuntaron en aquel momento a este digital que “tan solo quedó en un susto”.

Los vecinos también denuncian otros actos incívicos. En algunas ocasiones se organizan barbacoas en medio de la calle con la música a todo volumen hasta las 07:00 horas. También dicen estar “hartos” de que el paseo de Ponent se haya convertido en “un circuito de motocross”, con motos y quads circulando diariamente por la acera. Sobre esta problemática, el Ayuntamiento de Viladecans asegura a este medio que ha colocado unos impedimentos urbanísticos para evitarlo. 

Grúa reventada en el barrio de Can Palmer en Viladecans Cedida a Metrópoli

Hace dos semanas, una grúa que estaba haciendo unos trabajos de mantenimiento en el barrio apareció con los cristales reventados, medio quemada y llena de piedras en su interior. Quien lo hizo es un misterio, aunque los vecinos insinúan saberlo. Los operarios tuvieron que terminar la obra con la grúa en ese estado, según han asegurado varios testigos a este digital.