En el interior de las Tres Chimeneas de Sant Adrià: historia y arte moderno en la sala de turbinas
La bienal de arte Manifesta ha puesto el foco en estas gigantes de hormigón, que cada día reciben cientos de visitas de locales y turistas que pueden admirar, por primera vez en su historia, la estructura de cerca
21 septiembre, 2024 23:30"Cuando las ves de lejos, sabes que ya estás en casa". Las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs son, más que una imponente estructura, un símbolo de unión. Significan "hogar" para los que han crecido entre las calles del municipio a pie de playa. Las enormes torres han bautizado a varias generaciones de adrianenses que ahora, por primera vez en su historia, pueden adentrarse en su interior.
La bienal de arte Manifesta es la que permite abrir al público la gran sala de turbinas de la antigua central térmica. Lo hará hasta el 24 de noviembre apoyada por 11 ciudades de la región metropolitana. El Ayuntamiento de Barcelona se encargó de anunciarlo a bombo y platillo ya hace meses, haciendo hincapié en el municipio adrianense por ser una de las paradas más llamativas. Por ello, Metrópoli se ha acercado hasta el gigante de hormigón para observar cómo arte contemporáneo e historia se mezclan en el industrial paisaje.
"Habla con la Tierra"
Un día después de una fuerte tormenta con lluvia, el acceso a las chimeneas no es muy alentador. Con la entrada por Eduard Maristany, ya reformada, la zona inundable demuestra que no ha cambiado: a lado y lado del camino de tierra, enormes charcos imposibilitan moverse por los márgenes del camino. Aún así, la imagen ya impone: un grupo de ancianos armados con cámaras de fotografía se entretienen un buen rato en este acceso, inmortalizando la estructura con sus objetivos.
Una pancarta da la bienvenida a los curiosos que un jueves por la mañana se deciden a explorar las chimeneas: "Habla con la Tierra y Ella te responderá". Paradójico en una zona a la que muchos llaman Chernóbil y que lleva años cerrada por contaminación. Y es que el pasado industrial de todas las fábricas que antaño se levantaron todavía pesa hoy en día.
Un silencio ruidoso
Ya en la sala de turbinas, el silencio abruma. Y pesa. Todavía parece que resuena la maquinaria de la central térmica. Algunos visitantes, confusos, permanecen en el vestíbulo sin saber por dónde dirigirse a la exposición artística. El público es diverso: desde turistas que han decidido alojarse en Sant Adrià para visitar Barcelona hasta alumnos de colegios que van de excursión o grupos de amigos, ya de avanzada edad, locales interesados en las obras expuestas.
Unos trabajos que desconciertan en un principio porque parecen carecer de significado, pero que con esculturas, tapices, vídeos o carteles pretenden lanzar un mensaje reivindicativo: el de recuperar espacios naturales destruidos y preservar una memoria histórica.
Archivos fotográficos
Sin duda, una de las partes que los locales más sienten como suya es la del colegio público Jara del barrio de La Mina que entonces se ubicaba en la calle Mar. Fotografías de habitantes o comercios del barrio realizadas por niños de primaria entre 1985 y 1990. Pequeñas historias se pueden leer en las descripciones de las instantáneas: "Ellos son dos chavales de La Mina que estaban en la moto. El moreno quería que le hiciésemos la foto, pero el rubio no se quería poner porque creía que la foto iba a salir en un periódico", reza uno de los textos que acompaña a la imagen de dos jóvenes sonrientes. "Obrero despedido, patrón colgado. Viva el 1 de mayo", se puede apreciar en otra. "¿Y los obreros que están en paro? ¿Quién les va a dar trabajo?", se preguntaba por aquel entonces el pequeño autor de la fotografía.
Luchas obreras, zonas marginadas, pobreza. Todo ello retrata la exposición, en el segundo piso, también iniciativa de la Cooperativa Gregal. Momentos vividos en Sant Adrià desde el 1913 hasta la actualidad, con recortes de la prensa de la época.
Vistas inigualables
Los más veteranos de Sant Adrià se detienen en esa parte para apreciar los rostros de las imágenes: algunos son familiares suyos, otros son amigos de una vida lejana o conocidos.
Y los mismos son los primeros en asomarse al exterior de la imponente estructura: una especie de balcón permite disfrutar de unas vistas privilegiadas del litoral, a pesar de que la playa lleve cerrada cuatro años y el paseo hasta el barrio de La Mora de Badalona aparezca desangelado, sin una continuidad.
Un 'hub' audiovisual
Hasta noviembre, el arte y la historia se darán cita en las chimeneas de Sant Adrià, pero parece que el proyecto que se instalará en el complejo industrial ya es definitivo: la Generalitat prevé un 'hub' audiovisual. El Catalunya Media City pretende dignificar la zona y atraer trabajo y nuevos residentes que podrían fijar su mirada en las más de 1.500 viviendas que el Plan Director Urbanístico (PDU) levantará en los terrenos.