Sin novedad alguna en el inminente desalojo del antiguo instituto B9 de Badalona, a caballo entre El Remei y Sant Roc. El espacio lleva años okupado por cientos de migrantes que malviven y trapichean en toda la manzana, provocando un clima de inseguridad y delincuencia en la zona. Pero ahí sigue y todavía no se sabe cuándo se hará efectiva su desocupación.
A pesar de las numerosas quejas y denuncias vecinales sobre las ilegales actividades que se desarrollan sin cesar en el B9, el proceso de desalojo se paró en mayo por un escrito de interposición de recurso presentado por los abogados de los okupas. Pero en junio de este año el juzgado de lo contencioso-administrativo número 11 de Barcelona desestimó, por fin, la solicitud de suspensión cautelar.
Avance
En los razonamientos jurídicos de aquel acto judicial, la jueza señaló que "en el análisis de la ponderación de los intereses generales, tiene que darse preponderancia a estos ante los intereses particulares de seguir en un alojamiento de carácter demanial, sin título habilitante, porque el contrario menguaría el derecho de la Administración de recuperar de oficio un edificio de su propiedad, en interés de todos".
Una "celeridad" que no llega
Preguntado al respecto, el Ayuntamiento de Badalona no posee nueva información sobre el proceso. Hace meses que se habla de un desalojo a corto plazo e "inminente", pero el día todavía no ha llegado. El alcalde Xavier García Albiol sostuvo también en junio que el Gobierno municipal daría "la máxima celeridad a la desokupación de este edificio", municipal por cierto. También aseguró que se incrementaría la vigilancia en la zona.
Pero los vecinos del Remei especialmente explican a este medio que la situación "sigue igual". Ya no es solo la venta y consumo de drogas que tiene lugar en el interior del recinto, sino que la mala relación entre los migrantes okupas y la comunidad gitana de la zona hacen temer lo peor en cualquier momento.
Grupos enfrentados
A colación de esta rivalidad se han producido diversos episodios violentos entre los grupos mencionados. El primero, también en mayo, fue un incendio en unos locales de la avenida del Marquès de Mont-Roig, concretamente en el número 245, junto a l'Escola Oficial d'Idiomes. Lo que le llegó a este medio es que las familias de la zona le prendieron fuego a las pertenencias de los okupas.
Tras ello, llegó la venganza: una pelea multitudinaria a machetazos en la calle Primavera que se saldó con varios agentes de la Guardia Urbana heridos. Unas escenas que hicieron que BRIMO y ARRO de Mossos d'Esquadra se desplegaran por el barrio durante una semana.
Un joven ruso, detenido
La última detención relevante en el B9 que el mismo Ayuntamiento difundió tuvo lugar el pasado sábado, 5 de octubre. La Guardia Urbana detuvo a un joven de 29 años ruso sin antecedentes que estaba accediendo en ese momento al instituto okupado con 1.074 gramos de marihuana y casi 1.100 euros en billetes.
Una vez más, Albiol intentó tranquilizar a la ciudadanía asegurando más policía. Algo premonitorio, ya que en el lugar del instituto pretende construir una nueva comisaría mixta de Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra.