Edificio de Ca n'Ametller en Molins de Rei

Edificio de Ca n'Ametller en Molins de Rei Archivo

Gran Barcelona

Molins de Rei rehabilita un palacete histórico del siglo XVII que perteneció a la familia Amatller

La remodelación del edificio, catalogado como Bien de Interés Local, tendrá una duración de cinco meses y cuenta con un presupuesto de 360.000 euros

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Molins de Rei conserva un tesoro patrimonial que, pese a que pocos conocen su historia, es testigo de los orígenes de uno de los clanes burgueses más importantes de Barcelona: la familia Amatller. Su linaje en esta pequeña ciudad del Baix Llobregat consta documentado en los archivos municipales desde 1486, cuando vivían como campesinos en Santa Creu d’Olorda, que pese a estar a escasos kilómetros de Molins de Rei, pertenece a Sarrià-Sant Gervasi.

Es a mediados del siglo XVI cuando la familia se traslada al municipio e instala en la finca de Ca n’Ametller, que aún se conserva como entonces. Ahora, casi 300 años después, el Ayuntamiento de Molins de Rei está rehabilitando el edificio, que actualmente acoge el Museo Municipal.

Edificio de Ca n'Ametller en Molins de Rei

Edificio de Ca n'Ametller en Molins de Rei Archivo

El objetivo de las obras, tal como fuentes del consistorio han detallado a Metrópoli, es recuperar parte del patrimonio histórico del municipio, además de agilizar la segunda fase de remodelación del museo, ya que algunos de los trabajos que deberían hacerse entonces quedarán resueltos a través de la actual actuación.

Obras de rehabilitación

Las obras, que se iniciaron el pasado 11 de noviembre, contemplan las siguientes actuaciones: la mejora de la fachada de la calle de Enric Granados y de plaza Catalunya, la renovación de los cierres de la segunda planta, la eliminación de las humedades en interiores y la rehabilitación del tejado del edificio, esta última por cuestiones de seguridad.

La remodelación tendrá una duración de cinco meses y contará con una inversión de 360.000 euros, de los cuales 200.000 han sido aportados por la Diputación de Barcelona.

Legado de la familia Amatller

Antoni Amatller, el promotor de la Casa Amatller, representaba a la tercera generación de una familia dedicada a la industria del chocolate. Su abuelo Gabriel, quien se instaló a finales del siglo XVIII en Barcelona como maestro artesano chocolatero, procedía de una estirpe de agricultores de Molins de Rei. Información del archivo municipal consultada por este medio certifica que fue a mediados del siglo XVI cuando la familia Amatller se instaló en este municipio del Baix Llobregat bajo la jurisdicción señorial de los Requesens (señores feudales de la villa).

Retrato de archivo de Antoni Amatller, promotor de la Casa Amatller de Barcelona

Retrato de archivo de Antoni Amatller, promotor de la Casa Amatller de Barcelona Wikipedia

Con el paso de los años, su fortuna fue prosperando, lo que les permitió ampliar la casa solariega de Ca n’Ametller. Se desconoce si existía algún tipo de edificación anterior, pero en sus inicios la masía era sencilla y fue adaptándose al espacio y crecimiento patrimonial de la familia. Su transformación la convirtió en una de las casas más importantes de Molins de Rei durante los siglos XVII, XVIII y XIX, hasta la actualidad. 

De una rama de esta acomodada familia provienen los industriales productores del Chocolate Amatller, considerada la firma de chocolate en activo más antigua de Europa. En 1900, Antoni Amatller mandó construir en el número 41 de paseo de Gràcia la conocida Casa Amatller, obra del arquitecto catalán Puig i Cadafalch.

Interior de la Casa Amatller, ubicada en paseo de Gràcia

Interior de la Casa Amatller, ubicada en paseo de Gràcia Archivo Barcelona

La última hija de la familia, Teresa Amatller i Cros, murió el año 1960 sin descendencia. Con su patrimonio se fundó el Institut Amatller d’Art Hispànic en el piso principal de esta misma casa.

Origen de Ca n’Ametller

Ca n’Ametller se encuentra en la plaza Catalunya, antiguamente denominada ‘la Plaça’. Así aparece en el catastro desde 1732 hasta 1854, cuando pasó a llamarse ‘plaza de la Constitución’. Por aquel entonces no tenía las dimensiones actuales: en 1887 se redactó el proyecto de ampliación que tomó forma ocho años más tarde. Para poder llevarlo a cabo se derribaron unas antiguas casas ubicadas en frente de la Casa de la Vila. En la década de los años 20 la plaza se bautizó con el nombre actual: plaza de Catalunya. 

El edificio actual tiene sus antecedentes en el siglo XVII. Desde entonces ha protagonizado diferentes remodelaciones, la más significativa en el siglo XIX, cuando la masía se amplió –sin abandonar el carácter de casa solariega– y se enriqueció con connotaciones señoriales de estilo modernista. La nueva distribución fue encargada por uno de los descendientes, Miguel Roca i Rodon, casado con Dolors Ferrer que, además de ser campesinos adinerados, también formaban parte de la burguesía barcelonesa de la época.

Imagen de archivo de la plaza Catalunya, con Ca n'Ametller a la izquierda

Imagen de archivo de la plaza Catalunya, con Ca n'Ametller a la izquierda Molins de Rei del Passat Molins de Rei

De Ca n’Ametller destaca el esgrafiado modernista de la fachada, que data del siglo XIX. El portal de la entrada, con grandes dovelas, marca la simetría y el orden compositivo de las ventanas y los balcones.

Jardín con pistas de tenis

El palacete tenía una disposición típica de la época: en la planta baja una gran entrada con espacio para carruajes, grandes bancos y zona de almacenaje de los campesinos. En las plantas superiores se encontraban las habitaciones junto al comedor, todo decorado con un estilo noble. En la última planta se encontraba la buhardilla. En la parte de atrás se ubicaban los jardines, decorados con exuberante vegetación y elementos modernistas. Al fondo de la propiedad había pistas de tenis.

En el siglo XX pasó a ser de propiedad municipal. Actualmente, acoge servicios municipales y el Museo Municipal de Molins de Rei.