Agricultor de Sant Boi cultivando alcachofas en el Parc Agrari del Baix Llobregat
Oleada de robos de alcachofas en Sant Boi: más de 1.000 kilos desaparecen a días de La Carxofada
La comunidad agraria sigue en alerta, esperando que las autoridades tomen cartas en el asunto
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Sant Boi de Llobregat se enfrenta a una preocupante oleada de robos de alcachofas, con más de 1.000 kilos sustraídos en los últimos días.
Este fenómeno, que ha generado pérdidas económicas significativas y pone en jaque a los agricultores locales, llega en un momento clave, a pocos días de la celebración de La Carxofada, el evento gastronómico más importante de la localidad.
Robo de más de 1.000 kilos de alcachofas en una semana
Los agricultores de la zona denuncian que la inseguridad en el Parc Agrari de Sant Boi de Llobregat ha alcanzado niveles insostenibles.
El daño no es solo económico, sino también productivo, ya que muchas de las alcachofas robadas eran aún pequeñas y habrían aumentado su valor si se hubieran dejado madurar.
Ladrones organizados y con compradores asegurados
Los agricultores señalan que existen tres perfiles de ladrones: quienes roban por encargo, quienes venden la mercancía de manera ilegal y quienes lo hacen para consumo propio.
Los hurtos suelen producirse de noche y, en muchos casos, los ladrones actúan con total impunidad.
Terrenos del Parc Agrari del Baix Llobregat en Viladecans / RP
En algunos casos, los productos robados son transportados en vehículos que esperan cerca de las explotaciones agrarias.
Impacto en La Carxofada y en la producción futura
Uno de los aspectos más preocupantes de esta oleada de robos es su impacto en La Carxofada, una celebración emblemática de Sant Boi de Llobregat que rinde homenaje a este producto estrella de la región.
Con la sustracción de grandes cantidades de alcachofas, la disponibilidad del producto para el evento podría verse comprometida.
Una planta de alcachofas en una imagen de archivo
Además, el método agresivo con el que los ladrones arrancan las alcachofas daña las plantas, afectando negativamente las cosechas futuras.
Los agricultores exigen más seguridad
Ante la creciente inseguridad, los agricultores han reclamado medidas urgentes para reforzar la vigilancia en el Parc Agrari.
Actualmente, un solo vigilante no es suficiente para controlar las extensas explotaciones y prevenir los robos nocturnos.
Entre las soluciones propuestas, los productores locales solicitan la instalación de cámaras con sensores de lectura de matrículas, lo que permitiría identificar a los vehículos que entran y salen de las explotaciones durante la noche.
El sector exige que las administraciones públicas inviertan en infraestructuras
Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han implementado medidas adicionales de seguridad.
Mientras tanto, los agricultores han optado por organizar rondas de vigilancia nocturnas para proteger sus cultivos y evitar que el esfuerzo de todo un año se pierda en cuestión de minutos.
