
Visitantes en los búnkers del Carmel / ARCHIVO
No lo sabías, la historia secreta de los búnkers del Carmel: ¿cómo sobrevivieron a la Guerra Civil?
En la última semana, las quejas de los vecinos han aumentado considerablemente. Las fiestas masivas que se celebran en el mirador y los inconvenientes que causan a los residentes han obligado a las autoridades a desplegar un operativo policial para controlar el acceso
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Los búnkers de Barcelona han vivido una transformación sorprendente. A medida que se acerca una Semana Santa que traerá cifras récord de turistas, superando incluso los niveles previos a la pandemia, y con un verano igualmente lleno de visitantes a la vista, el conocido mirador del Turó de la Rovira se ha convertido en un punto neurálgico de tensiones entre los residentes y el turismo masivo.

Búnkers del Carmel / CR
En la última semana, las quejas de los vecinos han aumentado considerablemente. Las fiestas masivas que se celebran en el mirador y los inconvenientes que causan a los residentes han obligado a las autoridades a desplegar un operativo policial para controlar el acceso.
Sin embargo, las quejas continúan: los vecinos denuncian ruidos, coches dañados y turistas ebrios que incluso tocan a sus puertas a altas horas de la madrugada en busca de abridores de botellas.
¿Cómo hemos llegado a este punto?
¿Qué ha pasado para que los búnkers, que antes eran un lugar casi olvidado, se hayan convertido en un imán turístico tan concurrido? Para entenderlo, hay que retroceder en el tiempo.
Primero, hay que aclarar un malentendido: los famosos "búnkers" no son realmente búnkers. Lo que encontramos en la cima del Turó de la Rovira son restos de una batería antiaérea construida durante la Guerra Civil para proteger la ciudad de los ataques de la aviación fascista.

Los búnkers del Carmel con graffitis / VALENTS
Los cañones estuvieron en funcionamiento hasta 1939, cuando las tropas republicanas se retiraron y abandonaron el lugar.
Las instalaciones quedaron en pie, pero los cañones fueron inutilizados. Poco después, los alrededores comenzaron a ser ocupados por los vecinos, que construyeron barracas en las antiguas dependencias militares.
Juegos Olímpicos de 1992
El nuevo asentamiento, conocido como el barrio de Los Cañones, fue una comunidad de viviendas autoconstruidas, sin servicios básicos como agua o electricidad.
A lo largo de los años, el lugar se fue consolidando como un barrio marginal, con cerca de 500 barracas en su época de mayor auge. Este improvisado vecindario sobrevivió hasta los Juegos Olímpicos de 1992, cuando se llevó a cabo un proceso de reurbanización en la ciudad.
En 1990, los habitantes de Los Cañones fueron realojados en viviendas más modernas en Can Baró, y el área quedó abandonada, olvidada por muchos durante dos décadas.

Visitantes en los búnkers del Carmel / HUGO FERNÁNDEZ
No fue hasta 2011, cuando el Ayuntamiento de Barcelona decidió rehabilitar el espacio como un atractivo turístico y patrimonial, que los búnkers volvieron a recibir atención.
Se restauraron las antiguas baterías y se habilitó el lugar como mirador, lo que rápidamente lo convirtió en uno de los puntos más visitados de la ciudad.
Más de 12 millones de turistas
Sin embargo, esta rehabilitación coincidió con el auge del turismo en Barcelona, que pasó de recibir 7 millones de turistas al año en 2011 a más de 12 millones en 2019.
A medida que el turismo en la ciudad crecía, también lo hacía la necesidad de distribuir a los visitantes por otras zonas de la ciudad, fuera del tradicional centro histórico.
El mirador de los búnkers, a pesar de su belleza y su historia, se convirtió en un lugar de masas, donde la convivencia entre turistas y vecinos se ha vuelto cada vez más difícil.

Los búnkers del Carmel, llenos de gente / METRÓPOLI
Hoy, el futuro de los búnkers parece incierto. A medida que el turismo sigue ganando terreno, las tensiones entre los residentes y los turistas continúan creciendo, y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la preservación del patrimonio y la calidad de vida de los vecinos se vuelve cada vez más urgente.