Miguel Poveda (Barcelona, 1973) sigue con una gira por toda la geografía española con su nuevo trabajo discográfico. Poveda creció en Badalona, y mantiene sus raíces. Reivindica la fusión, la mezcla, sin temor a perder su identidad. El artista ha innovado dentro del flamenco. En su nuevo trabajo, Poema del Cante Jondo, grabado junto al guitarrista Jesús Guerrero, canta poemas de Federico García Lorca escritos en 1921 para el Concurso de Cante Jondo de Granada organizado Manuel de Falla.
En los conciertos, además de presentar esa última obra, repasa muchas otras canciones. Poveda reinterpreta, también, temas del “maestro”, su admirado Joan Manuel Serrat. Y siempre tiene Badalona en sus labios, para recordar que es un "chico de barrio, de Badalona".
Poveda y Serrat cantaron en la fiesta organizada por el Gremio de la Restauración, en la Paloma, provocando el júbilo de los asistentes.
La entrevista con Metrópoli forma parte del número dedicado a la música de Letra Global, el volumen séptimo de su revista en papel que se presentó el pasado jueves en el Liceu.
Poveda analiza sus vínculos con Badalona, una ciudad que debe atender muchos retos, pero que también ha superado grandes dificultades en los últimos decenios. Como parte importante de la Gran Barcelona, el área metropolitana de Barcelona, Badalona presenta también características propias.
Pregunta: ¿Cómo ve Miguel Poveda la Badalona de sus orígenes? ¿Cada uno ha vivido en su propia cultura durante demasiado tiempo, unos de espaldas a otros?
Respuesta: Hombre, sí, se formaron como pequeños o grandes guetos. La ciudad de Barcelona y Catalunya era un mundo, y el extrarradio era otro. No tenían nada que ver. A mí me decían, por ejemplo, en Andalucía, pero ¿cómo vas a cantar flamenco, si eres catalán? Y yo les decía que, en realidad, estaba más cerca de Andalucía que de aquí, de Catalunya, a pesar de haberme criado en Badalona. Para mí estaba mucho más lejos Badalona de Barcelona que Badalona respecto al sur. Y es que no había mezcla. Ahora sí, ahora está todo mucho más mezclado, afortunadamente. El hecho es que durante años se podía vivir en ese entorno, no necesitabas otra cosa.
No se necesitaba ser culturalmente más permeable, entonces
No, no, lo que pasa es que en un determinado momento descubro Barcelona. Doy un paso. Y mi vida cambió. Mi visión del arte, de la vida y de la cultura cambió. Gracias a que hice una película con Bigas Luna y empecé a trabajar con el Taller de Músics y entendí que Barcelona era la bomba desde el punto de vista cultural. Así.