
Imagen de archivo del municipio de Bagà / WIKIMEDIA COMMONS
Ni Rupit ni Mura: el pueblo medieval a hora y media de Barcelona que pocos conocen y es una joya para la Semana Santa
A pesar de su tamaño, este pequeño pueblo alberga una rica historia que se remonta a la Edad Media, con vestigios de un pasado profundo, que se reflejan en su arquitectura y leyendas
El encantador pueblo a 45 minutos de Barcelona que conquista con sus playas: aguas cristalinas y parking gratis
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A menudo, el bullicio de las grandes ciudades nos envuelve, haciéndonos anhelar una pausa en un lugar lleno de historia y serenidad.
Si bien Barcelona es una de las urbes más vibrantes de España, famosa por su arquitectura de Gaudí y su animada vida cultural, a veces el ruido y la multitud pueden resultar abrumadores.

Bagà
Afortunadamente, a tan solo 122 kilómetros de la capital, existe un pueblo que, aunque poco conocido, esconde un sinfín de sorpresas para quienes buscan un respiro.
Historia que se remonta a la Edad Media
Bagà, con solo 2.000 habitantes, parece un rincón olvidado del tiempo, con calles que aún conservan su espíritu medieval intacto.
A pesar de su tamaño, este pequeño pueblo alberga una rica historia que se remonta a la Edad Media, con vestigios de un pasado profundo, que se reflejan en su arquitectura y leyendas.

Bagà en una imagen de archivo
Una de las historias más fascinantes de Bagà está vinculada a la figura de Galcerán II de Pinós, un noble del siglo XII que protagoniza una famosa leyenda local.
Tras ser encarcelado por sus captores musulmanes, quienes exigían un alto rescate, Galcerán se negó a entregarse.
Según la tradición, logró escapar milagrosamente gracias a la intervención de San Esteban, lo que marcó su nombre en la historia del pueblo.
Símbolos de la herencia medieval
Hoy, la Plaza Galcerán II de Pinós y la iglesia de San Esteban, un imponente edificio del siglo XIV, siguen siendo símbolos de la herencia medieval de Bagà.
Pero la riqueza de este lugar no solo radica en su legado histórico. El patrimonio natural de Bagà es igualmente impresionante.
Rodeado por el Parque Natural del Cadí-Moixeró, el pueblo ofrece a los visitantes una increíble variedad de rutas de senderismo, que permiten explorar paisajes que van desde bosques frondosos hasta miradores espectaculares.

Bagà en una imagen de archivo / FLICKR
La ruta hacia el Mirador de Bagà, por ejemplo, comienza en el parque de la Villa y ofrece vistas panorámicas que dejan sin aliento.
Opciones para los más aventureros
Además, los más aventureros pueden seguir el camino hacia la ermita de Sant Joan de l'Avellanet y la cascada de Sant Joan, un lugar ideal para refrescarse durante los días más calurosos del verano.
A lo largo de sus calles empedradas, los restos de las antiguas murallas y edificios como el castillo o el puente sobre el río Bastareny nos transportan a tiempos remotos.
Bagà, además, es un lugar de gran importancia histórica en cuanto al catarismo, pues en la Edad Media fue refugio para los cátaros, lo que se puede conocer mejor en su Centro de Interpretación del Catarismo.
Si bien la belleza de pueblos cercanos como Sitges o Sant Cugat del Vallès atrae a miles de turistas cada año, Bagà sigue siendo una joya tranquila, capaz de ofrecer tanto a los amantes de la historia como a los de la naturaleza una experiencia auténtica e inolvidable.