Vistas panorámicas de Calaf
El pueblo a una hora de Barcelona con chalets de más de 100 m2 por 50.000 euros: el más barato
Los elevados precios en la capital catalana hace que muchos opten por adquirir vivienda fuera, que se consolida como una opción ideal para quienes buscan espacio, tranquilidad y conexión con la ciudad sin arruinarse
Un municipio del Baix Llobregat se convierte en el más rico de Catalunya: Barcelona, fuera del ranking
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En plena escalada de precios inmobiliarios en Barcelona, encontrar un hogar amplio y asequible dentro de la provincia parece un reto imposible.
Sin embargo, a solo una hora en coche de la capital catalana, el municipio de Calaf ofrece una alternativa real con chalets y pisos desde 50.000 euros.
Esta localidad de la comarca de la Anoia, con poco más de 3.600 habitantes, ha captado el interés de quienes buscan más metros cuadrados, calidad de vida y conexión con la naturaleza, todo sin renunciar a la cercanía de los grandes núcleos urbanos.
Chalets de 4 habitaciones por menos de 80.000 euros
Mientras el precio medio por metro cuadrado en Barcelona supera los 4.800 euros, en Calaf ronda los 732 euros, lo que permite adquirir viviendas de más de 100 m² por apenas 75.000 euros.
Pueblo de Calaf, donde se encuentra la casa rural ofertada
En los principales portales inmobiliarios es posible encontrar chalets independientes por 79.000 euros con cuatro dormitorios, dos baños, terraza y garaje, así como pisos reformados listos para entrar a vivir por menos de 74.000 euros.
Algunas de estas propiedades pueden requerir reformas menores, pero representan una inversión inigualable en comparación con los precios urbanos.
Vida tranquila y aire puro
Además del ahorro económico, Calaf ofrece ventajas que van más allá del precio: un estilo de vida sereno, sin ruido ni aglomeraciones, rodeado de naturaleza y con aire limpio.
Vivir en Calaf es disfrutar del silencio, de rutas para caminar entre montañas y de una comunidad donde el tiempo parece ir más despacio. Todo ello en un entorno con valor histórico, donde destacan joyas como la iglesia de San Pedro, el castillo medieval o la icónica Plaça Gran.
El casco antiguo de Calaf
El municipio también organiza ferias y mercados tradicionales que refuerzan su carácter auténtico, perfecto para quienes quieren dejar atrás el estrés urbano sin desconectarse del todo.
Buena conexión con otras ciudades
Calaf está conectado por carretera y tren con Barcelona, Manresa y Lleida, lo que facilita la movilidad diaria para quienes trabajan fuera del pueblo.
Esta accesibilidad, unida a sus precios competitivos, lo posiciona como una de las opciones más atractivas de toda Catalunya para la compra de primera o segunda residencia.
Vivir fuera de Barcelona
Ante los precios desorbitados del alquiler en Barcelona, cada vez más personas se plantean irse a vivir fuera de la ciudad en busca de opciones más asequibles.
Mientras que alquilar un piso pequeño en barrios céntricos como Gràcia, Eixample o Sant Antoni puede superar los 1.200 euros mensuales, en municipios cercanos o rurales es posible encontrar casas completas por menos de la mitad.
Esta migración no solo responde al ahorro económico, sino también al deseo de ganar espacio, calidad de vida y tranquilidad, factores que muchos sacrifican al quedarse en la ciudad.
Además, trabajar en remoto ha abierto nuevas oportunidades: ya no es imprescindible estar físicamente en Barcelona para mantener un empleo bien remunerado.
Así, pueblos como Calaf, con alquileres mucho más bajos, se convierten en destinos atractivos para quienes buscan escapar de la burbuja inmobiliaria urbana sin perder conexión con Barcelona gracias al tren o la carretera.