
Cala Culip en una imagen de archivo
La playa que inspiró a Dalí está a solo una hora de Barcelona: "Alegría salvaje y tristeza morbosa"
En este paisaje escarpado, el artista catalán halló no solo tranquilidad, sino un escenario natural cuyas formas caprichosas se transformaron en símbolos recurrentes de su universo artístico
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A solo unas dos horas en coche desde Barcelona se encuentra uno de los paisajes más peculiares y magnéticos de Catalunya: Cala Culip, una pequeña playa escondida en el Parque Natural del Cap de Creus.
Lo que pocos saben es que este rincón salvaje del Empordà fue una de las mayores fuentes de inspiración para Salvador Dalí, el pintor surrealista nacido en Figueres y profundamente ligado a Cadaqués y Portlligat.
Cala Culip no es una playa cualquiera. Su geografía abrupta, las rocas modeladas por la tramontana y el azul intenso del mar la convierten en un escenario que parece sacado de un sueño. Y precisamente eso fue para Dalí: un escenario natural donde la realidad se distorsiona y da paso a un universo simbólico propio.

El pintor Salvador Dalí / EP
Un paisaje que inspiró arte surrealista
En este entorno, el artista no solo encontró refugio, sino un teatro creativo. Según los expertos, muchas de las formas rocosas que se observan en Cala Culip —parecidas a águilas, camellos o rostros humanos— aparecen en sus obras más conocidas.
Basta visitar el mirador del Pla de Tudela para comprender cómo la morfología del terreno influyó directamente en lienzos como El gran masturbador o La persistencia de la memoria.
En palabras del propio Dalí, el Cap de Creus le provocaba una mezcla de “alegría salvaje” y “tristeza morbosa”, una dualidad emocional que se refleja en la intensidad de su obra. No es casualidad que eligiera Portlligat, a solo unos kilómetros de la cala, como su residencia y taller durante décadas.
De zona privada a espacio protegido
Durante años, el acceso a Cala Culip estuvo restringido debido a la presencia de un complejo turístico del Club Med, que construyó cientos de bungalows en la zona.

Cala Culip en una imagen de archivo
Sin embargo, tras la recuperación del terreno como espacio protegido, todos los edificios fueron demolidos y el paraje volvió a su estado natural. Hoy, es una de las joyas menos masificadas de la Costa Brava, perfecta para senderistas, amantes del buceo y buscadores de inspiración.
Cala Culip, con su fusión de arte, naturaleza e historia, ofrece una experiencia única para quienes buscan algo más que sol y playa. Visitar este rincón es sumergirse en el paisaje mental de Dalí, un universo donde la piedra se convierte en símbolo y la costa catalana revela su cara más onírica y salvaje.
Espacio natural
El Parque Natural del Cap de Creus es uno de los parajes más singulares y cautivadores de Catalunya, donde la fuerza del viento y el mar ha esculpido un paisaje de formas imposibles. Con más de 13.000 hectáreas, de las cuales 3.000 pertenecen al entorno marino, este espacio protegido combina acantilados abruptos, calas recónditas y formaciones rocosas que parecen extraídas de un lienzo surrealista.
No en vano, Salvador Dalí encontró aquí una fuente inagotable de inspiración. Playas como Cala Bona, Racó des Barrilers o Racó de sa Conillera conservan ese halo de misterio que impregnó buena parte de su obra. Además, una red de senderos perfectamente señalizados permite recorrer a pie este entorno único.

Parque Natural de Cap de Creus en Girona
Una de las rutas más emblemáticas parte de Cadaqués y llega hasta el faro del Cap de Creus, atravesando calas como Sant Lluís o la bahía de Guillola, donde se alza la enigmática Roca Cavallera, otra figura natural convertida en musa del genio de Figueres.
Cómo llegar desde Barcelona
El acceso a Cala Culip se realiza desde el Parque Natural del Cap de Creus. Desde Barcelona, se toma la AP-7 hasta Figueres, luego la C-260 en dirección a Roses y, desde allí, la GI-614 hasta Cadaqués.
Finalmente, la carretera del Cap de Creus (GI-613) lleva al Pla de Tudela, donde se puede estacionar. Desde ese punto, hay que caminar unos 15-20 minutos por un sendero señalizado hasta la cala.