Un mosso custodia la entrada de la cárcel de Quatre Camins / EFE
La defensa de uno de los agresores, sobre la 'paliza' a un preso en Quatre Camins: "Debía estar en un ala médica"
El letrado ve fallos estructurales en la gestión de los presos con trastornos mentales dentro del sistema penitenciario catalán
Dos presos intentan asesinar a su compañero de celda en la prisión de Quatre Camins de Barcelona
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Un perfil atormentado, multirreincidente, con dependencias, que "no debía haber ingresado en prisión y no debía estar en su celda" aquel día. Así define la defensa a uno de los presuntos agresores que participaron en la brutal paliza que dejó a un preso de Quatre Camins en estado crítico.
Según ha explicado el abogado defensor de A.R, Xavier Bosch, uno de los internos implicados en la agresión, en declaraciones a Metrópoli, el cliente al que representa no tenía que estar internado en el centro, sino en un centro o ala especializada para atender necesidades psiquiátricas.
Condición psiquiátrica especial
"No era un preso conflictivo. De hecho, disfrutaba de un tercer grado hasta el pasado 4 de septiembre, cuando volvió a ingresar y, a pesar de ser multirreincidente, no tenía historial violento", detalla el letrado.
Imagen exterior de la cárcel de Quatre Camins
No solo eso, sino que sobre él pesaba un historial de victimización, pues fue víctima de "agresiones de extrema gravedad" durante su estancia en la penitenciaría catalana.
Ello, acompañado de cierto grado de discapacidad intelectual, una politoxicomanía certificada por informes médicos, con medidas de apoyo reconocidas para su condición.
Un traslado que no se efectuó
Por todo ello, se emitieron informes, se presentaron recursos, escritos e instancias --algunas con carácter de urgencia-- tanto al juzgado de guardia, a la junta directiva de la penitenciaría, al Síndic de Greuges de Catalunya e incluso al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Todo con el objetivo de trasladar al reo del Departament d’Atenció Especialitzada (DAE) a un centro médico o bien a una unidad penitenciaria dotada de las instalaciones y recursos necesarios.
La defensa lamenta que, de todas las instituciones interpeladas, la única en responder ha sido el Juzgado de Guardia, que ha admitido a trámite el recurso presentado, no obstante, después del trágico suceso.
La víctima, en estado crítico
Tras su reingreso, el pasado 4 de septiembre, algo cambió. A.R. pasó de no tener historial violento a robar, junto a uno de sus dos compañeros de celda, una mancuerna y un disco de peso del gimnasio.
Utilizaron, presuntamente, ambos objetos como arma contundente contra el tercer integrante de la celda, la número 14 del DAE. La víctima permanece en estado crítico, según confirman a este digital fuentes penitenciarias.
Tras los hechos --relatan-- se encuentra un asunto de drogas. La víctima, que volvía de un permiso, no trajo unas supuestas drogas que tenía que introducir. "L.P nos la ha jugado y no ha traído la droga que nos debía en su reingreso de permiso", argumentaron los dos agresores tras los hechos, según fuentes del entorno penitenciario.
Traslado a dependencias psiquiátricas
La defensa reclama el internamiento psiquiátrico del agresor, que "no significa eludir la pena" y, de hecho, "es perfectamente compatible con el cumplimiento de una pena privativa de libertad", pero "condiciones dignas, de seguridad y de salud".
Cárcel de Quatre Camins, una de las cárceles catalanas donde se han producido más agresiones / GOOGLE MAPS
Más allá de estos hechos en particular, Bosch denuncia "un fallo sistémico de protección" por parte de la Administración e implica a "todas aquellas instituciones que, por acción u omisión, han propiciado este fatal desenlace".
Piden una investigación y más protocolos
Tras la brutal paliza, "interesará una investigación exhaustiva para depurar las responsabilidades que pudieran derivarse tanto del incidente como de la falta de atención a las solicitudes formuladas", añade.
Asimismo, "propondrá e interesará la creación y aplicación efectiva de protocolos de protección para internos de alta vulnerabilidad".
De este modo, se evitará "que personas no conflictivas ni violentas acaben desarrollando conductas disruptivas por un sistema penitenciario que, en ocasiones, prioriza el castigo frente a la reinserción", valoran.
El 60% de los presos sufre de trastornos mentales
Según datos de la Conselleria de Salud de la Generalitat de Catalunya, cerca del 60% de las personas privadas de libertad en prisiones del Principado presenta algún tipo de trastorno mental.