Contenedores inteligentes en Barcelona en una imagen de archivo
Victoria vecinal en Santa Coloma: el Ayuntamiento lanza un plan para reducir un 20% la tasa de residuos
El consistorio informó en el pleno de septiembre sobre esta medida, aunque todavía se debe establecer su aplicación para cumplir con los objetivos de la Unión Europea
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El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet ha dado un paso hacia adelante sobre uno de los temas más candentes que asoman entre los municipios del área metropolitana.
El consistorio ha anunciado que quiere reducir un 20% la tasa de residuos establecida desde marzo, que obliga a los vecinos a pagar de media cada dos meses entre 82,15 y 152,64 euros al año, según datos oficiales.
Esto ocurre después de que los vecinos de Santa Coloma, la oposición política y asociaciones expresaran su descontento con este cargo, que ha sido implementado en concordancia con las exigencias europeas.
Rechazo a la tasa
La Festa Major de Santa Coloma arrancó el pasado 5 de septiembre con pitadas a la alcaldesa, Mireia González, por parte de los vecinos en señal de rechazo a la tasa de residuos (incluida en la factura del agua).
El ejecutivo ha recibido las quejas vecinales y ha apostado por la alternativa de reducir la tasa de residuos, aunque fuentes municipales confirman a Metrópoli que el planteamiento de cómo hacerlo aún "está muy verde".
Vía de operación
La minoración en la factura es difícil de tramitar. Según el Ayuntamiento, será posible gracias a "la actualización del estudio técnico de costes del servicio, que incorpora la segunda anualidad del nuevo contrato de limpieza y el incremento previsto de los ingresos derivados del reciclaje".
Asimismo, el consistorio también analizará el próximo año algunos "modelos alternativos de gestión de cobro", y reforzará la transparencia mediante "la publicación de los estudios de costes, datos anuales de ingresos y gastos y las orientaciones sobre los tramos de aplicación".
Y las medidas para reducir gastos no quedan aquí. El ejecutivo confirma que congelará para 2026 el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que junto al diferencial del IPC hará que "la presión fiscal a las familias baje en torno al 25%".
Contenedores de basura en una imagen de archivo
Bonificaciones vecinales
Uno de los caminos más factibles para la reducción son las bonificaciones para los vecinos, que alcanzarán "entre el 14% y el 50% de la cuota final según la capacidad económica y la participación en servicios de reciclaje", según el Ayuntamiento.
Además de los que más reciclen, también se tendrá en cuenta las que faciliten la recogida de muebles voluminosos (10% de descuento); de ropa (15%); y el uso de los servicios de poda puerta a puerta (10%) y punto verde (25%).
Por el momento, las familias de acogida, personas en exclusión domiciliaria o personas con discapacidad están exentas de pagar estas tasas.
El nuevo sistema se elaborará para que las familias puedan obtener uno o más descuentos. La intención del consistorio es que algunos recibos acaben con un coste inferior al que pagaron en 2024, y a esto contribuirá la instalación de contenedores inteligentes prevista en 2026.
Valoración positiva a la medida
Desde la formación de ERC, la principal oposición en el Ayuntamiento, "celebran" esta reducción, que ellos también exigían desde el pleno, siempre y cuando sirva para "incentivar el reciclaje y premiar los buenos comportamientos".
Desde la Plataforma per una Taxa de Residus Justa, valoran "positivamente" y acogen "con satisfacción" estas mejoras y reducciones anunciadas que han defendido "desde el primer momento para que fuera equitativa".
Por eso, insisten en que esto, en parte, se ha conseguido gracias a la "actitud constructiva y participativa de la ciudadanía". Por último, demandan que la tasa "se desvincule totalmente del recibo del agua", para que la factura no sea tan costosa.
Una de los espacios de gestión de residuos
Índice de reciclaje del 55%
El área metropolitana puso en marcha el pasado 10 de abril la Tasa de Recogida de Residuos. Dicha normativa está suponiendo un quebradero de cabeza para varios ayuntamientos de la zona, por no llegar al índice de reciclaje del 55% exigido por la UE.
Antes de implementarse esto ya se advirtió: la tasa supondría un aumento de la factura anual de los vecinos de entre 80 y 200 euros. El quid de la cuestión está en que cada municipio paga en función del porcentaje de recogida selectiva logrado.
En el caso de Santa Coloma, pese a que en los últimos meses haya pasado de un 27% a un 31% según datos del consistorio, la ciudad se sitúa como una de las que menos recicla del área metropolitana, lejos de cumplir el objetivo que marca Europa.
Variaciones por municipios
Por lo tanto, aquellos municipios con una baja tasa de reciclaje tienen un aumento significativo en su factura de residuos, mientras que, los que consiguen mejores porcentajes de recogida selectiva, pagan menos.
En el caso de Santa Coloma, con porcentaje inferior al 35%, pertenece al grupo de las ciudades más perjudicadas según esta regla, junto con Sant Adrià, L’Hospitalet, Badalona o Barcelona.
En contraposición a esto, aquellos municipios que tendrán menos coste porque superan el mínimo europeo son Tiana, Santa Coloma de Cervelló y Corbera de Llobregat, que según los datos del AMB, superan el 70%.
Manifestaciones en El Prat
El Prat de Llobregat implantó basuras inteligentes para abrirse con tarjeta o app móvil, con un premio claro y tentador: descuento del 40% en la tasa de recogida de residuos con frecuencia bimensual.
Manifestación en El Prat contra la nueva tasa de reciclaje
La tasa, funciona a través de estos contenedores inteligentes. Los buenos recicladores pueden conseguir dichos descuentos, pero muchos vecinos consideran que la medida es "injusta y regresiva", y que supone un aumento en los impuestos que ya pagan.
Pese a las medidas compensatorias, los vecinos de este municipio no se quedaron callados, y el pasado mes de septiembre organizaron una manifestación. Alrededor de 4.000 personas se concentraron para quejarse sobre los pagos de la tasa.
Otra tasa más añadida
El Consejo Metropolitano del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aprobó sus ordenanzas fiscales para 2025. Entre las medidas figuraba un aumento del 10% en la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR).
La TMTR afectará, sobre todo, a los hogares y negocios. Se estima que el 71% de las viviendas experimentará un incremento anual de entre 2,72 y 6,02 euros.
Este incremento se suma a la tasa propia que los municipios están obligados a pagar. En ambos casos, la cuantía obtenida con este impuesto debe financiar el coste íntegro del tratamiento de residuos.
Actualmente, se estima un déficit de aproximadamente 15 millones de euros en la TMTR, una cantidad que no había sido visible hasta ahora debido a que no se contaban ciertos costes indirectos en la gestión del tratamiento.
