El derribo del antiguo instituto okupado B9, entre los barrios de Sant Roc y el Remei, ya tiene hoja de ruta.
La memoria técnica del proyecto, redactada este verano y a la que ha tenido acceso Metrópoli, cifra en 517.449 euros (IVA incluido) el coste total de la operación, que afectará a una superficie de casi 10.000 metros cuadrados.
El Ayuntamiento de Badalona, a través de Engestur, será el encargado de ejecutar el plan, que prevé una duración de cuatro meses desde el inicio de las obras.
Exterior del okupado B9 en Badalona
Degradación y peligro de incendio
El documento detalla con precisión el proceso de demolición del edificio --abandonado desde 2011 y okupado desde 2023--, e incluye una descripción exhaustiva de su estado actual.
Según el informe patrimonial municipal citado en la memoria, la estructura sufre un “proceso acelerado de degradación” debido a la okupación y presenta un riesgo eléctrico elevado por la manipulación y sobrecarga de la instalación.
Los técnicos alertan de un posible peligro de incendio y de un deterioro general que “pone en riesgo a los ocupantes”, estimados en más de 150 personas, entre ellos familias con menores.
Un "asentamiento precario"
El proyecto detalla que el inmueble se levantó a finales de los 80 como instalación provisional para acoger a los alumnos del entonces recién creado instituto Barres i Ones, y que tras su cierre en 2011 pasó a usarse como sede del IMPO (Instituto Municipal de Promoción de la Ocupación) y almacén municipal.
Desde hace dos años, el recinto ha derivado en un asentamiento precario con construcciones improvisadas, filtraciones y conexiones eléctricas ilegales.
Exterior del B9 okupado en Badalona
Restos de amianto
Antes del derribo, la empresa adjudicataria deberá retirar restos de amianto detectados en los módulos añadidos por los okupantes.
El material se llevará a una planta especializada de Castellolí, gestionada por Atlas Gestión Medioambiental, y se aplicará un estricto protocolo de descontaminación, con uso obligatorio de mascarillas P3 y trajes de un solo uso.
Esta fase, aunque menor, añade complejidad al proceso y eleva los costes de seguridad.
Nueva valla perimetral
El proyecto contempla también la instalación de una nueva valla perimetral metálica tras el derribo para evitar futuras ocupaciones, y precisa que la parcela quedará “en terreno irregular”, sin compactar, para impedir su uso inmediato.
El Ayuntamiento anunció hace meses que el solar acogerá una nueva comisaría mixta de Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra, aunque el documento técnico no hace referencia a esa futura construcción, limitándose a describir las tareas de demolición.
Tampoco se especifica la fecha exacta de inicio, aunque las fuentes municipales consultadas aseguran que el desalojo de los migrantes que okupan el lugar es inminente, a la espera del replanteo sobre el terreno.
