La calle Esplugues en El Prat de Llobregat
El Prat 'fulmina' los aparcamientos y la circulación de coches en la reforma de una calle por más de un millón
El plan municipal convertirá la calle en un paseo sin tráfico, con árboles y zonas para los ciudadanos, pero sin plazas de estacionamiento
Otras reformas: El Prat eliminará una veintena de aparcamientos y reorganizará el tráfico en una avenida de Sant Jordi
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El Ayuntamiento de El Prat de Llobregat reformará la calle Esplugues en el barrio de la Barceloneta. El consistorio, liderado por Alba Bou, ha aprobado el proyecto definitivo de reforma por un presupuesto cercano a los 1,3 millones de euros.
La propuesta contempla la eliminación de todos los estacionamientos para vehículos y la peatonalización de la calle, con la supresión de la circulación motorizada, que quedará limitada a los residentes de la zona y a los servicios municipales.
La reurbanización se enmarca dentro del plan del consistorio de reforma integral de este barrio del municipio pratense. Con esta intervención, el consistorio busca pacificar el tráfico, ampliar los espacios peatonales y naturalizar la vía.
La calle Esplugues en El Prat de Llobregat en una imagen de archivo
Un barrio antiguo
El barrio de la Barceloneta, uno de los más antiguos y con mayor identidad de El Prat, tiene un origen agrícola que se remonta siglos atrás. Con la industrialización del siglo XIX, su paisaje rural se fue transformando en un tejido urbano obrero y denso, marcado por calles estrechas y edificios de poca altura.
Con la reforma, el consistorio quiere renovar un espacio anticuado y crear una gran unión peatonal, ya que la calle objeto de la reforma limita al oeste con la calle Jaume Codina y al este con la calle Àngel Garcia Vidal, ambas ya peatonalizadas.
Esta red peatonal continua busca favorecer los desplazamientos a pie y en bicicleta, y reducir el tránsito de paso. Al mismo tiempo, ha despertado la inquietud entre algunos residentes, que temen por la reducción de plazas de aparcamiento.
Desde la Asociación de Vecinos de la Barceloneta han asegurado a Metrópoli que no se han posicionado "ni a favor ni en contra" ante la división de opiniones entre los residentes. Asimismo, han explicado en conversación con este digital que peatonalizar la vía no ha sido una petición al consistorio.
Las mismas fuentes han celebrado, eso sí, que se realicen actuaciones municipales para renovar las calles, una reivindicación que hacía años que habían trasladado al gobierno de Alba Bou para mejorar el espacio público del barrio, en un estado precario.
La calle Esplugues en El Prat de Llobregat
Mejorar la accesibilidad
El nuevo diseño urbano de la calle Esplugues plantea una transformación profunda, concebida para adaptar el espacio a los estándares actuales de urbanización del municipio.
La intervención pivota sobre tres grandes ejes: la mejora de "la accesibilidad, el confort y la seguridad" de los peatones; la naturalización del entorno con el fin de aumentar la resiliencia frente a los efectos del cambio climático y mejorar la calidad del aire; y, finalmente, la renovación integral de las infraestructuras de servicios.
El Ayuntamiento defiende que estos cambios buscan “pacificar las calles del barrio para convertirlas en entornos más amables para el uso cotidiano del vecindario”.
Render de la calle Esplugues en El Prat de Llobregat
La calle Esplugues, con una anchura media de apenas ocho metros, mantiene todavía hoy una sección segregada entre calzada y aceras. La calzada, de unos 5,5 metros, incluye un cordón de aparcamiento en línea y un único carril de circulación en sentido este-oeste, mientras que las aceras apenas alcanzan 1,20 metros de anchura.
La futura plataforma única eliminará esta división, ampliando el espacio peatonal y reduciendo la presencia de vehículos.
212 metros de reforma
La actuación abarca 1.980 metros cuadrados e incluye una plataforma única sin bordillos ni aceras diferenciadas.
La calle Esplugues, con apenas 212 metros de longitud y una anchura media de 7,95 metros, carece actualmente de árboles, zonas de sombra o mobiliario urbano.
El proyecto municipal prevé revertir esa situación, pero a costa de eliminar los aparcamientos y restringir drásticamente el tráfico.
La circulación quedará limitada a los vehículos de los propios residentes y a los servicios de emergencia o mantenimiento, con una velocidad máxima de 10 km/h.
“Se elimina la segregación entre aceras y calzada, creando un espacio continuo de fachada a fachada, aumentando la superficie para el peatón y reduciendo el impacto visual, acústico y ambiental del vehículo”, señala el documento técnico.
Render de la calle Esplugues reformada en El Prat
Ejecución y fases de las obras
Los trabajos se dividirán en varias fases, comenzando por el desvío de servicios (electricidad, agua, gas) y la construcción de un nuevo colector central.
Posteriormente, se actuará sobre las aceras -primero la sur y después la norte- y, finalmente, se pavimentará el conjunto. En todo momento se garantizará el paso de los peatones mediante recorridos protegidos.
También se reformará el alumbrado, que depende todavía de "brazos colgados de la fachada sur". La reforma pretende cambiar radicalmente esa imagen.