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El regreso de ‘Operación Triunfo’ (OT) en 2017 marcó un antes y un después en la televisión española. Tras seis años de ausencia por la caída de audiencia, el formato volvió con fuerza y recuperó el fenómeno fan que arrasó en sus primeras ediciones.

Desde entonces, el programa no ha dejado de generar nuevos talentos y fenómenos mediáticos, como Aitana o Lola Índigo, que hoy triunfan a nivel internacional.

El éxito fue tal que, desde aquel renacer en 2017, ‘OT’ ha celebrado tres ediciones más: en 2018, 2020 y 2023. Y este 2025, el programa vuelve a ocupar titulares con su cuarta entrega desde el regreso, que se emite desde el pasado mes de septiembre.

El nuevo fenómeno fan de ‘OT’

Tras seis galas emitidas (sin contar la gala 0), los seguidores ya tienen a sus favoritos. Pero hay un concursante que, incluso fuera del programa, ha conseguido conquistar el corazón del público: Max Navarro, un joven barcelonés de 23 años que fue el quinto expulsado de esta edición.

Max, exconcursante de OT 2025 Instagram

A pesar de su salida, su despedida fue de las más comentadas del concurso. Max se quedó fuera con un ajustado 30,5% de los votos, en una decisión muy reñida que desató una ola de apoyo en redes sociales.

Su voz, su carisma y su ternura le han convertido en uno de los nombres más recordados de esta temporada.

Un talento con raíces barcelonesas

Nacido en Premià de Mar, Max compagina su pasión por la música con los estudios de periodismo en la Universitat Pompeu Fabra (UPF).

Además, se ha formado en interpretación en el Institut del Teatre de Barcelona y en el estudio de teatro Helenna Munné, con el sueño de dedicarse a los musicales.

Playa de Premià de Mar, con una persona andando por el paseo marítimo

Durante su paso por el programa, dejó claro su amor por el teatro y los escenarios, y su expulsión no ha frenado sus ganas de seguir aprendiendo. De hecho, muchos profesores y vecinos de su localidad natal han mostrado su orgullo por el talento que ha salido de su municipio.

Premià de Mar, el rincón que lo vio crecer

Premià de Mar es una pequeña joya costera del Maresme, a unos 23 kilómetros de Barcelona, que se puede alcanzar en unos 50 minutos en coche o en media hora en tren desde Plaça Catalunya.

Se trata de un municipio que combina el encanto de una localidad marinera con una vida cultural y social muy activa.

Con cerca de 30.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande del Maresme después de Mataró. Sin embargo, conserva una atmósfera tranquila y familiar, ideal para quienes buscan vivir junto al mar sin renunciar a la cercanía de la capital catalana.

Un entorno privilegiado frente al Mediterráneo

Vivir en Premià de Mar es disfrutar de un entorno con clima templado todo el año, perfecto para las actividades al aire libre. Las playas de Llevant y Bellamar son dos de sus mayores atractivos: amplias, limpias y con todos los servicios, se llenan de vida especialmente en los meses de verano.

Además, el Club Nàutic de Premià de Mar ofrece una gran variedad de deportes acuáticos como vela, paddle surf o kayak, lo que ha convertido a la localidad en un punto de encuentro para los amantes del mar.

La plaza de l'Ajuntament de Premià de Mar / AYUNTAMIENTO DE PREMIÀ

Los fines de semana, el paseo marítimo se llena de vecinos y visitantes que disfrutan del sol y la brisa marina.

Un pueblo con historia milenaria

Aunque hoy es conocida por su ambiente tranquilo y familiar, Premià de Mar tiene una historia que se remonta a la prehistoria.

En su término municipal se han hallado restos de asentamientos neolíticos y poblados íberos, como el del yacimiento de Cadira del Bisbe, que demuestran que el lugar estuvo habitado hace miles de años.

La época romana también dejó una huella profunda. En el municipio se conserva parte de una villa romana datada entre los siglos I y V, además del edificio de Can Farrerons, que se remonta a los siglos IV al VII y hoy forma parte del Museo de la Estampación Textil.

Arquitectura y patrimonio cultural

Entre los edificios más emblemáticos del pueblo destaca la iglesia de Sant Cristòfol, construida a finales del siglo XVIII. Su portada de granito decorada con motivos marineros y su alto campanario visible desde la carretera son símbolos inconfundibles de Premià.

También merece una visita la masía neoclásica Ribas, el colegio modernista de la Divina Pastora y la antigua fábrica de gas, hoy reconvertida en el Museo de la Estampación Textil, único en toda la península. Este museo conserva piezas, maquinaria y documentos que narran la evolución de la industria textil, tan importante en la historia de Cataluña.

La esencia marinera del Maresme

En el antiguo barrio marítimo, aún se pueden ver masías del siglo XVII como Can Batlle y Can Manent, esta última convertida en el Museo Municipal.

El edificio alberga una interesante colección que permite recorrer la historia del municipio, desde sus orígenes agrícolas y pesqueros hasta su transformación en una localidad moderna.

Este equilibrio entre pasado y presente es uno de los encantos de Premià. Sus calles estrechas, los mercados de barrio y las fachadas coloridas conviven con nuevas zonas residenciales, restaurantes y espacios culturales que atraen a familias jóvenes y visitantes de toda el área metropolitana.

Orgullo vecinal y apoyo a Max

El paso de Max por ‘Operación Triunfo’ ha generado una auténtica movilización en su pueblo natal. En las calles del centro y en los bares del municipio se han visto carteles pidiendo el voto para salvarlo, lo que demuestra el cariño que despierta entre sus vecinos.

Puente subterráneo de la estación de tren de Premià de Mar

Aunque la expulsión fue inevitable, el apoyo noha cesado. “Para nosotros, Max ya ha ganado”, comentan muchos de sus vecinos, que destacan su cercanía y humildad. No es raro que, tras su salida del programa, los habitantes de Premià se hayan volcado en las redes sociales para pedir su regreso al mundo de la música.

El encanto de vivir junto al mar

Más allá del orgullo local, Premià de Mar es un lugar donde la calidad de vida es su mejor carta de presentación. Con su paseo marítimo, sus playas urbanas, sus comercios tradicionales y su cercanía a Barcelona, se ha convertido en una opción muy buscada por quienes desean una vida más pausada sin alejarse de la gran ciudad.

Los fines de semana, la localidad se llena de visitantes que buscan desconectar, disfrutar de una comida frente al mar o pasear entre sus calles llenas de historia.

En verano, el ambiente es especialmente animado, con conciertos, ferias y actividades culturales que llenan sus plazas.

Un futuro prometedor para Max

Mientras tanto, Max Navarro sigue centrado en su carrera artística. Su paso por la academia ha sido solo el primer paso de un camino que apunta lejos.

Su formación teatral y su versatilidad musical le abren puertas tanto en la música como en los escenarios, y todo apunta a que pronto volverá a sorprender.

Max durante una actuación de OT 2025 INSTAGRAM

Su historia es también la de muchos jóvenes artistas que, como él, han crecido en pequeños pueblos de Cataluña y han encontrado en ‘Operación Triunfo’ una plataforma para cumplir sus sueños.

Premià de Mar, con su mar de fondo y su espíritu tranquilo, seguirá siendo el refugio donde todo empezó.

Entre la calma y la inspiración

Premià de Mar no solo es el lugar donde nació uno de los concursantes más queridos de la edición, sino también un rincón que encarna el equilibrio perfecto entre historia, mar y modernidad.

Un destino ideal para quienes buscan conocer otra cara del Maresme, donde el arte, la cultura y la vida junto al mar se entrelazan en cada rincón.

En definitiva, este pueblo a 50 minutos de Barcelona no solo ha dado a conocer a uno de los rostros más prometedores de ‘OT’, sino que también invita a descubrir un patrimonio histórico único con vistas al Mediterráneo, perfecto para visitar, vivir o inspirarse, como hizo el propio Max.

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