Desalojo del B9 en Badalona

Desalojo del B9 en Badalona Simón Sánchez

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Badalona, en crisis tras el desalojo del B9: del instituto okupado a tiendas bajo el puente y choque vecinal

El operativo policial del pasado miércoles, 17 de diciembre, echó a los centenares de migrantes que llevaban dos años y medio dentro del antiguo instituto: ahora, estos se reparten entre la C-31 en Sant Roc y la masía de Can Bofí Vell

Más: Tensión en Badalona: un grupo de vecinos bloquea la entrada de los migrantes desalojados del B9 a una parroquia

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La ejecución del desalojo del antiguo instituto B9 el pasado miércoles ha desencadenado una crisis social en el área metropolitana de Barcelona que pone sobre la mesa las limitaciones de las políticas públicas ante el drama de la migración irregular y la falta de soluciones habitacionales reales.

El operativo policial culminó con la expulsión de centenares de personas, en su mayoría migrantes subsaharianos que llevaban años viviendo en el edificio abandonado. Pero la situación, lejos de mejorar, parece que no ha hecho más que empeorar

Personas desalojadas del antiguo Instituto B9 de Badalona acampan debajo de la salida 210 de la C-31, en el barrio de Sant Roc de Badalona.

Personas desalojadas del antiguo Instituto B9 de Badalona acampan debajo de la salida 210 de la C-31, en el barrio de Sant Roc de Badalona. Lorena Sopêna - Europa Press

La lluvia, un agravante

El mismo día que se produjo la desokupación, los desalojados montaron un campamento improvisado por la tarde, en la plaza junto a la Escola Oficial d'Idiomes (EOI) de la avenida del Marquès de Mont-Roig.

Su intención era mantenerse firmes al raso, a la espera de que las administraciones pertinentes les proporcionaran una solución. Encendieron varias hogueras para calentarse y se prepararon para aguantar días, con sus pocas pertenencias repartidas por el espacio. Pero les sorprendió la lluvia.

Desalojo del B9 en Badalona

Desalojo del B9 en Badalona Simón Sánchez

La noche de antes ya hubo una primera entrega: una tormenta sin precedentes que se cebó precisamente con Badalona. El barrio de Sant Roc fue de los peor parados: calles inundadas, alcantarillas desbordadas e incluso contenedores siendo arrastrados por la corriente de agua. 

Si el desalojo ya había perdido fuerza porque, por lo menos, la mitad de migrantes había decidido marcharse del B9 ante la respuesta policial, las inclemencias meteorológicas acabaron de minar los ánimos. A ello se sumó, además, la intervención de la Guardia Urbana que los instó a abandonar el lugar.

Bajo el puente de la C-31

Por ello, buena parte de esos migrantes que ahora se veían en la calle, sin un techo bajo el que dormir, se movieron unos metros. Lo hicieron bajo el puente de la C-31 que conecta la ciudad con Barcelona.

Imagenes de la desokupación del B9

Imagenes de la desokupación del B9 Simón Sánchez

Allí debajo acampan a día de hoy decenas de personas, que han transformado el paso en una especie de refugio con tiendas de campaña y tendederos para secar la ropa. Una zona que ni siquiera reúne condiciones básicas de seguridad o habitabilidad.

Desalojo del B9 en Badalona

Desalojo del B9 en Badalona Simón Sánchez

La masía de Can Bofí Vell, okupada

Pero, sin duda, lo que ha hecho saltar todas las alarmas vecinales --de nuevo-- es la okupación de la masía de Can Bofí Vell

Según explican fuentes policiales a Metrópoli, unos 11 migrantes llevan tres semanas conviviendo en la masía, que funcionaba hasta abril de 2024 como albergue para personas sintecho.

El cierre del albergue se produjo por la imposibilidad de la cooperativa que lo gestionaba (Suara) de seguir asumiendo sus gastos mensuales, después de que en 2021 el Ayuntamiento dejara de pagar por este servicio.

Personas desalojadas del antiguo Instituto B9 de Badalona acampan debajo de la salida 210 de la C-31, en el barrio de Sant Roc de Badalona.

Personas desalojadas del antiguo Instituto B9 de Badalona acampan debajo de la salida 210 de la C-31, en el barrio de Sant Roc de Badalona. Lorena Sopêna - Europa Press

Sin embargo, la consellera de Drets Socials de la Generalitat de Catalunya, Sílvia Paneque, ha pedido al Ayuntamiento que reabra el albergue como recurso de acogida inmediata dadas las carencias actuales.

Conflicto vecinal

La tensión vecinal estalló este domingo, 21 de diciembre, por la noche. La Generalitat, junto a organizaciones como Cruz Roja, Cáritas y Sant Joan de Déu, habilitó un dispositivo de emergencia que ofrecía refugio temporal nocturno (cena, cama y desayuno) a un número limitado de personas especialmente vulnerables provenientes del B9, a través de la parroquia de la Mare de Déu de Montserrat de Badalona.

La iniciativa, financiada por el Departament de Drets Socials, estaba pensada como respuesta urgente ante las bajas temperaturas y las lluvias, pero no cubría a todos los afectados, según entidades sociales.

Sin embargo, una concentración de vecinos en el barrio de Sant Crist y Montigalà donde se ubica la parroquia impidió que se pusieran en marcha completamente los recursos previstos en la parroquia, llegando incluso a bloquear físicamente la entrada de las personas migrantes al espacio preparado para su acogida.

Xavier García Albiol se personó en el lugar ante la crispación creciente y los Mossos d'Esquadra se desplegaron también en la zona, con orden público en las calles. El alcalde, micrófono en mano, pidió un "margen de confianza" para poder negociar con la Generalitat y arreglar la situación.

Derechos humanos y críticas internacionales

Este rechazo vecinal contrasta con la incapacidad de las instituciones por ofrecer alternativas habitacionales sostenibles para los migrantes desalojados y refleja una mezcla de frustración social y percepción de inseguridad.

Organizaciones de derechos humanos y relatores de la ONU han calificado el desalojo --realizado en pleno invierno y sin alternativas de vivienda suficientes-- como una violación grave del derecho a la vivienda digna, advirtiendo que el enfoque estigmatizador de las autoridades públicas hacia las personas migrantes constituye una forma de trato degradante.

Los vecinos durante la protesta frente a la parroquia en Badalona

Los vecinos durante la protesta frente a la parroquia en Badalona Cedida

Foco de "ilegalidad y conflictos"

El operativo policial del pasado miércoles culminó con la expulsión de decenas de personas, en su mayoría migrantes subsaharianos que llevaban años viviendo en el edificio abandonado.

En él se identificó a 181 personas, la Policía Nacional detuvo a varias más por temas de extranjería y los mossos arrestaron a un hombre con una orden de detención pendiente. En el interior del B9 se encontraron, además, objetos robados desde hacía tiempo como una moto, patinetes y diversas bicicletas.

Es "inviable" acoger a los desalojados

Albiol ha reiterado su negativa a acoger a los 400 migrantes que fueron desalojados, señalando que hacerlo sería “inviable” tanto “conceptualmente” como “económicamente”.

Según ha explicado estos días, hacerse cargo de estas personas supondría un desembolso mensual de 672.000 euros, y alrededor de ocho millones de euros al año.

El alcalde ha defendido su postura frente a las críticas de partidos políticos, instituciones y entidades sociales: “Lo que me proponen estas entidades y los partidos de la oposición es que nos gastemos cada mes 672.000 euros solo para atender a estas personas”, ha señalado.

Desalojo del B9 en Badalona

Desalojo del B9 en Badalona Simón Sánchez

Para el del PP, asumir este gasto no solo es insostenible para Badalona, sino para cualquier municipio español, y ha alertado de que hacerlo podría atraer a más migrantes irregulares a la ciudad: “Mañana vendrían otros 4.000 migrantes irregulares a Badalona a reclamar lo mismo”.

Dispersión y reacciones negativas

La dispersión de los migrantes del B9 hacia asentamientos improvisados bajo la autopista, los bloqueos vecinales a recursos de acogida y las críticas de organismos internacionales reflejan una crisis en Badalona sin precedentes.

Con todo, Albiol se ha reunido la tarde de este lunes con los vecinos del barrio de Sant Crist para transmitirles un mensaje de tranquilidad

"No son conflictivos"

El dirigente ha explicado a los vecinos que los desalojados "no son conflictivos" y que se proyecta que puedan pernoctar en la parroquia unos 30 días.

"He intentado hacerles ver que las 15 personas están tuteladas, pero es cierto que el tema de la ocupación ilegal la sufren desde hace mucho tiempo y no quieren correr ningún riesgo", ha expresado Albiol.

También ha criticado que "no se pueden tomar decisiones de este tipo teniendo un barrio y vecinos en contra".

Algunos vecinos han alegado que la presencia de los desalojados generará inseguridad en el barrio.

Una okupación que no puede pararse

Respecto a la okupación de Can Bofí Vell, el alcalde ha relatado este lunes a los vecinos que "los desalojados se presentaron con los abogados y un documento notarial diciendo que certificaban que estaban desde el miércoles o el jueves", y ha afirmado textualmente que coincide con los vecinos en que hay que echarlos.

"Yo como alcalde no puedo entrar en ese edificio ni mandar que entre la Guardia Urbana por un tema jurídico", y ha dicho textualmente que es una vergüenza que se metan en una propiedad sin permiso.

Albiol ha añadido que el Ayuntamiento está "apretando" para lograr que se eche a las personas que han ocupado Can Bofí Vell, aunque ha añadido que si no se consigue se tendrá que acudir a la vía judicial para lograrlo.

"Por la puñetera ley que tenemos en este país no podemos impedir como Ayuntamiento que entren ni que salgan", ha lamentado, y ha prometido a los vecinos reforzar la seguridad en el barrio mientras dure la okupación del antiguo albergue.