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“Se puede ser pionero en el mundo de la competición con 65 años”. La frase no es un eslogan, es una convicción. Y quien la pronuncia tiene argumentos de sobra para sostenerla.

Jordi Juvanteny (Sant Feliu de Llobregat,1960), uno de los históricos del Rally Dakar, afronta una nueva edición de la prueba --la número 34 de su trayectoria-- convertido en un referente doblemente singular: por veteranía y por innovación.

Camión pionero

Juvanteny forma junto a José Luis Criado la pareja más longeva del Dakar. Entre ambos suman 67 participaciones en la carrera más dura del mundo, una cifra que impresiona tanto como el camino que han elegido para seguir compitiendo.

Lejos de acomodarse en la experiencia, el piloto catalán ha sido el primero en atreverse a llevar a competición un camión impulsado por hidrógeno, el MAN 6x6 del KH-7 Ecovergy Team, hoy convertido en laboratorio rodante del futuro del motor.

Este año nos hemos vuelto a liar la manta a la cabeza y hemos hibridado el camión”, relata Juvanteny a Metrópoli. El MAN incorpora ahora un motor eléctrico acoplado al de combustión, alimentado por una batería que se recarga mediante una pila de combustible de hidrógeno. “Parece muy complejo y lo es, pero al final la conducción es totalmente normal. No tienes que hacer nada distinto”, resume.

Reinventarse

El piloto del Baix Llobregat busca un nuevo reto tras haber vivido todas las eras del rally, desde los Dakar africanos más aventureros hasta la actual etapa saudí. La necesidad de "buscar nuevos retos" es lo que le ha vuelto a impulsar para una nueva edición.

"Somos los más veteranos, pero los que hemos llevado lo más novedoso". Esa necesidad fue la que le llevó a apostar por el hidrógeno cuando aún parecía una quimera en competición.

Xavier Ribas, Jordi Juvanteny y José Luis Criado en una imagen de archivo en el interior de su camión KH-7

“Llevamos muchos años en el Dakar. Prácticamente lo hemos hecho todo. Ahora necesitamos ilusiones renovadas. Cuando se nos planteó el hidrógeno fue una cosa muy novedosa”, recuerda Juvanteny.

"Saldremos a ganar"

Tras dos años imponiéndose en la categoría Mision 1000 del Dakar, el laboratorio tecnológico extremo donde los vehículos con motores de energías alternativas ponen a prueba su fiabilidad y autonomía en el desierto, la tripleta liderada por Juvanteny y Criado aspira a volver a repetir el mismo éxito.

“Si los rivales nos lo permiten, saldremos a ganar. Cada año todo el mundo mejora y pone más tecnología para ganar. Hemos tenido un tiempo limitado para probarlo, pero estamos preparados”, asegura Juvanteny a este medio.  "Lo importante es llegar al final. Completar el Dakar siempre es difícil: intervienen la mecánica, la suerte, el estado físico y el equipo", puntualiza con prudencia. 

“Si ganamos será la repera, porque llevando tantas cosas novedosas siempre habrá pequeños fallos. Si ganamos será perfecto”, añade.

El camión KH7 ECOVERGY del Dakar CEDIDA

Primeras ediciones

Juvanteny recuerda sus inicios en el Dakar casi como una casualidad que acabó marcándole la vida. “Empezamos como aficionados, sin saber si nos gustaría ni qué nos encontraríamos”, explica sobre aquellas primeras ediciones a principios de los noventa, cuando la prueba "era más aventura que competición". 

Inspirado por el espíritu aventurero de su padre y el fascinante relato de un amigo que participó en las primeras ediciones, Jordi Juvanteny decidió "liarse la manta a la cabeza" y debutar en el Dakar con apenas 29 años, convirtiendo la curiosidad inicial en una pasión de por vida.

Las aventuras de África

Por el camino ha vivido todas las etapas del rally: desde su recorrido original en África, su traslado a Sud América o su actual recorrido en Arabia Saudi. Por el camino las ha vivido de todos los colores. 

Pero si tiene que escoger una de ellas se quedaría con la de África, que recogían el espíritu de la carrera fundada por Thierry Sabine tras perderse en el desierto del Sahara en 1977. "Era una aventura, era cruzar África y llegar hasta el final. Ahora se ha transformado en una carrera que dura 15 días. Todo el mundo va a fondo porque todos los días los mecánicos reparan el vehículo. Y en los primeros años esto no era posible", rememora. 

El camión KH7 Epsilon del Dakar en una imagen de archivo KH-7

Uno de los peores momentos fue cuando ya con Criado sufrieron un secuestro en plena carrera en Mauritania. "En ese momento lo pasamos muy mal, fue uno de ellos unos momentos críticos porque tememos lo peor. Pero en esos momentos nos marcó. Fue algo que realmente salió bien, pero que hubiera podido salir mal", relata Juvanteny. 

Sin edad para retirarse

Nunca imaginé que acabaría siendo una de las personas con más participaciones del Dakar”, admite, consciente del camino recorrido desde aquel debut.

"Cuando volvimos de la primera edición ya dijimos, "Hostia, esto lo tenemos que repetir"", recuerda Juvanteny. "El primer año evidentemente fue un desastre, nos dieron bofetadas por todas partes: llegábamos cada día supertarde y no dormíamos prácticamente", añade. 

La retirada, asegura, nunca ha tenido fecha marcada: “No tenemos una edad fijada para dejarlo; mientras tengamos ganas y la ilusión nos mueva, seguiremos”. 

Y deja claro el límite: “El día que no nos lo pasemos bien o la ilusión se acabe, nos quedaremos en casa, porque para ir a sufrir no hace falta ir al Dakar”.

Xavier Ribas, Jordi Juvanteny y José Luis Criado en una imagen de archivo KH-7

Una dupla insaciable

A su lado sigue José Luis Criado, notario de profesión y carácter indomable, que en 2026 alcanzará su participación número 35, solo superado en toda la historia por Stéphane Peterhansel. 'Monsieur Dakar', como se conoce al piloto francés, el más laureado con 14 'touaregs', vuelve este 2026 a la competición, en la que ya sumará 36 ediciones. 

A lo largo de su trayectoria, Juvanteny ha encontrado en la cabina un espacio clave para sostener tantos años en el Dakar. Aunque no estuvo acompañado desde el inicio, la unión con José Luis Criado se ha convertido en uno de los binomios más longevos del rally. “Los primeros años no fui con él, pero después ya llevamos más de 30 ediciones juntos”, explica.

Lejos de idealizar la convivencia, destaca precisamente sus diferencias: “Somos muy antagónicos de carácter, muchas veces no pensamos lo mismo, pero dentro de la cabina nos compenetramos muy bien”.

Talento de Sant Boi

A ese equilibrio se suma ahora Xavier Ribas, ingeniero y artífice del sistema de propulsión con su empresa EVARM, ubicada en Sant Boi de Llobregat.

Juvantent le define como el impulso renovador del equipo: “Xavi es la ilusión nueva, es más joven y trae esas ideas de ingeniero que lleva en la cabeza desde pequeño”.

El camión de EVARM para el Dakar EVARM

Para Juvanteny, la clave está en el conjunto: “Entre los tres creemos que hemos conseguido un tándem casi perfecto”, una necesidad absoluta en una prueba en la que pasan “ocho o 10 horas al día dentro de la cabina durante 15 días” y donde el ambiente, concluye, “tiene que ser lo más bonito posible, y creemos que lo hemos logrado

El futuro del Dakar

Juvanteny habla del Dakar con la perspectiva de quien lo conoció cuando era pura aventura. “Al principio íbamos con brújulas, sin GPS ni teléfonos. Era cruzar África sin saber qué te encontrarías”, recuerda.

Hoy todo es más rápido, más técnico, más profesional. Y para él, también debe ser más sostenible. Algo a lo que él ya llevará tres ediciones contribuyendo. “El mundo cambia muy deprisa y la competición se tiene que adaptar. Igual que ha cambiado la navegación, cambiará la energía. Seguro”, sentencia.

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