El proyecto inicial de rehabilitación del Recinto Modernista de Sant Pau se redactó en 2009 y preveía convertirlo en el centro de referencia de la mediterránea. Tras la reforma, en 2014 se reabrió como un campus de conocimiento e investigación para organismos internacionales. Hoy se abre a las empresas.

Las expectativas iniciales se modificaron a causa de las consecuencias de la crisis, que redujo los presupuestos de la ONU y de la Unión Europea y dificultó el traslado a Barcelona de algunos de los organismos que se pretendía conseguir. La Fundación que dirige el recinto decidió ampliar horizontes e internacionalizar el perfil del inquilino de los pabellones, aunque sí que se exige que estén relacionados con los ámbitos de la educación, la sanidad o la sostenibilidad.

Dadas las dificultades para encontrar organismos que cumplan estos requisitos y que estén dispuestos a trasladarse al Recinto Modernista, desde la Fundació Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau han abierto la posibilidad de que las empresas ocupen los pabellones. Eso sí, tienen que estar relacionadas con los tres ámbitos en los que se centra el campus. Varias compañías ya se han interesado en el traslado, pero sus candidaturas han sido descartadas por no cumplir dichos requisitos, según han explicado a Metrópoli Abierta fuentes internas de Sant Pau.

Pabellones del Recinto Modernista de Sant Pau / Robert Ramos/Fundació Privada



Para lo que no se requieren condiciones de este tipo es para el alquiler puntual de salas, servicio que también ofrece el recinto y que es utilizado por empresas para organizar simposios, charlas o banquetes, dentro de unos edificios que reflejan el modernismo de finales del siglo XIX.

CUATRO PABELLONES PENDIENTES DE REFORMA

De los 12 pabellones que conforman el Recinto Modernista, ocho se encuentran remodelados y cuatro están a la espera de que lleguen nuevas organizaciones o empresas para que se renueven. Hasta que no se conoce qué uso se le va a dar a un edificio no se inician las obras y por ello estos cuatro pabellones, los de la Puríssima, el de la Mare de Déu del Carme, el de la Mare de Déu de Montserrat y el de Sant Rafael; están a la espera de un uso definitivo. Este último, pese a que no ha sido reformado, está abierto provisionalmente al público dentro de la visita turística al recinto. Por su parte, el de la Puríssima alberga exposiciones temporales.

De los pabellones remodelados, cinco albergan organismos y los otros forman parte de la visita turística al recinto, que en 2016 recibió a 300.000 personas interesadas en conocer la obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner (1850-1923).

El recinto aspira a ser autosuficiente, objetivo que todavía no ha alcanzado en los tres años que lleva abierto al público desde su reapertura. Las cuentas las equilibra la Fundació Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, formada por la Iglesia, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, mediante su patrimonio propio.

Recinto Modernista de Sant Pau / Robert Ramos/Fundació Privada



La rehabilitación del Recinto Modernista tuvo un coste de 79 millones de euros, de los cuales el 43% fueron pagados con fondos propios de la Fundación, un 23% por fondos de la Unión Europea, el 17% del coste lo asumió el Ministerio de Fomento y el 7% la Generalitat, mismo porcentaje que salió del Fondo Estatal de Inversión Local. Tanto el Ministerio de Cultura, como el Ayuntamiento y la Diputación, asumieron un 1% cada uno.

INQUILINOS ACTUALES DE SANT PAU

Actualmente, hay nueve organizaciones instaladas en Sant Pau, que se alojan en cinco pabellones. La Casa Asia comparte espacio en el Pabellón de Sant Manuel con el Instituto de la Universidad de Naciones Unidas sobre Globalización, Cultura y Movilidad (UNU-GCM).

El pabellón de Sant Leopold se centra en la sostenibilidad, acogiendo al Instituto Forestal Europeo y al Programa de Perfiles de Ciudades Resilientes (CRPP), que depende de Naciones Unidas, que también tiene otro organigrama en el recinto, la Alianza Mundial de Asociaciones de Operadores de Agua, ubicada en el pabellón de la Mercè.

En este último pabellón también se ubica un departamento de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Concretamente, la Oficina para el Fortalecimiento de los Sistemas de Salud, que opera desde 1999 en Barcelona.

Recinto Modernista de Sant Pau / Robert Ramos/Fundació Privada



En Sant Pau también se encuentra el Centro de Actividad Regional por el Consumo y la Producción Sostenibles (SCP / RAC), que dentro de la ONU se integra en el Plan de Acción para la Mediterránea.

De los cinco pabellones dedicados a organismos internacionales, hay dos que son más pequeños que el resto, el de Sant Jordi y el de Santa Apol·lònia. En el primero se encuentran varias entidades dentro de la Barcelona International Public Policy Hub (BIPP HUB) y en el segundo EURORDIS, una alianza no gubernamental impulsada por pacientes que representan a 695 organizaciones de pacientes de enfermedades raras de 63 países diferentes.

En los próximos meses está previsto que se pueda confirmar una nueva organización que se establecerá en el Recinto Modernista, aunque las negociaciones se están acabando de cerrar. Con este nuevo 'fichaje', serían 10 las organizaciones establecidas en Sant Pau, todavía lejos de las expectativas iniciales del proyecto inicial ya olvidado.

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