Los comerciantes de Horta-Guinardó están sufriendo la pandemia de coronavirus de manera doble. Además de las consecuencias económicas que están teniendo las restricciones con los horarios de apertura, los hechos delictivos se han incrementado ante la ausencia de turistas en Barcelona.

Los robos, pero especialmente los hurtos, han cobrado mayor protagonismo en estos negocios locales, que ven como esta situación no cesa pese a haber pasado un año desde el inicio de esta situación sanitaria.

Por ello, exigen una mayor seguridad que facilite a estos establecimientos una tranquilidad muy valiosa, en un momento en que muchos comercios se debaten entre lograr su recuperación o echar el cierre.

'CON SUS ESTADÍSTICAS LO ARREGLAN TODO'

Encarna Puig, dinamizadora de la Federació de Comerciants Tres Turons, lamenta que "hace tiempo" que se reclama una "mayor seguridad". Esta componente del equipo directivo, que engloba las entidades Carmel Comerç y Comerciants Teixonera, apunta a un incremento de los hurtos y robos debido a la "falta de turismo en Barcelona", que provoca que los ladrones acudan "al resto de barrios".

Puig explica que estos actos delictivos van más allá de los comercios: "los hay en líneas de autobuses o cuando esperan a los niños en las puertas de los colegios", señala. Además, critica que el Ayuntamiento lo arregla todo "con sus estadísticas" y asegura que "incorporará agentes de la Guardia Urbana durante este año y que volverá la policía de barrio", un hecho que no ven reflejado en las calles.

Por ello, desde la federación reclaman de forma inmediata una "policía de a pie" que les otorgaría "mucha más tranquilidad".

Policía de barrio en Barcelona / AJ BCN



'MÁS PATRULLAS'

Jordi Grau, presidente de la Federació de Comerç del Cor d'Horta, afirma que "desde la pandemia han aumentado los hurtos", pero apunta que en el barrio "los robos nocturnos a establecimientos" no han sufrido un incremento notable entre sus más de 150 asociados.

El presidente de la entidad explica que les gustaría contar con "más patrullas", pero destaca que entre los comerciantes no hay una especial "sensación de inseguridad" creciente.

Grau celebra la "buena vía de comunicación con la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra", remarcando la posibilidad de realizar "denuncias in situ en las tiendas" cuando son víctimas de hurtos y robos.

INCREMENTO DE LA INSEGURIDAD

Arnau Vives, consejero de JxCat en Horta-Guinardó, explica que existe un "problema de inseguridad" en el distrito. "Hablamos constantemente con los comerciantes y hay un incremento de robos con violencia. Nos trasladan la inseguridad que se vive", explica. En este sentido, Junts realizó un ruego en el Consejo del Distrito de Horta-Guinardó celebrado el pasado 4 de marzo. En él, se reclamó un incremento de la presencia policial por las noches en todos los barrios del distrito y que se convoquen encuentros individualizados entre las asociaciones de comerciantes y la Guardia Urbana. El ruego fue aceptado en la sesión.

El concejal de Junts, Jordi Martí, durante la Comisión de Presidencia y Seguridad / JUNTS



Respecto a la cifra de agentes de la Urbana, Vives destaca que no se llegará a "1.000 agentes" porque hay que contar con las "prejubilaciones y jubilaciones" que se producen en el cuerpo, y lamenta que otra de las quejas de los comerciantes del distrito es que "no ven a la policía de barrio". Esta cuestión fue planteada por Junts en la última Comisión de Presidencia y Seguridad, donde el concejal Jordí Martí preguntó "cuántas bajas por jubilación y prejubilación están previstas en los años 2021, 2022 y 2023 en el cuerpo", así como "cuántas promociones" y con cuántos "agentes" habrá en dicho periodo.

Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad, respondió que existe la previsión de convocar 1.000 plazas durante el actual mandato, para llegar al final de la legislatura con 3.500 agentes. Martí advirtió que "irán pidiendo las cifras actualizadas" ya que, de momento, solo se habla de "previsiones".

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