La brecha en el gobierno municipal por el referéndum se ha evidenciado con nombres y apellidos. Este viernes, el grupo municipal del Partido Popular (PP) ha llevado ante el pleno la petición de que el Ayuntamiento no proporcione medios ni personales ni materiales el día de la consulta prevista para el próximo 1 de octubre. La voluntad era evidenciar la división de los socios de gobierno, y lo ha conseguido.
El PP municipal ha pedido una votación nominal para este caso, aceptada por todos los grupos políticos, lo que ha dejado al descubierto la posición (prevista) de cada uno de los regidores. Así, el equipo de gobierno que lidera Ada Colau ha votado en bloque en contra de la proposición, mientras que el PSC ha votado a favor, en sintonía con la postura de Ciutadans y del propio PP. En el conjunto del pleno, 28 miembros han rechazado la petición del PP y 11 le han dado apoyo, quedando denegada por mayoría.
EL VOTO DE COLAU
Durante las intervenciones para defender posturas, el líder municipal de los populares, Alberto Fernández Díaz, ha reiterado la ilegalidad de la consulta y que, en caso de que se apoye desde las instituciones públicas, ante la evidente división de los socios “el PSC debería abandonar el gobierno”.
Fernández Díaz también ha instado a la alcaldesa en reiteradas ocasiones a que se posicionara claramente ante el referéndum, pero Colau no ha intervenido en el debate delegando la argumentación al teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Eso sí, ha tenido que votar a título individual y lo ha hecho negándose a la propuesta planteada por el PP.
Del mismo modo han votado el resto de miembros del gobierno de Barcelona en Comú. Pisarello, que ha respondido a la propuesta del PP, ha aprovechado su intervención para cargar contra el partido que gobierna en el Estados español. “Jugar la carta anticatalanista con mociones como la de hoy permite no hablar de casos de corrupción o de las veces que habéis atentado contra la legalidad durante todos estos años”. El teniente de alcalde también ha señalado que hasta que los máximos representantes políticos no muestren sus cartas y digan qué van a hacer el 1 de octubre, “no tomaremos una decisión”.
EL PSC, LA ANTÍTESIS
Por su parte, el principal socio de gobierno, el PSC, ha mirado hacia otro lado. Su líder, Jaume Collboni, ha criticado que el ejecutivo catalán equipare “democracia a referéndum y urnas. Unas urnas que aún no sabemos donde están”, convocando un referéndum al margen de la ley. “Continuamos por la vía que no tiene solución”, ha añadido Collboni. Pero el socialista también ha aprovechado su intervención para cargar contra Fernández Díaz a quién ha interpelado por la propuesta del PP para salir de este conflicto. ¿La respuesta del popular? Cumplir la ley.
El resto de miembros que han intervenido como el regidor del Grup Demòcrata, Joaquím Forn, o el líder de los republicanos, Alfred Bosch, han asegurado que harán lo posible para que en Barcelona, y en el conjunto de Catalunya, se pueda votar. Por su parte, María José Lecha (CUP) ha reivindicado que “el próximo 1 de octubre habrá urnas en todos los municipios de Catalunya y el resultado será ejecutado el día siguiente. Traigan a la Guardia Civil, la inquisición, a Tejero…Nadie lo parará”, ha sentenciado.