Cementiris de Barcelona quiere zanjar por la vía rápida un acuerdo con las familias afectadas por el derrumbe de 144 nichos en Montjuïc. La empresa municipal ha puesto su maquinaria en marcha para tapar el mayor escándalo de los últimos años y evitar que salpique a la alcaldesa, Ada Colau, y al regidor de Presidència, agua y energía, Eloi Badia, que también es presidente de Cementiris de Barcelona.
Mientras estudian posibles acciones legales, las familias afectadas quieren que Badia asuma sus responsabilidades, les informe de las investigaciones del Ayuntamiento y les ofrezca una solución. Se han dirigido al regidor a través de un correo electrónico y todavía no han recibido una respuesta.
Una representación de las familias pide la mediación de Badia tras reunirse el lunes 2 octubre con la Síndica, Maria Assumpció Vilà, quien escuchó sus reclamaciones durante una hora y media. Vilà les notificó que ha abierto una investigación y que todavía espera una respuesta del Ayuntamiento. “Hay algunas cosas que no le cuadran, tras visitar el cementerio de Montjuïc y escuchar a los responsables de la empresa municipal”, explica Eva Mañoso, una de las afectadas, en conversación con Metrópoli Abierta.
La alcaldesa de Barcelona Ada Colau / EFE/Alejandro García
Las familias se quejaron del estado de las instalaciones y le informaron de las denuncias presentadas en el pasado por otras personas. Las grietas son habituales. También, pequeños desprendimientos de piedras. En su encuentro, la Síndica les recordó que, por ley, tienen derecho a una indemnización y a presentar una demanda contra la empresa por responsabilidad civil.
LLAMADA INMEDIATA
Mañoso contactó, horas más tarde, con Cementiris de Barcelona. En una conversación telefónica, notificó a la empresa que quería presentar una reclamación. Medio minuto después, y ante su total sorpresa, recibió una llamada del abogado de Cementiris.
“El abogado, sorprendentemente, se mostró muy receptivo y abierto a un acuerdo económico global para todas las familias. Quieren zanjar muy pronto el tema. Buscan un acuerdo rápido y a escondidas”, comenta Mañoso, quien expresó su rechazo a la propuesta de Cementiris de levantar un jardín memorial. “Queremos que se hagan las cosas bien y pediremos pruebas de ADN para la identificación y rehabilitación de los sepulcros. No queremos que vuelvan a enterrar los restos encontrados sin el permiso de las familias”, añade.
Dos días antes del desprendimiento, los técnicos ya detectaron algunas grietas, pero no avisaron a los bomberos. Tampoco lo hicieron el día 15 y poco después enterraron algunos restos sin avisar previamente a las familias.De momento, 79 fallecidos ya han sido identificados por los antropólogos que trabajan para Cementiris de Barcelona. Todavía faltan por identificar 61 restos de difuntos que permanecen ocultos entre los escombros. Las explicaciones públicas que hizo Badia no convencieron. Colau ni tan siquiera ha hablado.