Las claves que ponen contra las cuerdas el pacto Colau-Collboni
Las diferencias entre alcaldesa y PSC son cada día más profundas
22 octubre, 2017 22:11Noticias relacionadas
El pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona entre Ada Colau y Jaume Collboni ha sido, desde su fundación, un matrimonio de conveniencia. Ni las bases de Barcelona en Comú lo han visto con buenos ojos, ni en el seno del PSC lo consideran beneficioso. Así que, tarde o temprano, las chispas se convertirán en incendio y el pacto saltará por los aires.
Varias son los asuntos que han acabado por socavar los cimiento del acuerdo:
-El 155. El apoyo incondicional de los dirigentes del PSOE y de buena parte del PSC al Partido Popular en su estrategia de aplicar el artículo 155 puede acabar siendo la espoleta que haga explotar el acuerdo municipal. Colau ya ha advertido al PSC de que si dan su apoyo a esta estrategia se debatirá en el seno de su formación si el acuerdo de gobierno sigue adelante. Y ya se sabe que las bases de los comuns están más por la ruptura con el PSC que por la continuidad del pacto de gobierno.
- El procés. Desde el PSC cuestionan la tibieza y la ambigüedad de Ada Colau a la hora de tratar los asuntos relacionados con el procés. Cierto que se ha mostrado contraria a una DUI, pero apoyó la celebración de un referéndum considerado ilegal por el Tribunal Constitucional, ha criticado con dureza la actuación de los jueces en casos como el de los 'Jordis' o Artur Mas, justificó la actuación de los Mossos durante el 1-O y pidió que la Policía Nacional y la Guardia Civil abandonasen Catalunya, y apenas se ve capaz de frenar las declaraciones favorables a la independencia de algunos de sus hombres de confianza.
- El 8-O. La masiva manifestación del 8 de octubre en la que miles de ciudadanos salieron a la calle en contra del independentismo, también ha contribuido a romper otro eslabón de la cadena. La presencia de dirigentes del PSC, aunque fuera a título personal, en aquella manifestación, provocó un serio disgusto de la alcaldesa, que criticó su presencia utilizando los mismos argumentos que algunos sectores independentistas: el hecho de que entre los asistentes hubiera miembros de la extrema derecha, aunque la convocatoria hubiera sido hecho exclusivamente por Societat Civil Catalana (SCC).
- El referéndum. Fue el primer paso visible públicamente hacia la ruptura. Desde el PSC se considera que la actitud de la alcaldesa fue dar cobertura a la celebración del mismo lavándose las manos 'como Pilatos'. En las filas socialista la actitud de Colau, que dijo primero 'no', luego 'ya veremos' y finalmente dio un paso al lado para dejar el campo libre a los independentistas, causó enorme malestar. Se consideraron engañados ya que nadie les puso al corriente de los pactos a los que había llegado Colau con Carles Puigdemont, pactos que, según el PSC, atañen a todo el equipo de gobierno, por lo que lo vieron como una gran deslealtad.
- Relaciones empresariales. Las relaciones de Ada Colau con los empresarios no son, precisamente, las mejores. Todo lo contrario que con Jaume Collboni, al que los sectores empresariales consideran un interlocutor mucho más válido que la alcaldesa. Y esa buena relación, que ha permitido restablecer algunos puentes entre empresarios y Ayuntamiento que quedaron rotos tras las elecciones de 2015, no está bien vista por los sectores más duros del equipo que rodea a la alcaldesa, que consideran que puede acabar afectando a la credibilidad de Colau antes los importantes sectores económicos de la ciudad.
- Las bases. Ni las bases de BComún ni las del PSC son defensoras del acuerdo. Desde el PSC lo ven como un mal menor, sobre todo tras las últimas debacles electorales. Pero desde los comuns se ve como un peaje demasiado costoso, sobre todo a la vista de los últimos acontecimientos. Por eso, la amenaza de Colau de consultar el acuerdo de gobierno con las bases es vista desde sectores socialistas como una simple excusa para 'pasarse al otro lado', y gobernar con los partidos independentistas.
A todo esto se une el hecho de que las fuerzas independentistas del Ayuntamiento no han dejado de presionar a Ada Colau para que rompa su acuerdo de Gobierno con el PSC, conscientes de que el control de la ciudad de Barcelona es clave para su estrategia. Un factor que puede convertirse en la clave final para que el actual acuerdo de gobierno acabe roto.