El Ayuntamiento de Barcelona, que encabeza Ada Colau, "consolida" la ayuda del 0,7% del presupuesto a ayuda en cooperación y justicia global, según ha explicado la concejala Laura Pérez. La intención municipal es impulsar proyectos de justicia económica, ambiental y de género, y en defensa del derecho al refugio, a desplazarse y a emigrar.
En 2017, el total de esta partida presupuestaria fue de 10,1 millones de euros, y en 2018 esta cifra aumentará previsiblemente hasta los 10,25 millones. Las ayudas dejarán de estar destinadas a la cooperación al desarrollo y se centrarán en justicia global, un concepto que se centra en los derechos, las desigualdades y los desequilibrios a escala global.
El documento fue aprobado en el pleno municipal del 22 de diciembre con el apoyo de todos los grupos, excepto del PP, que se abstuvo. El plan refuerza la cooperación en la región del Mediterráneo, además de promover el derecho al acceso y suministro de servicios públicos básicos como el agua y el saneamiento, la gestión de residuos, el transporte público y la movilidad urbana, la educación, la salud y la vivienda.
GOBERNANZA DEMOCRÁTICA
Asimismo, el gobierno de Colau propone contribuir a la gobernanza democrática de las ciudades, impulsar ciudades sostenibles, equitativas e inclusivas, e introducir principios de la economía social y solidaria, ecología y feminismo.
También se impulsarán proyectos en el Mediterráneo y Oriente Medio, para fortalecer las corrientes democráticas surgidas de la Primavera Árabe, a atender la crisis humanitaria en Siria, y en el África subsahariana, con la provisión de servicios públicos básicos y contra los desplazamientos "forzados". Recientemente, Colau anunció ayudas por valor de 400.000 euros para crisis humanitarias.
En Centroamérica y el Caribe se colaborara con el desarrollo de grandes urbes y a combatir la violencia provocada por la inestabilidad económica, y en América del Sur se apoyará desplegar agendas ambientales, y se atenderá a pueblos sin estado y las diásporas.
Barcelona también renovará alianzas de cooperación directa con otras ciudades, onegés y movimientos sociales, centros educativos, docentes y de investigación, cooperaciones catalanas, con la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, y otros "organismos multilaterales", según Pérez.