Adrià Alemany con Ada Colau presentando su primer libro / EFE

Adrià Alemany con Ada Colau presentando su primer libro / EFE

Información municipal

El marido de Colau, 'cerebro' de las pancartas independentistas

Adrià Alemany tiene un gran poder en las decisiones de la alcaldesa de Barcelona

7 enero, 2018 21:49

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Adrià Alemany es casi un desconocido para el gran público, aunque en realidad es el cerebro en la sombra, el personaje que pasa desapercibido pero cuya mano se adivina detrás de todas las iniciativas de Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona. Alemany podría ser simplemente su marido, pero no se ha contentado con eso. De hecho, nunca se contentó con ser el marido de Ada Colau, sino que lleva trabajando codo con codo junto a ella durante más de una década. Y, por si fuera poco, manda. Su poder en la estructura de Barcelona en Comú (BeC) es enorme. En su propio perfil de Twitter se atribuye la

dirección ejecutiva de esta formación. Y no anda desencaminado.

Ante la frenética agenda de Ada Colau, a Alemany le toca cuidar a su hijo de pocos meses. Y no es extraño que tanto los altos cargos del Ayuntamiento como los del partido reciban una llamada telefónica del ‘jefe’ alertando de lo que está viendo en los informativos que dan por televisión. “Da órdenes, pide informes o que le envíen datos e informaciones sobre lo que acaba de ver o de escuchar. Eso da una idea de cómo vive la política”, explica a Metrópoli Abierta una persona que le conoce.

Desde el inicio, la sombra de Adrià Alemany se extendió sobre Ada Colau, aunque muy pocos lo notasen y aún menos lo supiesen. “Es un hombre de ideas, que conoce el tema de la comunicación y que sabe aplicar estrategias de largo alcance. En realidad, él es el estratega y Ada Colau, la imagen. Sin Adrià en la rebotica, no hubiese existido el fenómeno Colau”, explica a este diario una persona que trabajó con ambos durante un tiempo.

“Más que estratega es el lugarteniente de Colau. Es una parte vital de su equipo”, dice otra persona que le ha tratado. Según esta fuente, Alemany es “quien la defiende y la protege”. Un político de la oposición recuerda cómo en la primera reunión que hubo en el Ayuntamiento tras las elecciones de mayo del 2015 para la investidura de la alcaldesa “llegó y lo reventó todo”. Una de las principales críticas que recibe es que “se considera un tío muy bueno, pero en realidad es un gran histriónico. Lo peor que tiene es que siempre piensa que todos están equivocados menos él”.

CELOS EN EL AYUNTAMIENTO

Un dirigente de la oposición municipal recuerda que durante las reuniones que mantuvo con BeC tras las elecciones del 2015, “sabíamos que estábamos a punto de terminar cuando aparecía Alemany. Era quien daba la puntilla final, el que supervisaba todas las conversaciones y quien, al final decidía”. Este dirigente reconoce “cierta altivez” en Alemany a la hora de tratar con otros grupos políticos.

Algunos le sitúan como el gran escudero de Colau junto a Manuel Simarro y a Eloi Badia. Simarro es el jefe de gabinete de la alcaldesa y Badia el consejero que más peso ganó durante la última remodelación del equipo de gobierno. Pero fuentes del Ayuntamiento destacan que “Alemany y Simarro son dos perfiles contrapuestos. Es cierto que Adrià es la cara oculta del gobierno municipal y, en cierto modo, funciona como un contrapoder, pero también es cierto que desde las estructuras del Ayuntamiento se le intenta poner coto en ocasiones, intentando recortarle poder”.

Esta fuente explica, por ejemplo, que “Adrià Alemany es un hiperventilado que enseguida grita, que realiza comentarios muy duros y que emplea siempre un tono muy duro. En cambio, Simarro es más pragmático, menos radical en sus planteamientos, quizá porque tiene un cargo institucional y una responsabilidad que asumir”. Otra fuente resalta que “es un sectario. Y su estrategia es similar a la que practican otros comunes: en cuanto les rebates algo y no estás de acuerdo con sus planteamientos enseguida te llaman facha o de derechas. Tienen una fijación con esto”.

La pareja, Colau y Alemany en una presentación / PODEMOS

La pareja, Colau y Alemany en una presentación / PODEMOS



EL ESPINOSO TEMA DE SU DESPACHO

Junto a Ada Colau, su marido impulsó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la marca que lanzó a la fama la actual alcaldesa. Con ella militó también en la Plataforma DESC, la herramienta creada por el exteniente de alcalde Jordi Borja para influir en la sociedad y en la política. Alemany y ella llegaron incluso a escribir mano a mano el libro 'Vidas hipotecadas', en 2012, prologado por Gerardo Pisarello, hoy teniente de alcalde de Colau.

En el 2013, volvieron a probar suerte en el mundo editorial con '¡Sí se puede! Crónica de una pequeña gran victoria'. Que Colau confía ciegamente en él da fe el hecho de que él controla incluso el estilismo de la alcaldesa. Entre la activista que llegó al Ayuntameinto de Barcellona en 2015 y la alcaldesa actual, hay mucha diferencia: desde el peinado hasta la ropa o el calzado, se estudia milimétricamente para evitar los enormes patinazos de las primeras semanas en el cargo. “Ella no se pone una camisa, una chaqueta o un traje sin que el le dé el visto bueno”, dicen en el partido. Pero eso no quita para que también reciba críticas acerbas porque “es muy seco y malhumorado”.

Poco después de ganar las municipales, a Alemany le buscaron acomodo y su esposa le montó una oficina en el entresuelo de las dependencias municipales, junto a la sección de deportes, lo que no estaba nada mal, teniendo en cuenta que él había estado trabajando desde años antes como técnico en la Fundació FC Barcelona. Cuando el tema trascendió, y ante el previsible escándalo, el equipo municipal decidió quitarle la mesa y buscarle un cargo en el partido.

 

GOLPE DE ESTADO A PABLO IGLESIAS

El marido de la alcaldesa diseñó también un ambicioso plan de asalto a Podemos cuando Ada Colau fue elegida alcaldesa de Barcelona. Ante el aumento de su aceptación popular y el tamaño de su perfil político, elaboró las líneas maestras de un plan que preveía la desaparición de todos los partidos de la izquierda y la articulación de una sola fuerza que debería liderar la alcaldesa de Barcelona. Ahí entraba un conglomerado que iba desde ICV hasta Procés Constituent pasando por su propio partido, Guanyem, por Podemos, por Compromís o incluso las Mareas gallegas

Alemany asistía a reuniones con una carpeta cuyo título era muy explícito: Plan 2019. Se trataba de hacer a Colau la líder indiscutible de la nueva izquierda en la España del siglo XXI. La meta última era preparar el camino para que fuese la candidata a la presidencia del Gobierno desbancando incluso como fuerza de referencia al PSOE. Esas expectativas se han rebajado en la actualidad y  la estrategia de BeC y de Catalunya en Comú, la nueva fuerza de izquierdas que creó Colau a su medida, piensa sólo en mantener el Ayuntamiento de Barcelona y en tratar de ganar terreno para ser una fuerza importante en el Parlamento catalán (lo que, de momento, no ha sucedido, pues en las últimas elecciones autonómicas perdió 40.000 votos y tres escaños).



La alcaldesa con Pablo Iglesias / PODEMOS

La alcaldesa con Pablo Iglesias / PODEMOS



Alemany fue también el artífice de las últimas gesticulaciones identitarias del Ayuntamiento de Barcelona, según distintas fuentes consultadas por este diario. Fue él quien influenció para que se pusiese la pancarta pidiendo la libertad de los presos políticos y el lazo amarillo después de las elecciones. Y fue él quien fijó los posicionamientos del partido para que Ada Colau rompiese con el PSC con la excusa de que los socialistas apoyaban el artículo 155.

“En realidad, en todos los temas identitarios en los que interviene su partido es Adrià quien está detrás, porque a Ada Colau el tema de la independencia no le preocupa ni le interesa”, dice una persona que le conoce y ha coincidido con él en ocasiones. Sin embargo, es un tema recurrente en la estrategia de su marido, aunque con una sutil diferencia: siempre permite que su esposa, la alcaldesa, se mantenga en la equidistancia y la indefinición, mientras que los gestos e imágenes del partido o de la institución son el fiel reflejo de los mensajes que necesita emitir para cultivar el perfil identitario de su partido y su proyecto. Maquiavelo en estado puro.