Si Barcelona fuera puesta en una balanza pesaría más lo bueno que lo malo, lo positivo que lo negativo. En el lado malo saldría que ha perdido terreno en el ámbito de la competitividad, bajando cuatro posiciones en la lista global (del puesto 20 al 24 en el último año), según los baremos reflejados en el informe Observatori Barcelona 2017, presentados hoy en el edificio MediaTIC.
En el otro lado de la balanza, en el bueno, estaría que sigue estando considerada internacionalmente como una ciudad innovadora y como un ecosistema de emprendeduría digital, que ha subido al quinto puesto como ciudad más innovadora de Europa (13a del mundo) y que se mantiene como la quinta continental en producción académica científica. Todo esto, ojo, según los datos oficiales del año 2016… porque respecto a 2017 sólo hay disponibles estimaciones.
Barcelona incluso mejora en la clasificación de ciudades internacionales con más buena reputación, situándose en octavo lugar (en 2016 ocupaba 14a posición). Este índice, no obstante, se realizó en los primeros meses de 2017 y no incluye, por tanto, el impacto de la situación política y de los atentados de agosto.
Se trata del decimoquinto año consecutivo que este informe es elaborado conjuntamente por el Ayuntamiento de Barcelona y la Cambra de Comerç de Barcelona. En general, Barcelona mantiene un buen posicionamiento económico y empresarial, tanto en el contexto europeo como mundial, en ámbitos como la captación de inversión extranjera, el emprendimiento, la producción científica o la organización de congresos.
En este sentido, tanto el presidente de la Cambra de Comerç, Miquel Valls, como el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, han destacado la necesidad de trabajar de forma coordinada para relanzar la imagen internacional de la ciudad.
Pese a todo, BCN sigue generando confianza en la inversión internacional, ya que sigue entre las diez primeras en captación de proyectos de inversión extranjera (período 2013-2017). En concreto, Barcelona se sitúa en octavo lugar, por detrás de Sydney (Australia), Sao Paulo (Brasil), París (Francia), Nueva York (Estados Unidos), Hong Kong, Shanghai (China) y Londres (Reino Unido).
Barcelona destaca asimismo en la clasificación de ciudades innovadoras, con un quinto lugar en el ránking europeo -mejora ocho posiciones- y un decimotercero puesto a escala global -gana catorce posiciones respecto al año anterior.
La directora de Estudios del Ayuntamiento, Àngels Santigosa, ha puesto en valor otros indicadores económicos que Barcelona supera con buena nota. Por ejemplo, que es la novena ciudad europea en apoyo a emprendedores digitales, así como la quinta ciudad de Europa y decimoquinta del mundo en producción científica. Es, también, la única ciudad que alberga dos escuelas de negocios -IESE y ESADE- en el 'top diez' de los MBA (máster en administración y dirección de empresas) de toda Europa.
CLAROS Y OSCUROS
En lo que respecta al mercado laboral, Barcelona ha creado en 2017 ocupación neta por tercer año consecutivo, aunque su tasa de desempleo sigue superando la media europea, y cuenta con un porcentaje de trabajadores con estudios universitarios superior al 45 %.
También en el ámbito económico, Barcelona sobresale como tercera ciudad del mundo en la organización de congresos, mientras que su aeropuerto ha subido al séptimo puesto europeo en número de pasajeros, con más de 44 millones a cierre de 2016.
El informe también analiza otros indicadores menos cuantitativos, como la seguridad urbana, en la que Barcelona figura entre las quince ciudades más seguras del mundo.
A la hora de las valoraciones, Miquel Valls ha dicho que “2017 ha sido un buen año en términos económicos, a pesar del contexto político” y que “las perspectivas para este 2018 también son positivas”. La única sombra que puede enturbiar esta buena marcha de la economía, ha subrayado, es la incertidumbre política.
Por su parte, Gerardo Pisarello ha considerado que el informe evidencia la fortaleza de Barcelona en el campo científico y tecnológico. “La nuestra es una ciudad abierta al mundo y cercana y cohesionada para sus habitantes”, ha dicho. “Nuestro proyecto de futuro es ser un gran clúster científico, tecnológico y de innovación en el Sur de Europa”.