Ada Colau está "más sola y aislada que nunca". Las palabras son del concejal del PSC, Jaume Collboni, pero retratan a la perfección cómo se encuentra la alcaldesa en el Ayuntamiento de Barcelona: con toda la oposición en contra. Este viernes, todos los grupos municipales han votado en contra de la moción de confianza a Colau para aprobar los presupuestos en un pleno municipal extraordinario. Los votos negativos contra el gobierno del PDeCAT, ERC, PSC, PP, Ciudadanos, CUP y el regidor no adscrito (Gerard Ardanuy) se han plasmado de manera nominal y en voz alta. Sólo Barcelona en Comú ha respaldado a Colau. El resultado ha sido de 30 a 11.
La moción de confianza es una fórmula legal que los gobiernos pueden activar para aprobar los presupuestos después de no hacerlo por la vía ordinaria. Tras perder la votación de este viernes, se abre en el Ayuntamiento de Barcelona un período de un mes para que los grupos de la oposición pacten un gobierno alternativo y unos nuevos presupuestos y echen a Colau. Como muy probablemente esta situación no se dará, Barcelona en Comú aprobará con esta filigrana legal los presupuestos para el 2018. Metrópoli Abierta ya avanzó que los comuns optarían por la moción de confianza para sacar adelante las cuentas
El líder del PDeCAT, Xavier Trias, ha dicho que "no confía" en los comuns y que, por ese motivo, vota en contra de la moción de confianza. El exalcalde ha criticado al gobierno municipal que, tras dos años y medio de mandato, "no consigue aclarar el modelo de ciudad que quiere". Para Trias, el resultado de los intentos de negociación para aprobar los presupuestos "ha sido un desastre" y ha reprochado a Colau su incapacidad para conseguir las complicidades necesarias para alcanzar acuerdos. "Ustedes no son grandes estrategas", ha ironizado Trias.
El concejal de ERC, Alfred Bosch, ha espetado al gobierno municipal que tiene "un problema de incapacidad" y que "bate récords de aislamento". "Tenemos confianza en la ciudad, no en ustedes. La esperanza la tenemos en las urnas, en las municipales del 2019. Para restablecer la confianza tiene que producirse un cambio en la alcaldia", ha subrayado Bosch, que se ha posicionado como alternativa a Colau. Según Bosch, Colau ha construido menos pisos sociales que Trias o los socialistas.
Carina Mejías, de Ciudadanos, ha recriminado a Colau que no haya sido ella quien haya defendido las posiciones del gobierno sino el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Mejías ha acusado a Pisarello de arrogante y es de la opinión que ni los comuns creen en su proyecto de ciudad. "Los ciudadanos ahora no les renovarían la confianza", ha dicho. La edil de Ciudadanos ha hecho una larga lista de "falsas promesas" del gobierno de Colau, aunque seguramente la que más ha dolido a la alcaldesa hacía referencia a la vivienda. "Me pregunto si todas las personas a las que prometió solucionar el problema de la vivienda están contentas con usted", ha soltado Mejías a Colau, para después censurarle su defensa de la okupación y de perjudicar durante dos años a los restauradores con una ordenanza de terrazas injusta "que ha hecho perder muchos puestos de trabajo".
DECEPCIÓN DE LOS BARCELONESES
Collboni ha destacado que el PSC se suma a la legión de barceloneses a quienes "Colau ha decepcionado". Y ha acusado a la alcaldesa de dejar que el independentismo "rompiera la estabilidad del Ayuntamiento de Barcelona". El edil se refería al gobierno de izquierdas entre comuns y PSC. Según Collboni, Colau "ha perdido el rumbo" y carece de liderazgo y de ideas para sacar adelante la ciudad. Pese a las críticas, el concejal socialista ha llamado a Colau para que convoque una cumbre con los líderes municipales para intentar alcanzar acuerdos de ciudad hasta el final del mandato.
Desde las filas del PP, Alberto Fernández ha criticado a Colau que una vez más gobernará contra el pleno municipal. "El no a la moción de confianza es una censura a su gobierno y a sus presupuestos", ha sentenciado Fernández, para quien en estos dos años y medio de mandato, "Colau ha abandonado el talante dialogante con el que se presentó para dar paso al talante de la imposición". Entre otras críticas, el edil popular ha acusado a Colau de otorgar "subvenciones ideológicas" a entidades que le son afines.
JOHN HOFFMAN, 'ALCALDE'
Hasta la CUP ha votado en contra de la moción de confianza a Colau. Los cuperos han censurado a la alcaldesa la imagen de respaldo al congreso de móviles ofrecida este jueves por los grupos municipales junto al máximo responsable del evento, John Hoffman. La concejala de la CUP, Eulàlia Reguant, el Mobile encarna un modelo de ciudad que expulsa a los vecinos y ha ironizado con la posibilidad de que Hoffman sea el próximo alcalde de Barcelona. La CUP también ha criticado a Colau el aumento de las tarifas del transporte público, "una política de movilidad que pone el vehiculo privado en el centro".
Antes de los grupos de la oposición, había tomado la palabra la mano derecha de Colau, Gerardo Pisarello. El primer teniente de alcalde ha centrado una parte de su discurso en el acto de defensa del Mobile de este jueves criticado por la CUP. El encuentro con Hofmann fue para los comuns una muestra del apoyo de la ciudad a la continuidad de la feria en Barcelona. Pisarello lo ha puesto como ejemplo para alcanzar grandes consensos.
Colau no ha hablado hasta el final del pleno. Tras perder la moción de confianza, la alcaldesa ha retado a la oposición a ponerse de acuerdo y presentar un gobierno y unos presupuestos alternativos. La misión es del todo imposible y, dentro de un mes, Barcelona en Comú podrá aprobar sus cuentas para el 2018. Será la segunda vez en este mandato que los comuns utilizan esta "filigrana legal" para aprobar los presupuesto de la ciudad.