El Ayuntamiento de Barcelona ya tiene presupuestos para 2018. Han sido necesarios tres meses de infructuosas negociaciones y debates estériles y hasta una moción de confianza para que las cuentas municipales reciban la luz verde. En realidad, los presupuestos se han aprobado por descarte, por la puerta de atrás porque la oposición no ha presentado ningún candidato alternativo a Ada Colau. Así, una vez superado por la alcaldesa el trámite de la moción de confianza, las cuentas se han aprobado de forma automática, aunque ninguna de los grupos municipales de la oposición las hay votado de forma favorable.

Los presupuestos para 2018 ascienden a 2.739,9 millones de euros y mantienen “la tendencia creciente de todo el mandato y supondrán un 2,7% de aumento de los recursos (59,1 millones)” , han asegurado fuentes municipales. De las cuentas de la ciudad, destaca una partida de 482 millones para que el Institut Municipal de l'Habitatge construya vivienda pública.

En paralelo a la aprobación de los presupuestos se ha liquidado el presupuesto de 2017, que ha aumentado el superávit hasta los 1,3 millones de euros. “Se ha mantenido un grado de ejecución muy superior al del resto de ciudades de España”, ha subrayado un portavoz del equipo de gobierno. El gasto público durante el año pasado alcanzó los 2.672 millones de euros.

PARTIDAS PARA POLÍTICAS SOCIALES

Un capítulo que se lleva un buen pellizco del nuevo presupuesto es el de las políticas medioambientales y políticas sociales, que acaparan 408,8 millones de euros. Los recursos destinados a asistencia social primaria y a la atención de colectivos con necesidades especiales ascenderán a 334,7 millones de euros, lo que supone el 15% del gasto corriente.

La mejora del transporte público se llevara 174,7 millones de euros de las cuentas municipales, lo que representa 21,2 millones más que en el 2017 (un 14% más). La cultura será el destino de otros 145,7 millones de euros, la vivienda y el urbanismo 133,4 millones de euros y la educación 121,8 millones de euros más.

En el apartado de inversiones, llaman la atención las destinadas a la construcción y mejora de equipamientos (157,3 millones de euros) y a mantenimiento del espacio público (144 millones de euros). También hay prevista una reserva de fondos para las obras del túnel de la plaza de las Glòries, pero el ayuntamiento no ha precisado la cantidad.

EL ENDEUDAMIENTO SE MANTIENE ESTABLE

Por lo que respecta al endeudamiento (835,5 millones), se sitúa por debajo del 60% de los ingresos corrientes, lo que convierte la deuda del Ayuntamiento de Barcelona en “una de las más bajas de las ciudades y administraciones del Estado, incluso de las instituciones europeas”, han precisado fuentes municipales. En principio, se prevé que el endeudamiento de las arcas municipales no aumente durante el ejercicio en curso, en la línea de lo que viene ocurriendo desde 2015.

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