La construcción de la línea de tranvía por la Diagonal de Barcelona ha desatado una guerra sin cuartel entre las filas convergentes. En medio, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, trata de sacar partido de ese enfrentamiento y arrima el ascua a su sardina: sus servicios de prensa filtraron el pasado domingo una encuesta sobre la conexión del tranvía que había sido encargada por la empresa concesionaria (es decir, ni siquiera era municipal el sondeo). Para colmo, la empresa que la había realizado, Feedback, es la de Jordi Sauret Pont, un conocido empresario cercano a las tesis convergentes. Y sus sondeos fallan más que una escopeta de feria.
En diciembre de 2016, el exconsejero de Interior y de Empresa, Felip Puig, era designado nuevo presidente de TRAM, la empresa operadora de Trambaix y Trambesòs. El mismo día que se hacía público ese nombramiento, Puig desayunaba con el líder de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, en un céntrico hotel de la capital catalana. Eran días de entente cordiale entre ambos. Hoy están a matar: Felip quiere mandar. Y quiere que se produzca la anunciada conexión de los tranvías por la Diagonal. Trias, en cambio, obligó a Colau a retirar de los presupuestos de este año la partida destinada a ese proyecto.
La guerra, pues, está servida. Y Felip es un político despiadado con quien no se pliega a sus intereses. Por eso, decidió dar un golpe en la mesa y encargar, el pasado mes de octubre, una encuesta sobre la conexión, que dio como resultado que el 48,7,% de los barceloneses apoyan esa infraestructura y sólo el 24,1% la rechaza, mientras que al 15,7% le resulta indiferente. “Felip pasó la encuesta al Ayuntamiento y su filtración fue una operación con doble sentido: por un lado, forzar a ERC a posicionarse a favor del proyecto, ya que Alfred Bosch lo ha rechazado. Por eso argumentaba que el 56% de los votantes republicanos están de acuerdo; y dar una sonora bofetada a Xavier Trias, que se ha posicionado en contra”, explican fuentes internas del consistorio a Metrópoli Abierta.
CLAMOROSOS FALLOS EN LAS PREDICCIONES
Pero otra cosa es porqué se ha hecho esta encuesta así y, sobre todo, quién la ha hecho: la empresa, Feedback, es una compañía controlada por Jordi Sauret, un catedrático de Sociología y empresario muy cercano a Artur Mas. O sea, a Convergència. Pero también son sonadas sus cocinas en los sondeos que realiza. En el año 2012, por ejemplo, una de sus encuestas, elaborada en el mes de octubre era muy clara: auguraba una victoria de CiU con 67 escaños (hasta ese momento, tenía 62), mientras que ERC se quedaba en 14 (tenía 10). Al final, CiU perdió 12 diputados y se quedó con sólo 50 representantes y Esquerra subió hasta los 21 escaños. En los círculos políticos republicanos se afirma también que fue Sauret, junto a su íntimo amigo Francesc Homs (entonces secretario general de Presidencia y portavoz del Gobierno), quienes convencieron a Mas de convocar elecciones en noviembre del 2012. Tanto es así que el 30 de septiembre de aquel año, el propio Sauret publicaba un artículo de opinión en el que afirmaba veía a Artur Mas “más líder que nunca”.
No es la única metedura de pata: en las encu8estas celebradas por su empresa en mayo del 2015, auguraba una cómoda victoria de Xavier Trias con 11 ediles en las municipales que estaban a punto de celebrarse y señalaba que Ada Colau se quedaba muy rezagada con 7 concejales. Nada más lejos de la realidad: Colau ganó los comicios y Trias quedó segundo, perdiendo el sillón de alcalde. De hecho, su encuesta era la única que no daba un empate técnico entre Colau y Trias. Esa metedura de pata, sin embargo, no quita que ahora la alcaldesa quiera aprovechar los buenos oficios del convergente en su provecho y filtre incluso como municipal una encuesta de una empresa privada, o sea, un sondeo encargado y pagado por Felip Puig.
HOMBRE DE CONFIANZA DE MAS
“Es una vergüenza la actuación del Ayuntamiento en este tema. Todos conocíamos la encuesta, porque Felip Puig la iba explicando a todo el mundo con el que se tropezaba. Por eso es más vergonzoso todavía la forma en que la han filtrado desde el equipo de gobierno. Ahora dicen que es un error, pero ya hemos presentado una batería de preguntas sobre el tema y, al final, muy posiblemente acabaremos pidiendo la depuración de responsabilidades y la dimisión de alguien, porque esto no puede quedar así”, señalan a este diario fuentes de ERC. Y, además de apuntar a que el sondeo ha sido falsificado para dar unos resultados concretos, subrayan que el objetivo prioritario que se perseguía con la maniobra es “desgastar a ERC, que va delante en las encuestas”.
Lamentan, sobre todo, que a la alcaldesa le interesaba visualizar que la mayoría de la población barcelonesa quiere el proyecto del tranvía por la Diagonal, por lo que el ramalazo de Sauret no deja indiferente a nadie. El empresario ya encabezó, en el año 2006, el equipo de análisis demoscópico de la campaña electoral de CiU, que entonces encabezaba Artur Mas y que no consiguió la Generalitat por el pacto del segundo Tripartito.
FORZÓ LA LISTA DE JUNTS PEL SÍ
“Sauret era un señor vinculado a Unió Democràtica, que luego se sumó a las teorías soberanistas que sustentaban una parte de ese partido y de Convergència. De hecho, siguió la evolución ideológica de la mayoría de la población en esos años”, relata a este diario una fuente municipal.
Los buenos oficios de Jordi Sauret se hicieron servir también para forzar la lista única en las elecciones autonómicas de 2015 entre Convergència Democràtica (CDC) y ERC, de donde salió la candidatura de Junts pel Sí (JxS). Su sondeo, que publicó La Vanguardia en el mes de julio de ese año, auguraba un descalabro electoral de los independentistas si se presentaban por separado y les daba entre 68 y 72 diputados si presentaban candidatura única. Al final, se quedaron en sólo 62 escaños, los mismos que había tenido CiU sola en el 2010. Artur Mas puso sobre la mesa el sondeo para convencer a Oriol Junqueras de concurrir juntos a los comicios del 27 de septiembre.
De hecho, los intereses de Convergència y de La Vanguardia caminaban de la mano, ya que Sauret ha sido el tradicional realizador de todas las encuestas que el Grupo Godó hizo desde hace una década para La Vanguardia, RAC 1 y 8TV.